Carnaval

Carnaval, llegas hoy como ayer, como en los tiempos paganos y en la edad medieval, con tu cortejo de obligada alegría y ruido que ensordece. Vueleas tu cuerno de oro, donde traes, entre cintas multicolores, policroma lluvia de papel, oropeles, escarcha, joyas de similor, seda de teatral guardarropería, caretas y antifaces para disfrazar (propicio cómplice) todos los rostros y desenmascarar a muchas almas al amparo de la impunidad que brinda tu omnipotencia efímera.

Un recuerdo para las divas de ayer

A propósito de lo efímero que fue la vida de los grandes cantantes hasta finalizar el siglo pasado, nos ha movido a evocar un grupo de excelsas cantatrices, quienes solo tuvieron para recordar a la posteridad, lo que fueron, que el pincel y el lápiz de pintores y dibujantes, y el cartel litográfico, y no todas merecieron ese favor, mientras las de hoy tienen, el disco fonográfico, para perpetuar el carácter y pureza de su voz y la fotografía para eternizar sus rasgos fisionómicos.

Música criolla

Fue en una noche vernal, en un jardín constelado de bombillos rojos mientras desfilaban en inacabable sarabanda escenas y paisajes sobre el lienzo cinematográfico, cuando oí por primera vez el ritmo lánguido y voluptuoso que me sedujo con el encanto singular que tienen, siquiera fuera por un instante, las cosas nuevas.

Ernestina Lecuona

Ernestina Lecuona es de una modestia extremada. Habla muy poco, pero muy conciso. En plena madurez de su vida, después de haber consagrado su juventud a la formación de un hogar modelo, es cuando su música goza de verdadera popularidad. No quiere decir esto, que no haya “hecho” música anteriormente, sino que es ahora, cuando la publicidad, el escenario y el radio dan a su producción el auge que merece.

¡El que quiera subir, que compre escaleras!

Hoy que priva, que inquieta hondamente la “cartelomanía” y que todo aquel que “hace algo” … hace todo lo humanamente posible porque se le den “bombos” estridentes, resulta raro encontrar a un tipo que aún siendo autor de “algo”, enmudezca, se abisme en la nada del anonimato, y se preocupe bien poco de su “hecho”.

Edición especial: Siempre Fidel

Foto: Baldrich-Juventud Rebelde Diseño: Carlos Manuel Rodríguez Herrera Edición Especial completa Sumario (pdf pág. 3)  PENSAMIENTO Concepto de Revolución (pdf pág. 4-8)   Este enunciado

Carnaval

Carnaval, llegas hoy como ayer, como en los tiempos paganos y en la edad medieval, con tu cortejo de obligada alegría y ruido que ensordece. Vueleas tu cuerno de oro, donde traes, entre cintas multicolores, policroma lluvia de papel, oropeles, escarcha, joyas de similor, seda de teatral guardarropería, caretas y antifaces para disfrazar (propicio cómplice) todos los rostros y desenmascarar a muchas almas al amparo de la impunidad que brinda tu omnipotencia efímera.

Un recuerdo para las divas de ayer

A propósito de lo efímero que fue la vida de los grandes cantantes hasta finalizar el siglo pasado, nos ha movido a evocar un grupo de excelsas cantatrices, quienes solo tuvieron para recordar a la posteridad, lo que fueron, que el pincel y el lápiz de pintores y dibujantes, y el cartel litográfico, y no todas merecieron ese favor, mientras las de hoy tienen, el disco fonográfico, para perpetuar el carácter y pureza de su voz y la fotografía para eternizar sus rasgos fisionómicos.

Música criolla

Fue en una noche vernal, en un jardín constelado de bombillos rojos mientras desfilaban en inacabable sarabanda escenas y paisajes sobre el lienzo cinematográfico, cuando oí por primera vez el ritmo lánguido y voluptuoso que me sedujo con el encanto singular que tienen, siquiera fuera por un instante, las cosas nuevas.

Ernestina Lecuona

Ernestina Lecuona es de una modestia extremada. Habla muy poco, pero muy conciso. En plena madurez de su vida, después de haber consagrado su juventud a la formación de un hogar modelo, es cuando su música goza de verdadera popularidad. No quiere decir esto, que no haya “hecho” música anteriormente, sino que es ahora, cuando la publicidad, el escenario y el radio dan a su producción el auge que merece.

¡El que quiera subir, que compre escaleras!

Hoy que priva, que inquieta hondamente la “cartelomanía” y que todo aquel que “hace algo” … hace todo lo humanamente posible porque se le den “bombos” estridentes, resulta raro encontrar a un tipo que aún siendo autor de “algo”, enmudezca, se abisme en la nada del anonimato, y se preocupe bien poco de su “hecho”.

Edición especial: Siempre Fidel

Foto: Baldrich-Juventud Rebelde Diseño: Carlos Manuel Rodríguez Herrera Edición Especial completa Sumario (pdf pág. 3)  PENSAMIENTO Concepto de Revolución (pdf pág. 4-8)   Este enunciado