Foto./ latimes.com
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EE.UU.: Verano de huelgas

Empleados de compañías tecnológicas, transportistas, guionistas protestan en busca de mejores condiciones


Los Estados Unidos viven un verano con varias olas; una, de calor; la otra, de reclamos por los derechos laborales. Cientos de trabajadores demandan mejores condiciones de trabajo, contratos actualizados ante la llegada de nuevas tecnologías y compensaciones atrasadas por la pandemia de covid-19.

A mediados de julio, la Hermandad Internacional de Camioneros, conocida como Teamsters, llegó a un acuerdo con la empresa de envíos United Parcel Service a días de estallar una huelga nacional. Los transportistas buscaban salarios más altos y puestos de tiempo completo, entre otros beneficios.

El sindicato de actores de Hollywood se sumó el 14 de julio pasado al paro de los guionistas y juntos frenaron o retrasaron numerosas producciones de cine y televisión. También, cerca de tres mil obreros de la cadena de cafeterías Starbucks desaprobaron la decisión de retirar decoraciones LGBTIQ+ de las tiendas.

Un nuevo conflicto podría darse cuando expire el contrato de 150 mil empleados de General Motors y Ford./ detroitnews.com

Empresas como Amazon y McDonald’s vivieron protestas este año. Los expertos en relaciones laborales advierten que un nuevo conflicto podría darse en septiembre próximo, cuando expire el contrato de 150 mil empleados de General Motors y Ford.

Otros activistas señalan que en esta ola influye la presencia de un presidente que se comprometió a ser “el mandatario más prosindical en la historia”. De hecho, la campaña de Joe Biden arrancó en un grupo de empleados en Pittsburgh y ha repetido desde entonces su consigna de: “Wall Street no construyó a este país”.

Asimismo, reparó relaciones con conjuntos laborales durante sus primeros dos años en la Casa Blanca. Sin embargo, enfureció a algunos de sus aliados al promover una intervención federal para frenar una protesta de más de 100 mil trabajadores de ferrocarriles programada para el 9 de diciembre, con la justificación de que provocaría un grave daño a la economía.

Desde entonces, líderes obreros han condenado su decisión en una industria que está generando ganancias récord de 20 mil millones de dólares, mientras redujo su fuerza en 30 por ciento. Biden “será recordado como una de las decepciones más grandes de la historia laboral”, tuiteó la alianza Railroad Workers United.

Por eso, las nuevas olas son en parte una rebelión contra las consecuencias de la agenda neoliberal de las últimas cuatro décadas, la cual ha llevado a niveles de desigualdad económica sin precedente en casi un siglo. Donald Taylor, presidente del Unite-Here, representando a trabajadores de hoteles y restaurantes, comentó en las redes que no ha habido momento más candente para organizar un movimiento como el de ahora. Los trabajadores están listos para luchar por una mejoría.

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2 comentarios

  1. Cada país es un universo aparte. En los EEUU opera el libre mercado y gracias a la economía libre fue, es y será, al menos durante el presente siglo, la primera potencia mundial militar y tecnológica. Ningún país comunista con economía centralmente planificada es desarrollado, raro, no le parece? Caso aparte es China, existe un único partido: el Comunista, PERO, curiosamente su economía es libre. Gracias a Deng Xio Ping, el ideólogo del milagro económico chino. Visionario como pocos se dió cuenta que China, si desea ser desarrollada deberá implantar la economía de libre mercado, sin dejar de ser comunista en lo político y social. El régimen político comunista se basa en un control social absoluto. Nada más.

    1. Por favor, a estas alturas del campeonato venir con ese guión obsoleto, trillado y gastado de «economía libre»… Cuando el capitalismo ni en lo económico ni en lo político es libre…

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