La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), en su tercera Cumbre birregional, apostaron por el diálogo y el consenso. Cuba se alzó como voz justiciera de todos nuestros pueblos

La celebración en este 2023 de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Celac-UE tiene varias lecturas. La primera se corresponde con la puja geopolítica por la reconfiguración del mundo, donde la prominencia de China en Latinoamérica y el Caribe es muy significativa. También, en menor medida, de Rusia, por lo cual hubo consenso previo a la cita, por los latinoamericanos, de no suscribir una declaración que, a propuesta de los europeos, pretendía respaldar a Ucrania, a propósito del operativo especial ruso en esas tierras.

Los visitantes en Bruselas se decantaron por concentrarse en los asuntos birregionales y dejar el diferendo ruso-ucraniano en una escueta línea de mensaje, la cual llama a la paz y a las conversaciones diplomáticas para zanjar las diferencias.

Otra mirada a la cita belga se refiere a los propios intereses de los latinoamericanos de emprendimientos de agendas beneficiosas a sus naciones, en lo que se denomina un nuevo ciclo del progresismo regional. O sea, la Celac de estos días tiene capacidades de articulación de políticas públicas que, al respaldarse en los nexos con Europa, pueden tener mayor dimensión. Eso no escapa del entendimiento que nos debe mover hacia una relación sana y justa. De modo que no sin contradicciones se desarrolló, los días 17 y 18 de julio, la III Cumbre Celac-UE.

Postura cubana

Al intervenir en el foro, el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ilustró cómo estos tiempos que corren son de grandes riesgos y desafíos, por lo que es perentorio “construir mejores relaciones: más justas, equilibradas, solidarias y cooperativas para mejorar la vida de nuestros pueblos”. Hubo una idea central que es como el corazón de la postura cubana, referida a que “América Latina y el Caribe ya no son el traspatio de Estados Unidos. Tampoco somos antiguas colonias que requieren consejo, ni aceptaremos que se nos trate como simples suministradores de materias primas”.

El mandatario alzó su voz para defender el concepto de soberanía, al destacar que ya somos países independientes, diversos pero unidos en un abanico de culturas. Dado el pasado colonial de Europa en Latinoamérica y el Caribe, recordó que los colonizadores extraían nuestras riquezas y a pesar de ello nos pagaban mal. Por eso ahora, reafirmó, el escenario es diferente y deben suprimirse algunas políticas financieras de la UE que siguen “imponiendo barreras al desarrollo de nuestra región”. Llamó a “una reforma integral de la arquitectura financiera heredada de la Guerra Fría y de Bretton Woods, y buscar soluciones al grave problema de la deuda externa, que hemos pagado varias veces”.

Díaz-Canel, tal como había señalado antes de emprender viaje hacia Bélgica, puntualizó que el único camino para relaciones entre iguales debe ser el “diálogo respetuoso y honesto, dejando las amenazas e imposiciones. Reunirnos hoy es un paso positivo, que debe traducirse en acciones concretas para revitalizar y fortalecer nuestros vínculos en áreas de alta prioridad, como el enfrentamiento al cambio climático, la seguridad alimentaria, el financiamiento al desarrollo, las transferencias de tecnologías, las energías renovables, la transformación digital, la investigación científica, el comercio y la inversión”. (1)

Hacer más

Aunque existe consenso generalizado en que el enfrentamiento al cambio climático es un imperativo, realmente poco se hace en ese tópico, cuando además la región sigue siendo fuente por excelencia de materias primas. En lo referente a este aspecto, intervino el presidente de Surinam, Chan Santokhi, quien abogó por que ambas regiones cumplan los acuerdos que se han adoptado en ese sentido. Mientras, Luis Arce, presidente boliviano, llamó a las naciones industrializadas, desarrolladas, a que asuman las responsabilidades que tienen en medio de la crisis climática.

El lema de esta cita fue “Renovar la asociación birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible”, amplio programa si se tiene en cuenta que los participantes no se veían las caras desde 2017. Al encuentro asistieron representantes de los 33 países de la Celac y de los 27 de la Unión Europea.

Condenado el bloqueo imperial

El jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, tuvo un momento para rechazar los bloqueos que sufren Cuba y Venezuela: “Es un cerco que solo genera más pobreza en la región, que resulta ser un daño insoportable”. Por su parte, Irfaan Ali, el jefe de estado de Guyana, declaró que cuando su nación “tuvo necesidad, Cuba tendió su ayuda con personal de la salud; por eso la mayor de las Antillas merece un lugar loable por haber actuado en sintonía con los principios humanitarios”.

Chile, Dominica y Nicaragua abogaron por la paz y por desterrar de nuestra zona los mecanismos coercitivos que solo traen penurias y sufrimientos. En tal sentido, el presidente chileno Gabriel Boric fue de la opinión de que las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y Cuba nada aportan, y que “resulta inaceptable la declaración de que Cuba sea un país terrorista; algo que no es cierto”.

Es importante subrayar que el genocidio que representa el bloqueo yanqui a Cuba fue en Bruselas una de las causas más impugnadas por todos, con el deseo enfático de que esta criminal política sea levantada, porque Cuba merece un futuro sin hostilidades para poderse desarrollar. Así quedó señalado en la Cumbre de los Pueblos, que tuvo lugar en paralelo, con la asistencia de 160 organizaciones de la sociedad civil de ambos bloques. Allí Díaz-Canel agradeció la solidaridad militante. (2)

Otra de las actividades que tuvieron un lugar significativo llevó por eje central las relaciones entre las naciones del Caribe y la Unión Europea. En en este sentido, el estadista cubano hizo un “llamado a aunar esfuerzos para eliminar la enorme brecha de desigualdad que nos separa”. Puntualizó en su cuenta de Twitter que “El Caribe y la Unión Europea pueden y deben cooperar mejor. Para avanzar hacia ese objetivo, cuenten con Cuba”.