Colombia: Gobierno y ELN vuelven a hablar de paz

Para el VI ciclo de diálogos de paz, las partes estarán sentadas a la mesa, en La Habana, hasta el 6 de febrero. La liberación de los retenidos por las fuerzas insurgentes y el cese del fuego serán temas claves de este período


Las delegaciones del Gobierno Nacional de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) volvieron a La Habana e instalaron acá el sexto ciclo de conversaciones de paz. Aunque el inicio de esta nueva ronda estaba previsto para este lunes 22 de enero, se sentaron a la mesa un día después y antes sostuvieron reuniones preparatorias individuales.

Según afirmó la delegación del ELN a través de su cuenta de X, este nuevo período tiene la expectativa de avanzar y acercar los acuerdos a las transformaciones que Colombia necesita, así como concretar los cambios que el país exige como única posibilidad para la construcción de la paz.

La delegación gubernamental está encabezada por Vera Grabe y el senador Iván Cepeda. / gov.co

Este ciclo promete ser uno de los vitales para conseguir avances sustanciales, pues los asuntos más relevantes durante esta ronda son la extensión del cese del fuego, el compromiso de la guerrilla de liberar a los secuestrados y la participación de la sociedad civil.

El quinto encuentro, celebrado en México, acordó como una de las primeras tareas para esta nueva ronda debatir hasta alcanzar un consenso que prorrogue el alto en las hostilidades pactado en agosto pasado y cuya vigencia de 180 días finaliza el próximo 29 de enero.

Nuevamente las delegaciones están representadas en la parte gubernamental por Vera Grabe y cuenta entre sus miembros al senador Iván Cepeda, mientras que al frente del ELN se mantiene su jefe negociador, Pablo Beltrán.

Otro de los temas para deliberar tiene que ver con la suspensión temporal de las retenciones del grupo insurgente por razones económicas y la liberación inmediata de las 26 personas aún en manos de la guerrilla.

Fuentes colombianas hablaron en su momento que para el 30 de enero se pactó la salida de los cautivos; sin embargo, otros informes de la delegación del gobierno aseguraron que no existe una fecha probable, pero se espera lograrlo en el menor tiempo posible.

Es la primera vez en tres décadas de negociaciones con varios gobiernos que este grupo hace ese compromiso.

La decisión de frenar esa práctica, que mantuvo una fuerte tensión en esa fase, constituye una victoria para el gobierno que le exigió al grupo armado detenerlas.

Otro de los asuntos que se pondrá sobre la mesa en estas dos semanas será la participación de la sociedad civil iniciada hace un semestre y que ya convocó a miles de personas en eventos donde se recolectaron propuestas de distintos sectores y regiones del país.

Los dialogantes también debatirán sobre posibles formas de disminuir la violencia que afecta a la población civil. Uno de los temas pendientes para el sexto ciclo es definir las ocho zonas críticas del conflicto, donde se priorizará la creación de soluciones a la crisis humanitaria.

Las partes estarán sentadas a la mesa hasta el 6 de febrero. Tras reunirse recientemente con el papa Francisco, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la posibilidad de que una próxima fase de diálogos, inscrita en el contexto de un alto al fuego definitivo tendría lugar en el Vaticano, bajo el auspicio del sumo pontífice, lo cual generó reacciones mixtas en el ámbito político del país sudamericano.

Petro hizo referencia a las futuras conversaciones, mas dejó claro que esa decisión debía tomarse de manera consensuada, pues la posible sede vaticana para las negociaciones no solo propiciaría un cambio de ambiente, sino que también significaría un apoyo simbólico para el proceso de paz.

El mandatario subrayó la intención de buscar una “posición mucho más activa” por parte del Vaticano y la Iglesia católica en el mencionado proceso.

Diferentes opiniones surgieron en el escenario político colombiano ante la propuesta de Petro de establecer conversaciones con el ELN en la Santa Sede. Varios senadores de la oposición rechazan la idea, considerándola poco adecuada, debido a las acciones del ELN y posibles complejidades legales, en tanto miembros del oficialismo reconocen los retos, principalmente de seguridad jurídica.

Los dos procesos de diálogos que avanza el gobierno de Gustavo Petro en el país, con el ELN y con la disidencia de las FARC, conocida como Estado Mayor Central, van adquiriendo forma y estabilidad para consolidar su aplaudida política de paz total en medio de no pocos tropiezos y zancadillas desde todas las esferas a la vera de la Casa de Nariño.

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos