Con Cuba siempre se podrá contar

Como parte del 78 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU, intervino el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a nombre del Grupo de los 77 y China. Lo hizo en Foros sobre el Cambio Climático, la Pandemia y la Financiación. Bohemia ofrece algunas consideraciones


Sucedió un suceso sin precedente en la Patagonia argentina. Este año, en la etapa invernal, las actividades de esquíes debieron cerrar por falta de nieve. Este septiembre de 2023, torrenciales lluvias tuvieron lugar en Grecia, Bulgaria y Turquía. Un equipo internacional de científicos del clima del grupo World Weather Attribution ha señalado que estos eventos se deben al calentamiento derivado de las actividades humanas. Por tanto, el cambio climático no es un cuento de camino, es, y ya está aquí.

Colosal reto

Tal y como lo define la ONU, el cambio climático hace referencia a las variaciones a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estas variaciones pueden ser naturales, aunque desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal culpable del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles. Esta actividad incide en las temperaturas del Planeta, cambiando los patrones meteorológicos y alterando el equilibrio habitual de la naturaleza.

Sobre esta acción depredadora del hombre reflexionó en Nueva York, Estados Unidos, el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la Cumbre de Ambición Climática, en el contexto del periodo ordinario 78 de sesiones de la Asamblea General de la ONU: “Nos convoca un tema de supervivencia. Debe ser, por tanto, un espacio para compromisos serios y ambiciosos, y no para simples palabras, y si no actuamos con urgencia, se esfumarán sin ningún aporte concreto a la salvación del planeta”, sentenció.

Según reportes de la Presidencia de Cuba, el máximo dignatario de Cuba, expresó que la Convención Marco sobre Cambio Climático y su Acuerdo de París establecen claramente las pautas a seguir: “A nosotros nos corresponde aplicarlas estrictamente. Es una obligación incuestionable, jurídica y moralmente. Es un compromiso ineludible con las actuales y futuras generaciones. Es una deuda inaplazable con la vida”.

El presidente cubano aseguró que siempre se podrá contar con Cuba. / presidenciadedecuba.cu

Para el también Primer Secretario del Comité Central del Partido comunista cubano: “es imperativo que los países desarrollados asuman con rigor el compromiso de ir a la vanguardia, en la batalla común por resolver el problema global, que aumenten su contribución a los niveles que exigen las graves circunstancias actuales y su responsabilidad histórica, pero sobre todo que apoyen la acción climática en las naciones del Sur, en un espíritu real de cooperación y confianza”.

En esa línea argumental resaltó todo lo mucho que hace Cuba a favor de mejorar la situación, a pesar de ser una nación pequeña y bloqueada comercial, económica y financieramente por los Estados Unidos. Acá tenemos un Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, denominado Tarea Vida. Este “responde a metas nacionales y compromisos internacionales, y contiene importantes acciones de adaptación y mitigación”. Explicó asimismo que nuestro país está empeñado en elevar la eficiencia energética; en desarrollar las fuentes renovables y en promover un desarrollo económico menos intenso en carbono: “como se prevé en nuestro Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030”, informó. (1)

Entonces esta reportera se pregunta ¿si nosotros como nación pequeña podemos, por qué los demás no van a poder? Para eso es necesario voluntad política: “En apenas dos meses -recordó- tendrá lugar la 28va Conferencia de los Estados Parte en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Dubái, evento cimero para la toma de decisiones en materia climática”. “(…) Exhortó a todos a participar constructivamente para avanzar en la batalla común contra el cambio climático, en correspondencia con las necesidades y aspiraciones de nuestros pueblos”. 

Así indicó que como presidente del Grupo de los 77 y China, Cuba “ha convocado una Cumbre de Líderes del Grupo en los márgenes de la COP28, el 2 de diciembre, como espacio para la reflexión y la coordinación en temas prioritarios para el Sur”.

En una emotiva, pero firme alocución, Díaz-Canel resaltó que “las alarmas de la emergencia climática están activadas hace décadas. El tiempo se acaba, cada vez más velozmente, con cada día que transcurre sin una acción efectiva en el enfrentamiento al cambio climático”. Por ese colosal motivo llamó a la acción para alcanzar un objetivo superior: “preservar el planeta; es decir, la vida. Si fracasamos, las futuras generaciones no tendrán siquiera la posibilidad de perdonarnos”.

Amarga lección

El número de fallecimientos por la Covid-19 en el orbe es de 15 millones, donde América Latina tiene la mayor cifra de mortalidad. No son datos alarmistas de principiantes sino contabilizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras estimaciones de sus 194 países miembros. En India hubo 4,7 millones de muertes por Covid, casi un tercio de las muertes por esa causa en  todo el mundo. Asimismo en cálculos de la OMS, le siguen Rusia, Indonesia, los EE.UU., Brasil, México y Perú.

Durante la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas, la comunidad internacional participó en una serie de foros colaterales esenciales. / presidenciadedecuba.cu

Sin embargo, el profesor de estadística Jon Wakefield, de la Universidad de Washington en Seattle, quien ayudó a la organización especializada de la ONU, según reportes de la BBC, advirtió que se necesitan “con urgencia mejores sistemas de recopilación de datos», útiles para delinear las políticas a seguir.

En la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Prevención, preparación y respuesta frente a pandemias fue analizado este importante aspecto. El 20 de septiembre, el primer mandatario cubano afirmó que “la pandemia de la Covid-19 nos impuso una triste y amarga lección de la que estamos obligados a aprender”. 

Entre las enseñanzas dejadas están: la fragilidad de los sistemas de salud y la crueldad de las inequidades que caracterizan al mundo. “Millones de vidas se perdieron; la mayor parte, entre los más pobres”, recordó. Asimismo puntualizó que las pandemias no distinguen fronteras, ideologías o niveles de desarrollo “por lo que el enfrentamiento a las mismas también debe ser global, superando las diferencias políticas”.

Estas últimas exacerbadas, y no contenidas por sentimientos de solidaridad, pueden llevar a acciones desmedidas como las que describió el dirigente cubano: “Aún peor, mientras la pandemia cobraba millones de vidas en el planeta, el criminal bloqueo contra Cuba se intensificó a niveles sin precedentes y generó dificultades y demoras para el arribo de insumos y equipamientos médicos imprescindibles con los cuales enfrentarla; en particular, para la industrialización de las vacunas cubanas. Se obstaculizó, incluso, la adquisición de oxígeno medicinal en terceros países y el suministro de ventiladores pulmonares”. 

De todas formas, y a pesar de las adversidades, “nuestra industria biofarmacéutica y el potencial de los científicos cubanos nos permitieron crear, en tiempo récord, tres vacunas y dos candidatos vacunales contra la COVID-19”, indicó. Díaz-Canel señaló además que esta pandemia nos ha dejado una lección: “la cooperación global es una necesidad, no una elección”. De ahí, dijo que Cuba aboga por la adopción de un instrumento internacional robusto para la prevención, respuesta y recuperación ante pandemias, bajo la conducción de la OMS.  

Luego de un breve análisis sobre lo que representó la Covid-19, el alto dirigente cubano subrayó que “cada país puede y debe contribuir en lo que está a su alcance. Los beneficios deben ser universalmente accesibles para todos. Para avanzar por ese camino, cuenten siempre con Cuba”.

Demanda de larga data

El experto Montserrat Millet de la Universidad de Barcelona, España, opinó que la crisis de la deuda externa contraída por los países en desarrollo, durante la década de los años setenta y ochenta, ha sido uno de los problemas más graves a los que ha tenido que enfrentarse la comunidad financiera internacional en la reciente historia de la economía mundial. La gravedad de dicha crisis en el momento de su aparición, en 1982, estaba motivada principalmente por la amenaza que ésta significaba a la solvencia del sistema financiero internacional, involucrado profundamente en el circuito de créditos a los países en desarrollo.

De esa forma, año tras año, la deuda se ha incrementado. Hubo una época en que el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, llamó a no pagarla porque era injusta. Ahora, este 20 de septiembre, a nombre del Grupo de los 77 y China, intervino Miguel Díaz-Canel en el Diálogo de Alto Nivel sobre Financiamiento para el Desarrollo, todo como parte del  periodo ordinario 78 de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Estamos, dijo, ante “una de las crisis más complejas de las que ha sido testigo la humanidad en la historia moderna”, de la que se puede salir- acotó- solo con voluntad política. Tal y reportaron Cubadebate y el sitio de la Presidencia de Cuba se trató de una mesa redonda interactiva, la cual versó sobre la necesidad de reformar la arquitectura financiera internacional para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El mandatario cubano manifestó que este Diálogo de Alto Nivel “presenta una valiosa oportunidad para el intercambio abierto, para reflexionar sobre el progreso alcanzado en la implementación del Plan de Acción de Addis Ababa, y para evaluar las maneras más eficientes de cerrar la creciente brecha, movilizando la voluntad política y los recursos necesarios para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030”. (2)

Miguel Díaz-Canel Bermúdez representó en la ONU al Grupo de los 77 y China, al ser 2023 etapa que asume como su presidente pro tempore. / presidenciadedecuba.cu

En ese orden de cosas subrayó que el diseño financiero actual no está planteada para proveer las respuestas que necesitan los países del Sur: “La reforma inclusiva de esta arquitectura es una demanda de larga data con el objetivo de cumplir con los principios y propósitos de la Carta de la Naciones Unidas y el derecho internacional”, apuntó. A continuación subrayó algo muy puntual: “un paso en esa dirección sería rediseñar y recapitalizar los Bancos Multilaterales de Desarrollo para que estos puedan asistir eficazmente a los países en desarrollo como un todo”. 

Explicó que urge reformar la estructura de gobernanza de las Instituciones Financieras Internacionales, en particular el Fondo Monetario Internacional, FMI, pues el sistema de votaciones basado en el poder económico o financiero no es ya sostenible. También alertó: “Se necesitan acciones inmediatas para enfrentar con urgencia la deuda externa insostenible, que arrastra a la mayoría de las naciones en desarrollo hacia un abismo económico. Se necesita inmediatamente una solución inclusiva y efectiva, con la participación de todos los acreedores, para que los países del Sur, particularmente los países de ingreso medio con miles de millones de dólares de sus propios ahorros domésticos, inviertan en su desarrollo”. 

Como ha podido apreciar el lector de Bohemia, el presidente cubano participó en tres mecanismos fundamentales para enfrentar los grandes retos que tenemos por delante, los que debemos asumir con voluntad y compañerismo, porque los problemas de uno,- como ya se ha visto-, son los problemas de la Humanidad entera. Y no habrá Arca de Noé que nos salve, ni contra los desastres climáticos, las pandemias o los excesos de deudas financieras. ¡Hágase pues la vida, no la muerte!.

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