Sobre este tema BOHEMIA conversó con el gobernador del territorio durante uno de los recesos de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

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El proceso de recuperación de Pinar del Río, luego delpaso del huracán Ian, el 27 de septiembre último, fue uno de los temas abordados durante el Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura.

Rubén Ramos Moreno, gobernador vueltabajero, hizo un recuento de las afectaciones provocadas por el meteoro, mas, como él mismo afirmó durante la conversación en exclusiva con BOHEMIA, en un breve tiempo no es posible abarcar todo lo que se realiza en su territorio para acompañar a los damnificados.

Por eso, lo abordamos durante uno de los recesos de la Asamblea para conversar sobre las dificultades reales que debe enfrentar Pinar del Río para recuperarse y los retos que tienen por delante en los próximos años con respecto a las “secuelas socioeconómicas” dejadas por Ian.

El dirigente destacó que “el huracán fue devastador y abarcó toda la provincia. Como positivo tenemos toda la infraestructura eléctrica, las comunicaciones activadas, la mayoría de los servicios funcionando.

“Lo más complicado que nos queda es la vivienda, pues llegaron a 100 000 las afectaciones –aclaró Ramos Moreno–. Tenemos recuperadas unas 15 000 viviendas, lo cual está en el orden del 11 por ciento, pero queda mucho por hacer todavía”.

—La secretaria del Partido en Pinar del Río, Yamilé Ramos Cordero, durante su intervención en el plenario, reconoció que habían existido problemas y lentitud…

—Al iniciar el proceso fue algo muy complejo. Este tipo de sistema para detectar las afectaciones nunca se había utilizado en la provincia porque no había habido un nivel de daños de esa magnitud. Incluso, la mayoría de las personas que tienen que hacer este trabajo también sufrieron el impacto del huracán en sus viviendas. En la medida que fueron avanzando los días eso se fue corrigiendo y perfeccionando, porque es bien complicado ese trabajo”.

—Los recursos no están disponibles para todo el mundo aún, ¿cierto?

—Tenemos alrededor de 24 000 pinareños que ya han comprado algún recurso. De esa cifra, ya unos 15 000 resolvieron su afectación, que, por supuesto, son los de menor magnitud, porque hay que ir solucionando lo que más rápido se pueda.  Pero todavía tenemos 80 000 personas que no han comprado los recursos.

— ¿Cuáles son los materiales con los que tienen mayores dificultades?

—La cantidad de techos que se necesita es muy alta, pero ya hemos recibido más de 200 000 tejas de un tipo o de otro. El país ha estado produciendo techo y lo ha estado enviando prácticamente de la fábrica directo a Pinar del Río.

“Hay algunos recursos que dependen de importaciones de la materia prima, como son las tejas de zinc, pero hasta ahora se mantiene la estabilidad. Lo que sucede es que es insuficiente porque es muy grande la afectación. Y lo otro es que no se pueden recuperar las casas de todas las personas a la vez: la recuperación es gradual”.

—Pinar del Río ha sido golpeado en varias ocasiones por eventos climatológicos. ¿Esas afectaciones anteriores ya estaban resueltas cuando pasó Ian?

—A la provincia le quedan afectaciones de otros eventos, que se suman a las causadas por Ian. Por supuesto que hay que tener en cuenta a esas familias. Tenemos algunas que ya llevan 20 años afectadas por huracanes y que todavía no hemos podido resolverles el problema. Hay que priorizar a esas familias también.

—El ministro de economía, Alejandro Gil Fernández, dijo en su informe que uno de los retos para el 2023 es disminuir las diferencias entre unas y otras personas, sobre todo enfocados en los vulnerables. Ustedes tienen un reto mayor porque había muchas personas que quizá antes no lo eran y hoy se encuentran en esa condición. ¿Cómo lo han valorado desde el gobierno provincial?

—La persona que lo perdió todo automáticamente pasa a tener una condición de vulnerabilidad. Nosotros contamos con unas 2 000 familias que tienen cierta vulnerabilidad. El presupuesto del Estado está asumiendo el 50 por ciento del pago de los recursos, pero a las personas que tienen ciertas condiciones de vulnerabilidad le subsidia el 100 por ciento de los materiales de construcción.

—Incluso así, puede suceder que algunas personas crean que no han recibido el apoyo que necesitan. Si eso sucediera, usted como dirigente gubernamental, ¿qué les sugiere?

—Es una situación muy difícil. Hay muchas familias afectadas y lo ideal sería poder resolverles a todos al mismo tiempo, pero no es posible. No se puede perder la confianza, hay que ver entre todos cómo podemos ayudarnos, cómo podemos ir mejorando con lo que tenemos, hasta que llegue el momento de construir la solución definitiva, porque el país no tiene la capacidad de recursos ni nosotros la capacidad constructiva de resolver ahora mismo los 13 000 derrumbes totales que tenemos.

“Para el año próximo estamos previendo construir unas 2 100 viviendas, pero es un número alto. Nunca hemos hecho esa cantidad de viviendas en Pinar del Río”.

— ¿Y pueden responder, con la producción local de materiales, a esas necesidades?

—Hay un respaldo que sale de ahí, pero los techos no son de la producción local, ni el cemento, ni el acero. Sobre todo, producimos elementos de pared, ladrillos, algún bloque que depende del cemento, la carpintería y la arena.

“Hemos estado evaluando responder a estas necesidades en, al menos, cinco años, pero es muy difícil pronosticarlo, sin saber la situación que vamos a tener en los próximos períodos”.

— ¿Cómo determinan ustedes los casos prioritarios?

—El nivel de prioridad lo da la circunscripción. Hay organismos que han tenido posibilidades de ayudar a recuperar a sus trabajadores, pero la prioridad lo decide el delegado con los factores. Nosotros, desde la provincia, no sabemos en una comunidad quién es el que más lo necesita, quién es el más o el menos afectado. Por eso, la decisión es de los factores de la comunidad.

—Si en una circunscripción falla el trabajo, ¿hay algún canal, alguna vía de retroalimentación para que el ciudadano pueda reclamar?

—El ciudadano está en su derecho de dirigirse a las instancias de gobierno y nosotros revisaremos el proceso. Funcionan el portal del ciudadano y los teléfonos de nuestras oficinas de atención a la población.

—La afectación social fue considerable, y la económica también. ¿Cuánto se ha podido recuperar la provincia en este ámbito?

—La agricultura tiene un peso en la economía pinareña. El tabaco decide. Estamos planteando una campaña para sembrar unas 6 000 hectáreas de tabaco, cuando se pretendían sembrar más de 11 000; pero se afectaron más de 10 000 casas de cura de tabaco. En el transcurso del año se trabajará para recuperarnos.

“En cuanto a la siembra de cultivos varios, prácticamente todo se afectó. Queremos sembrar 45 000 hectáreas. Ya hay sembradas más de 15 000 de granos, viandas y hortalizas. Todos los organopónicos de la provincia se recuperaron y hoy están produciendo y vendiendo hortalizas a la población”.

CRÉDITO

Fotos: Jorge Luis Sánchez Rivera