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En cuenta regresiva

Hay oficios y profesiones honorables: una de ellas es la del maestro, al encargarse de hacer llegar a los educandos “el cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria”


Aylén es de esas niñas cuya familia siempre está un paso por delante en todo lo relacionado con su educación; desde los hábitos que corresponde fomentar en la casa, hasta el apoyo a sus maestros en la escuela, algo que debería ser regla, pero en general no lo es. El inicio del próximo curso escolar ya está en cuenta regresiva; ella se prepara para que nada falle y comenzar su segundo grado bien, desde el primer día, el 4 de septiembre.

La pequeña estudiante tiene siete años y sabe que debe ir a la escuela, mas, no tiene –como miles de niños en el país– la más mínima idea de los retos que sortea el Estado para iniciar un período lectivo normal, luego de tres años de enfrentamiento a las imposiciones de la covid-19.

Aylén ha crecido un poco, hay que arreglarle el uniforme. / Veneranda Rivera

En el primer trimestre de este año comenzaron los trabajos por el perfeccionamiento del personal docente, desde la nación hasta los municipios, con los seminarios metodológicos.

Para el universo educacional devienen imperativo transformaciones que garanticen la calidad de la enseñanza y propicien resultados docentes más altos, que minimicen los efectos de la pandemia, por las condiciones en que fue preciso trabajar, teniendo en cuenta que la actividad a distancia no rinde los mismos frutos que la presencial. Ese contacto permanente maestro-alumno es muy provechoso.

El 11 de agosto último, durante una reunión relacionada con el inicio del curso 2023-2024, el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aseguró que este es “un curso sumamente retador” y, luego de ponderar el notable esfuerzo que requirió enseñar en las difíciles condiciones de la covid-19, precisó que ahora dos aristas deben ser tenidas en cuenta en el presente curso escolar: el grupo de experiencias aportadoras, que garantizan perfeccionamiento en los procesos educativos; y lo que ha quedado como punto de partida si se trata de “cosas que tenemos que resolver y que tenemos que superar”.

Un entorno muy distinto es preciso enfrentar, incluso, diferente a los momentos iniciales de la pandemia, por lo cual las exigencias formativas son superiores. No olvidar cómo cambió la vida de la humanidad en estos tres años; cómo se ha agravado la situación económica, junto con el incremento de los instintos hegemónico de las grandes potencias. En el caso de Cuba vivimos momentos muy difíciles, y se viven problemas de cuyo origen no siempre hay conciencia clara. Entonces, es preciso explicar, persuadir, argumentar, lo que se logra con mayor exigencia en la formación ciudadana.

En 46 semanas de duración, con presencialidad total, en el nuevo curso se generalizará el Tercer Perfeccionamiento del sistema de educación en el país, que se aplicaba en medio de la pandemia, pero ahora la situación será más favorable para este objetivo.

Según la ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, para el completamiento de los trabajadores docentes La Habana, Mayabeque, Matanzas y Sancti Spíritus son las provincias con mayores dificultades, mientras que Pinar del Río, Santiago de Cuba, Guantánamo, y Granma presentan un panorama más favorable.

La ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, ofreció diversos detalles acerca del nuevo curso escolar./ presidencia.gob.cu

Se garantizan, en palabras de la titular, los uniformes escolares para todos los grados iniciales. Destaca una nota publicada en el sitio Presidencia Cuba queen unos casos con dos uniformes y en otros con uno. Y gradualmente, en la medida en que lleguen las piezas destinadas a los continuantes, se les entregarán, con especial prioridad, para la educación primaria.

Para disponer de los materiales escolares se ha hecho un gran esfuerzo y prevalece la disposición de tenerlos al abrir las aulas, pero la realidad también nos dice que el papel no abunda y que otros recursos también escasean, por lo cual es importante convertir la creatividad en arma permanente.

En el orden cualitativo hay aspectos esenciales a perfeccionar, como el mejor dominio del diagnóstico socio-político y pedagógico de los alumnos; mayor coherencia en la instrucción del trabajo político e ideológico, lo cual se reflejará en el modo de actuación de los estudiantes; la asistencia e incorporación a las actividades políticas y culturales; y el avance en los objetivos formativos de la clase.

La nueva etapa demanda mantener la labor diferenciada con los estudiantes, en cuanto a la planificación, ejecución y control del trabajo independiente; insistir en la total integración de todos los componentes de la labor metodológica y en llevar el protagonismo del profesor guía a niveles requeridos.

Este 4 de septiembre Aylén, como muchos niños, va a estar feliz, porque cada vez que un maestro abre de par en par las puertas de su aula, para dar paso a los alumnos, es como si los estuviera invitando a entrar a un templo donde se le rinde culto al saber. En el momento en que ese hombre o mujer muestra a sus discípulos cómo sumar un conocimiento, lo está iluminando con la luz más limpia de la tierra, la de la enseñanza.

Hay oficios y profesiones honorables: una de ellas es la del profesor, al encargarse de hacer llegar a los educandos “el cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí, y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria”, como dijera el Héroe Nacional José Martí.

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