Lo bello y lo justo en una joven madre

Ni la más intensa o desgastante rutina de trabajo, ni las enormes vicisitudes de estos tiempos impiden que miles de cubanas adoren y atiendan a esos retoños divinos que les dio la vida

Desfile por los que no trabajan

Como cada año, asaltaron calles, avenidas y plazas hombres y mujeres ataviados con cascos blancos, sombreros de yarey, batas de medicina, uniformes de color verde

Reparadora de sueños

Del mismo modo que Misleydi, miles de cubanas y cubanos se empeñan durante estos días en dejar expedito el camino a un desfile que volverá a desbordar cauces rumbo a las plazas

Lo bello y lo justo en una joven madre

Ni la más intensa o desgastante rutina de trabajo, ni las enormes vicisitudes de estos tiempos impiden que miles de cubanas adoren y atiendan a esos retoños divinos que les dio la vida

Desfile por los que no trabajan

Como cada año, asaltaron calles, avenidas y plazas hombres y mujeres ataviados con cascos blancos, sombreros de yarey, batas de medicina, uniformes de color verde

Reparadora de sueños

Del mismo modo que Misleydi, miles de cubanas y cubanos se empeñan durante estos días en dejar expedito el camino a un desfile que volverá a desbordar cauces rumbo a las plazas