Foto./ abcstatics.com
Foto./ abcstatics.com

El peso de la resistencia

En respuesta a la arremetida de Israel contra el consulado persa en Damasco, Irán contraataca mostrando su fuerza. Se teme una escalada del conflicto


Israel está acorralado. Afirmación que puede parecer fuera de lugar si la situación actual en Asia Occidental se valora desde la perspectiva de la operación militar sionista contra Gaza. Si el asunto se sopesa desde la beligerancia del llamado Eje de la Resistencia Islámica, se verá que Tel Aviv se enfrenta a una presión cada vez mayor. Es cierto que en las últimas jornadas el foco de atención mundial ha recaído sobre el contraataque de Irán hacia bases militares israelíes el día 13 de abril de 2024, pero la pujanza en la región levantina de otras fuerzas contra el colonialismo de Israel no debe desconocerse. De su articulación dependerá una eventual escalada militar regional si Israel decidiera responderle a Teherán.

Actores internacionales de peso como Rusia han apoyado la narrativa iraní de que sus incursiones responden al artículo 51 de la carta de las Naciones Unidas, que estipula lo siguiente: “Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de la Organización de Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”. (1)

Antecedentes

Aunque los Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña padezcan de amnesia en su análisis de los hechos, la terca historia reciente no admite dudas. El 1º de abril del presente año la Fuerza Aérea israelí realizó un ataque aéreo contra el consulado general de Teherán en Damasco, asesinando a  11 personas, entre los que se encontraban siete oficiales del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán. Como dijimos en su momento, inmediatamente a esta violación de la soberanía siria e iraní, el mandatario persa, Ebrahim Raisi, manifestó que “el régimen sionista debe tener en mente que no será capaz de alcanzar sus objetivos siniestros con medidas tan inhumanas y que Teherán responderá con la misma moneda”. Y llegó este 13 de abril, cuando Teherán, según el sitio web iraní PressTv informó que los objetivos principales fueron bases militares del régimen de ocupación sionista, desde los Altos del Golán hasta el desierto del Negev. Uno de los blancos resultó el enclave que alberga aviones de combate furtivos F-35 –utilizados en el ataque contra el mencionado consulado–, además de unidades de F-15 y F-16, y grandes almacenes de armas. También fueron impactados el cuartel general de la inteligencia israelí en los Altos del Golán y una base aérea militar en el Negev. Irán no atacó ningún objetivo civil. (2)

Como se ve, esta andanada de entre 400 y 500 drones con misiles fue un ejercicio meditado y bien planificado para dejar bien claro que la República Islámica no tolerará ningún acto de terrorismo de Estado que ponga en riesgo su soberanía nacional, porque justamente eso fue lo que sucedió cuando Israel atentó contra una sede diplomática persa. Lo más increíble –tal vez no tanto– es que dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, Washington, París y Londres hicieron mutis ante dicho ultraje, mientras que a la luz de la represalia iraní alzan sus voces condenando el suceso, en franca y bochornosa parcialización con el atacante primero.

En una acción sin precedentes en el Oriente Medio, Irán lanzó centenas de misiles precisos contra objetivos militares israelíes, a una distancia de mil y mil 500 kilómetros. / almayadeen.net

Aun con ello, el Occidente colectivo no es tonto y sabe que, de desatarse un amplio conflicto, al margen de la inseguridad planetaria, la economía mundial peligraría, en especial por su directa relación con los precios del petróleo, que, en estos instantes, van por 90 dólares el barril. Ante semejante escenario, hasta el mismísimo presidente estadounidense Joe Biden telefoneó a su aliado israelí, el primer ministro Benjamín Netanyahu, recomendándole moderación, si bien la Casa Blanca declaró solidarizarse con Tel Aviv frente a su archienemigo.

Incertidumbre

De todas formas, no existen demasiadas garantías de que Netanyahu vaya a ceder, dada su biografía de desatinos militares y políticos, de creerse por encima de la ley. Hay una cosa cierta: es sumamente calculador y, aunque haga amagos de guerra a gran escala, puede ser que al final ceda a las presiones internacionales, dejando zanjado el asunto, tal como Irán cuando concluyó sus ataques con drones y misiles balísticos. A pesar de saberse acompañado del apoyo logístico yanqui y europeo, Israel es en definitiva el que está en la primera línea.

Es aquí entonces donde entran las otras fuerzas anticoloniales mencionadas al inicio del comentario. El diario Haaretz tuvo que reportar que el movimiento libanés Hezbolá también bombardeó el norte del territorio hebreo con cientos de cohetes, lo cual provocó pánico entre la población de Israel. Por otra parte, Yemen también lanzó sus misiles, en tanto que la Resistencia Islámica de Iraq atacó la base de defensa aérea y antimisiles en el cuartel de Kila, en el ocupado Golán sirio. Redondeando, Israel debe andar con pies de plomos, porque, hoy por hoy, existe una articulación de contendientes muy bien preparados en lo psicológico y lo militar.

En un principio, la resistencia islámica se activó como respuesta ante el genocidio sionista contra los palestinos, y, llegado el caso, volverá a estar del lado de Teherán, por encarnar un exitoso país independiente con sobrada gallardía para enfrentarse a todos los imperios. (3)

Aviso

Las autoridades persas han declarado que si Tel Aviv “comete otro error, la respuesta de Teherán será considerablemente más severa”, puntualizando que “este conflicto entre Irán y el régimen beligerante de Israel es algo de lo que EE.UU. debe mantenerse alejado”. Advertencia válida para sus vecinos árabes: en un mensaje en X, el ministro de Defensa iraní, el general Mohammad Reza Ashtiani, señaló que “cualquier país que abra su espacio aéreo o terrestre para atacar a Irán recibirá nuestra respuesta decisiva”.

Netanyahu debe sopesar qué línea seguir, porque atrás quedaron sus días en que podía hacer y deshacer a su antojo. El colonialismo israelí y sus secuaces no han sido derrotados, pero se les pone el pecho, y eso llega a ser disuasivo.

Comparte en redes sociales:

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos