Un recorrido por el balcón de La Habana

Casa Blanca es un pequeño pueblo de pescadores asentado en la entrada de la Bahía de La Habana, en la falda de una loma, a los pies de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña. Para descubrir el origen de este poblado que visitan muchos viajeros debemos remontarnos unos siglos atrás, y es que antes de la toma de La Habana por los ingleses la metrópoli fue tomando un fuerte impulso económico por lo que se decide construir varios almacenes para guardar aquellos productos que no cabían del otro lado de la urbe, estos nuevos establecimientos tenían un característico color, blanco, el cual daría su nombre a esta parte de la ciudad.

Entre sus tranquilas calles se puede apreciar sus casas de estilo colonial, la estación inactiva del tren eléctrico Hershey que cubría un itinerario entre el poblado y la ciudad de Matanzas, y en lo alto de la colina una pieza nos contempla desde la navidad del año 1958 y parece dar la bienvenida a todos, El Cristo de La Habana, de la artista cubana Jilma Madera. La paz es casi total  ya que apenas hay movimiento ni nada que perturbe el silencio de este cautivador lugar, solo el andar de sus gentes en su cotidianidad y el sonido de la lancha al llegar o alejarse de este misterioso terruño.

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2 comentarios

  1. La magia la hace el lugar y éste al fotógrafo q’ cuál fresco nos devuelve con pincel es decir: «pixel», imágenes q’ parecieran detenidas en el tiempo. Las Palmas para este reportaje q’ deja buenas sensaciones en la retina y el lenguaje.

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