Foto./ Roberto Morejón.
Foto./ Roberto Morejón.

Apuntes en la carretera

La II Liga Élite antecedió a un novedoso evento internacional en Cuba, en el que varios aspectos pudieran mejorarse. ¿Volveremos a la Serie del Caribe?


MATANZAS.-Estuve presente en los play off, en cada out, jonrón, multitud, sol, frío… Si algo puedo destacar es el seguimiento de los aficionados a la II Liga Élite, que esta vez –contrario a la primera edición– sí se identificaron con los colores de sus equipos y acogieron a los refuerzos de otras provincias como uno más de la nómina. En este espacio siempre elegimos esa variante; incluso, antes de que arrancara la pasada contienda.

Los Cocodrilos se coronaron y repitieron luego en la Serie de Estrellas, un novedoso torneo del cual hablaremos más adelante. Primero vale la pena recordar que, más allá de su favoritismo por plantilla en el torneo doméstico selectivo, los comandados por Armando Ferrer encontraron enfrente a un rival que les hizo resistencia y el play off final se extendió a seis juegos. Eso aportó al espectáculo, con gradas enardecidas, tanto en el Victoria de Girón, como en el 26 de Julio de Artemisa.

En la final hubo puntos muy altos que vale la pena rememorar. Erly Casanova, Frederich Cepeda y Ariel Sánchez fueron tres de los principales protagonistas. Dejemos también un espacio para otro veterano como Yordanis Samón, el mejor al bate en el último desafío.

El lanzador diestro pinareño nos dio a todos una lección de vida. Trabajó en el juego cuatro. Artemisa necesitaba esa victoria con la cual igualar el match a dos.

Sin embargo, días antes, había perdido a su esposa, víctima de un tumor maligno contra el cual luchó durante mucho tiempo.

Subió al montículo, en un gesto valiente, para realizar una labor exquisita y aseguró la victoria de los Cazadores sobre los Cocodrilos (pizarra de 3-2).

En nada menos que siete innings completos no permitió carreras a la peligrosa tanda matancera. Luego de llenar de argollas –como corazones– la pizarra manual del Estadio 26 de Julio, en el octavo un tubey de Ariel Sánchez remolcó las únicas dos de los visitantes. Por cierto, una jornada después el bateador llegó y asimismo sobrepasó la cifra de 2 000 imparables y se integró a una selecta lista de 27 nombres, incluidos dos de su linaje, como Fernando (2 215) y Wilfredo Sánchez (2 174).

En definitiva, el trabajo de Erly fue magistral. Permitió ocho espaciados imparables y recetó cinco ponches. Para colmo cerró el noveno y dio otro cero de oro. Miró al cielo, lanzó un abrazo y explotó en llanto. Había conseguido el out 27. Pasó del dolor a la excelencia.

Frederich Cepeda se entregó con el equipo que le adoptó: Artemisa. El ambidextro jugó durante los choques cuatro y cinco con un esguince grado dos. En esas condiciones fue capaz de rendir e, incluso, pegó un jonrón que logró el empate parcial en el quinto desafío. En el cuarto choque, ya lesionado, conectó de 2-2, con par de boletos. Tuvo casi que caminar en vez de correr las bases. Entrega total.

En cuanto a Yordanis Samón, en el sexto y definitivo compromiso se fue de 3-3, con un cuadrangular, un boleto y remolcó dos para que, al fin, uno de los mejores bateadores que ha dado nuestro béisbol, consiguiera levantar un título.

Pulir las Estrellas

Un evento internacional siguió a la II Liga Élite. Dos equipos: Venezuela y México, este último con varios en su nómina de presencia en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, donde consiguieron el oro, se unieron al campeón del torneo invernal, Matanzas, y otro elenco armado con los mejores peloteros de las restantes cinco escuadras. La final se disputó entre cubanos y el éxito fue para los matanceros tras vencer a las Estrellas por nocaut 12-2. Venezuela se colgó el bronce.

En ese entorno conocimos al mejor jugador de la postemporada de la II Liga Élite, premio que recayó en el zurdo de los Cocodrilos Yoennis Yera (tres éxitos en cuatro salidas, promedio de carreras limpias de 2.35 y WHIP de 1.22). También se hizo un derbi de jonrones, que vio triunfar al venezolano José Tello con nueve batazos por encima de la cerca. Además, se realizó un juego de exhibición de las pequeñas ligas entre Matanzas y Artemisa, ganado por nocaut de los anfitriones 11-1.

Yoennis Yera fue seleccionado mejor jugador de los play off en la II Liga Élite. / Roberto Morejón.

El novedoso torneo debería repetirse cada año, aunque pudieran pulirse varios aspectos.

Pienso que la sede debe ser siempre la casa del campeón de la Liga Élite. En este caso coincidió con el cetro de Matanzas en la lid invernal, mas se anunció antes de terminar el play off que esta provincia sería la anfitriona. ¿Acaso no lo merecería Artemisa de haberse coronado?

Asimismo, podría repensarse el formato de clasificación. No ocurrió, pero incluso acabando la etapa inicial con tres derrotas en igual número de presentaciones, existía la posibilidad de terminar campeón, pues todos los participantes tenían garantizado un cupo a las semifinales. Parecido fue el caso de Venezuela, bronce con cuatro reveses y una sola victoria. Lo más justo sería primero contra segundo por el oro, y tercero versus cuarto el bronce, luego de un todos contra todos que tendría más sentido. A lo mejor de esa manera se siente más atraído el público, que apenas asistió al estadio Victoria de Girón.

Por último, confeccionar un uniforme para los dos elencos cubanos que participan. Esta vez se notó más la diferencia en el equipo de las Estrellas, pues todos vestían los colores de sus provincias; inclusive sería aceptable una mezcla entre camisa y gorra, en algunos casos de los refuerzos.

Caribe sin Cuba

Miami acogió la Serie del Caribe de 2024 y no fuimos invitados. Allí Venezuela nos igualó en el histórico con ocho coronas, tras resultar campeón. Por cierto, con varios cubanos que andan por esos parajes, en la nómina de unos reforzados Tiburones de La Guaira. Derrotaron (3-0) en la final a un clásico como Tigres del Licey, de República Dominicana, el país con más títulos (22).

Ojalá podamos incluirnos en venideras ediciones de un certamen que se fundó en La Habana en 1949. Eso sí, el nivel de esta competición amerita cambios en nuestro béisbol. Los hemos analizado antes aquí. La inserción de presupuestos de empresas patrocinadoras, privadas o no, es imprescindible. Sin dinero será difícil motivar a los que están y soñar con que otros vengan del extranjero a nuestra “liga”, salvo contadas excepciones.

Dos de los invitados, como Panamá y Curazao, terminaron en tercer y cuarto puesto, por lo que pudieran ser tenidos en cuenta para Mexicali 2025, cita a la cual asistirán no siete como esta vez, sino seis elencos; es decir, dos y no tres naciones extras, además de las fijas: República Dominicana, México, Venezuela y Puerto Rico.

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