Foto./ Ilustración generada por IA.
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El amor nunca tendrá marcapasos

La sección Bohemia Vieja, con motivo a la celebración por el Día del Amor y la Amistad, propone el texto “El amor nunca tendrá marcapasos”, de la destacada periodista Caridad Carrobello, publicado en nuestra revista

Por. / Caridad Carrobello [1]


Ya que mucha gente va pintando y nombrando al amor a su manera y capricho, yo me atribuyo el derecho de decir que este sentimiento, a pesar de ser invisible como el perfume del romero, tiene belleza superior a las Miss Universo, sabiduría meritoria de un Premio Nobel y manos» tan laboriosas y restauradoras como las de un Héroe Nacional del Trabajo. Pero lo mejor de todos sus encantos es que siempre resulta gratis su ofrecimiento de mordisquear a la manzana de los enamoramientos.

Entre sus símbolos universales es el corazón —habitante de troncos de árboles, paredes, paradas de ómnibus, pulóveres, carteles y hasta albergues para parejas— la semilla que resume y a la vez la espora capaz de irradiar insinuaciones.

No se sabe a ciencia cierta quién fue el primero en representarlo —hasta ahora ningún cazador de mamuts ha reclamado derecho de autor—pero allá por el siglo IX a.n.e. los griegos consideraban a este órgano vital como residencia de las pasiones y los sentimientos; Demócrito lo creía generador de la cólera; según la religión cristiana, fue Jesucristo quien brindó su corazón a los hombres en señal de amor; y en el medioevo sepultaban a los reyes separados de sus miocardios. Para musulmanes, hindúes y egipcios significaba el alma, la vida, la inteligencia, el pensamiento, la belleza de espíritu. Por su parte, escritores, poetas, cantores y artistas gráficos le han dejado palpitar entré sus creaciones desde hace mucho tiempo.

¿Es el corazón el centro del amor?

Publicado en BOHEMIA, año 82 no. 6; el 9 de febrero de 1990, páginas 4-9.

Al Instituto Cardiovascular llego prejuiciada por considerar difícil que un prestigioso cardiólogo se preste para un trabajo por el Día de los Enamorados. El profesor Joaquín Bueno me sorprende. Disfruta tremendamente el cuestionario.

—Es erróneo considerar al corazón como centro de este sentimiento. Se trata de un músculo con propiedades y tejidos especiales pero controlados por mecanismos fisiológicos.

—Pero doctor, ¿por qué entonces se siente taquicardia ante la percepción de la persona amada?

—El cerebro es quien se ocupa de hacer funcionar la descarga de ciertas glándulas que influyen en el aceleramiento del miocardio. Pero este mismo fenómeno puede suceder por muchas otras causas, ya sea un susto, un dolor, un peligro…

—¿Para la salud del corazón es bueno e! amor?

—Sí, porque los sentimientos de este tipo ponen en entrenamiento a ese órgano, es como una prueba de su calidad. Y esto no sólo es válido para un miocardio sano: antiguamente los pacientes con marcapasos recibían el estímulo fijo de 70 pulsaciones por minuto, cualesquiera que fueran las emociones experimentadas, hoy, con avances científicos y tecnológicos, los marcapasos biológicos y los de doble cámara hacen qué tos pacientes necesitados de su uso sientan —por ejemplo— las palpitaciones gratas del amor, pues el órgano responde perfectamente a los mecanismos humorales (descarga de adrenalina} que aumentan la frecuencia cardíaca.

En Cuba existen aproximadamente cinco mil personas viviendo con estos aditamentos, y en el mundo, millones. Cuando ellas se enamoran, nada les distingue de las demás.

—¿Cree usted que las taquicardias sufridas por los muy enamoradizos pudieran provocarles la necesidad de marcapasos?

(El doctor piensa. Se ríe.)

—Categóricamente no. ¡Las cifras serían alarmantes!

HOY INVENTARON/ UN CORAZÓN ARTIFICIAL/ Y ME PREOCUPAN/ LAS CONSECUENCIAS POÉTICAS DEL HECHO (Luis Manuel García).

En Tirry 81, ciudad de Matanzas, a la poetisa Carilda Oliver Labra le rememoro algunos de sus versos: «escucho el corazón subiéndome a la pluma»; «¡cómo estorba esta carne que hoy habito/ para apearme el corazón del busto!»; «mi corazón cerrado en cuatro esquinas/ y mi dolor parado ante la aurora…» Me explica cómo éstos han reflejado distintas etapas de su vida y diferentes estados emocionales. Me interesa saber por qué la palabra es tan socorrida en poemas.

Ilustración del 7 de febrero de 1986

—Se utiliza de manera simbólica como residencia del amor y de otros sentimientos, desde la época de Quevedo y Lope de Vega hasta actualidad. Es lindo que a través de muchos años este vocablo no haya perdido su sentido idílico, su virtud de resumir y expresar cosas extraordinarias. La razón de su magia está en que nombra a un órgano participe de todas las emociones del ser humano.

Como iba preparada para el tema, recuerdo que hasta Rubén Martínez Villena, a pesar de su Defensa del miocardio inocente, le tiene en poemas como Peñas Arriba, Declaración, Jimaguayú y Parodia vanguardista, entre otros. También le han utilizado poetas de las últimas generaciones: «Tu corazón mundial restaurando sístoles y diástoles» (Antonio Conté); «Entonces Catiteo/ estudiando a fondo el corazón de las muchachas» (Víctor Rodríguez); «Va el cuarto corazón que se me rompe/ y tú sin saber nada» (L. M. García).

—Ya lo ves, no sólo le han empleado los clásicos y los románticos, sino también los jóvenes. Los poetas le seguiremos usando mientras lo tengamos en el pecho. Dicha esta última frase, me complazco en contradecir el fundamento anatómico dado al fin por Carilda. Leo un verso reciente: «El Corazón queda exactamente en el abdomen…» (P. Aguilar).

Amar es, y será, el mejor sostén del espíritu

—He sido una persona enamorada casi siempre. El amor lo enriquece a uno en todo: hay más gusto por la vida; se descubren placeres imposibles de intuir, como encontrarse uno en otra persona, no sentir el vuelo de las horas, experimentar la necesidad de hacer el bien. Cuando no se tiene compañía, la existencia se vuelve muy seca, se sigue viviendo, inventando una felicidad particular, pero pura hojarasca.

«Todo lo que he escrito, lo he hecho por amor. Quizás esta razón justifique mi aceptación entre los jóvenes.»

—¿Cree usted que Cupido ande en quiebra?

—Mire, yo no creo en ello. Claro, actualmente existe más libertad sexual. Antes, la mujer estaba en su casa y le era difícil «delinquir por amor». Pero precisamente ahora hay más virtud en la aproximación de los muchachos y muchachas porque más plenos y sinceros. Supe de alguien que escribió a su amada: «A las puertas dé su corazón/ sin escudo/ su caballero». Y de otro que guardó en su pañuelo, como un tesoro, la lágrima de una señora emocionada a quien sólo le unía la admiración. ¡Qué ternura podrá escapar de estos jóvenes cuando están junto a sus novias! ¡Cómo no voy a creer en la perdurabilidad del amor!

El querer debe construirse bloque a bloque

—Ponga ahí que el centro del amor radica en las plantas de los pies, porque uno se pasa la vida corriendo tras las muchachas. ..

—No, señores. Depende del sentido de la visión pues «ojos que ven, corazón que siente».

Pero entre los constructores del estadio de los Juegos Panamericanos de 1991, es Alermo Salgado, albañil desde hace 35 años, quien clava en la cajuela de la mezcla su cuchara y se roba el interés dé la conversación:

—Es el empeño quien verdaderamente encuentra al amor, como pasa con la burbuja de un nivel cuando tratamos de hacer algo bien derecha. El principio de todo debe estar en procurarle una buena cimentación al querer escogido por uno desde el comienzo de los romanceos. Si usted lo logra, de ahí p’arriba puede ir construyéndolo, bloque a bloque, como a los edificios.

Según el experimentado obrero de la Empresa de Mantenimiento de la Vivienda en el municipio Habana Vieja, «en la vida de pareja deben irse resanando a tiempo todas las «mataduras» salidas de los defectos personales, como la incomprensión, los celos y la falta de solidaridad familiar; una estrategia contraria provoca el derrumbe del matrimonio. Si esto pasa, no hay restaurador capaz de rehacerlo por muy albañil A que sea».

¿Y el amor se aprende?

Reinaldo Rojas, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. Psicólogo clínico.

—No es por mediación de los libros ni con charlas, sino gracias a la relación con los padres, con los demás familiares y amigos, que toda persona aprende a amar. A veces los matrimonios evitan expresiones amorosas delante de los hijos porque lo creen impropio, inmoral. Pero están en un error. Para los niños es una experiencia enriquecedora ver el cariño entre sus papás porque estos son sus primeros modelos de pareja, y lo repiten en sus juegos de roles.

«La capacidad de amar se adquiere y se educa también gracias al afecto que tanto hembras como varones —por igual—- reciban de sus padres. Esquemas machistas a veces impiden hacer llegar al niño las caricias y los besos, por el miedo de convertirlo en ñoño o afeminado. Si él no recibe expresiones de cariño, luego le es difícil darlas. La solidez de la pareja es importantísima para el origen de todo amor en sus hijos, para afianzar en ellos la seguridad y la aptitud de hacer felices a otras personas.»

—¿Quiere usted decir que el amor entra por casa?

—iDesde luego! Y hagamos una observación: Cuba tiene una de las más altas tasas de divorcios en el mundo. El séptimo lugar en t985. Según estudios recientes de sus causas, hemos concluido que no son los problemas materiales lo fundamental en los orígenes de las incomprensiones de los matrimonios, sino la mala selección de la pareja, la poca preparación para la vida en común, la agudización de la desigualdad de valores cuando se llega al matrimonio y la escasa educación sexual, sobre todo en lo concerniente a educar a tas personas en los afectos.»

¿Qué importancia tiene estar enamorado?

Mónica Sorín, también profesora de la Facultad de Psicología y candidata a doctora en su especialidad de Psicología Social.

—El ser humano, aún dentro del vientre materno, depende en gran medida del amor. Durante toda su vida anda vinculado a las personas que le rodean, condicionadoras de su seguridad o inseguridad, su felicidad o desdicha, sus amores o sus odios. El yo siempre está relacionado con el . De ahí la enorme importancia de la familia y los maestros para el individuo.

12 de febrero de 2010 edición No 4.

«De mis experiencias como psicóloga social he concluido que hijos criados sin amor, se mutilan en alguna parte de su vida, mientras que de pasar lo contrario, son seres mucho más ricos, más plenos.»

(En esta parte de la entrevista recuerdo el estudio hecho con niños huérfanos tras la Segunda Guerra Mundial: a pesar de iguales edades y semejanzas de alimentación, las estadísticas arrojaron una notable diferencia en el crecimiento, desarrollo de habilidades y seguridad personal entre los ubicados en hospicios y los adoptados por familias. Se habló del síndrome de carencia afectiva en el caso de los primeros…)

—Veamos ahora la relación de la pareja, donde el amor toma una significación especial. Oí decir una vez: «Es muy importante que mucha gente te quiera, pero todo el mundo necesita a alguien para quien uno es el ser más querido. «Amar y ser amado hace a toda persona más segura de sí, está probado que se aumenta la capacidad de trabajo y de estudio, crecen las motivaciones creadoras, las energías.

«Por otra parte, cuando uno no tiene pareja, aunque se compense la falta de afecto en actividades, se vive castrado de una felicidad importante no sólo para el individuo, sino también para todos a su alrededor. De ahí la importancia social dé estar enamorado. Para ser un hombre útil al país, primero hay que buscar la felicidad individual, y esto, entre varias cosas, lo origina el amor.

¿Qué pasará con Adán y Eva?

«Los tiempos cambian, las Evas van dejando de ser costillas de los Adanes», me dijo una amiga, profesora de gimnasia moderna y madre soltera. Ella vive solamente junto a su hija porque, aunque no renuncia a las compañías masculinas, no quiere hombre en casa. Evita una relación estable para no enamorarse. De esta manera aparenta ser feliz.

Otro caso es el de un joven chofer que logra con facilidad los «entendimientos de alcoba» con muchachas de las distintas zonas geográficas por donde viaja. A él le pregunté qué te aportaba este tipo de relaciones y, luego de rodeos y risitas, me explicó que era una forma de establecer amistades, como cuando uno va a un baile y danza con un desconocido.

¿Acaso serán éstas nuevas formas de amar? Traslado mi duda a Mónica Sorín, también autora del discutido libro Siglo XX: ¿crisis del amor?

—Lo que me planteas tiene relación con la escasa cultura de los sentimientos en la actualidad. Grupos de distintas edades y ocupaciones discutieron, tras la lectura de mi libro, sobre la existencia de las relaciones sexuales sin motivaciones sentimentales. Conozco que, como consecuencia, esta gente va haciéndose infeliz porque no recibe ni es capaz de entregar un verdadero amor, pero me siento optimista de que la misma naturaleza humana lleve este sentimiento a ocupar su justo espacio: en aquellos diálogos colectivos, hasta las personas más escépticas las vi entusiasmarse con la posibilidad de los cambios.

«Por otra parte, no creo que las parejas hayan caído en crisis, sino más bien se van modificando una serie de pautas, los valores han ido cambiando. Actualmente se están estableciendo muchas sobre la base de la sinceridad, sin trabas sociales como los prejuicios raciales, ni tampoco por necesidades económicas. Y el amor, así, saldrá finalmente enriquecido.»

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[1] Publicado en BOHEMIA, año 82 no. 6; el 9 de febrero de 1990, páginas 4-9.

* Esta selección con motivo al 14 de febrero esta conformada por el Centro de Documentación
  • Para ver y descargar el texto “El amor nunca tendrá marcapasos” en formato PDF pincha aquí.

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