EE.UU.: Respirar aire contaminado

El cambio climático no parece ser compasivo con nadie, ni con los más ricos


“Invertir en nueva infraestructura de combustibles fósiles es una locura moral y económica”, advirtió Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), al presentar el informe más reciente del panel intergubernamental sobre cambio climático.

Luego, la sede de la ONU, en Nueva York, recibió alertas por la contaminación del aire. Millones de habitantes en la costa este de Estados Unidos también fueron informados de las concentraciones de las dañinas partículas PM2.5. Las imágenes de Chicago, Washington y otras ciudades cubiertas con un smog naranja dieron la vuelta al mundo.

Algunas de estas urbes reportaron los peores niveles de calidad atmosférica jamás registrados. Las salas de emergencia recibieron a personas con problemas respiratorios, las escuelas cancelaron clases, los habitantes retomaron las mascarillas de las pandemias, los aeropuertos suspendieron vuelos. 

Mientras tanto, una ola de calor incesante sofocó con temperaturas mucho más elevadas de lo normal a más de 100 millones de habitantes del sureste, desde Texas a Florida, causando por lo menos una decena de muertes. Las marcas en algunas zonas del Atlántico también se elevaron y miles de peces llegaron arrastrados a una playa en el estado de Texas.

Según los científicos, estos tipos de fenómenos, directamente vinculados con el cambio climático, serán la nueva normalidad; o sea, apenas son preludios del futuro. De sus consecuencias no escaparán ni los más ricos del planeta (a fin de cuentas, hasta los multimillonarios tienen que respirar).

La contaminación en el aire es solo una de las consecuencias de décadas de políticas económicas basadas en combustibles fósiles. / jornada.com.mx

Las últimas noticias son solo algunas de las consecuencias de décadas de políticas económicas basadas en combustibles fósiles y desde hace años ya se sabía a dónde llevaría la continuación de tantos errores. Pero se disfrazó y se ignoró por las cúpulas económicas y políticas.

Guterres afirmó durante 2022, y lo ha repetido desde entonces, que -según el consenso científico mundial- “estamos sobre una vía rápida al desastre climático. Ciudades mayores bajo agua. Olas de calor sin precedente. Tormentas espantosas. Falta de agua por dondequiera. La extinción de un millón de especies de todo tipo. Esto no es ficción o exageración. Es lo que la ciencia dice que resultará de nuestras energías actuales…. Esta es una emergencia climática”.

No obstante, la Corte Suprema de los Estados Unidos concluyó el mandato 2022-23 de manera muy similar al anterior. A finales de mayo, el tribunal socavó la capacidad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para regular la contaminación del agua. Eso se produjo casi un año después de reducir la autoridad de la EPA para regular las emisiones de las centrales eléctricas y llevar el planeta aún más al colapso.


CRÉDITO FOTO PORTADA

Nueva York y otras urbes de Estados Unidos reportaron los peores niveles de calidad atmosférica jamás registrados. / nytimes.com

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