El Apóstol crece cuando reencontramos su valioso legado patente en la prosa, el verso y las acciones, que revelan intimidades y permiten estudiar su profundo ideario poético y estilístico como un todo único.
Lo evidencia la Fragua Martiana, ubicada en la intersección de las calles Príncipe y Hospital, en Centro Habana donde se encontraban las terroríficas Canteras de San Lázaro. Allí se enviaba a quienes se oponían al gobierno español. Su nombre se debe a la experiencia vivida por José Martí, que siendo adolescente fue testigo de toda la crueldad colonial, pues sufrió en ese lugar parte de una condena a trabajo forzado. Este sitio histórico es en la actualidad un Museo devenido escuela de valores. Fue declarado Monumento Nacional el 8 de mayo de 1996.
En este emblemático espacio se encuentra intacto un paredón de las canteras, desde donde Martí envió a su madre doña Leonor Pérez conmovedoras cartas, las cuales constituyen testimonios de la firmeza y la profundidad de sus pensamientos. En una de esas misivas adjuntó una fotografía en cuyo dorso escribió: “Mírame, madre, y por tu amor no llores: Si esclavo de mi edad y mis doctrinas tu mártir corazón llené de espinas, piensa que nacen entre espinas flores”. Sentida declaración del quehacer de José Martí, quien nos ilumina para todos los tiempos.
Un comentario
Muchas gracias por este fotorreportaje que refleja muy bien la luz martiana de la Fragua. Enhorabuena en el aniversario de este lugar sagrado de la patria.