Perteneciente al Grupo BioCubaFarma, el Laboratorio Farmacéutico Oriente tiene cinco líneas de producción: tabletas, sueros, soluciones concentradas para hemodiálisis, vendas enyesadas y sales de rehidratación oral. Es uno de los punteros de Santiago de Cuba y del país en la producción de medicamentos

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Mientras en la intensidad de los hospitales cubanos luchaban a brazo partido para restarle pérdidas humanas a la covid-19, los trabajadores de la Empresa Laboratorio Farmacéutico (LBF) Oriente no medían el tiempo de permanencia en sus puestos. Mientras en los recintos de la salud se batallaba por la vida, y cada ser humano que volvía con los suyos era una victoria, los de Santiago de Cuba hacían su parte.

En el protocolo de acción para atender a los pacientes de covid-19 están ellos, con cinco fármacos para el apoyo al programa: sueros (cloruro de sodio de 500 mililitros y dextrosa), dipirona y tres tipos de tabletas de origen natural (anamú, moringa y biprol).

La empresa no se distingue solo por eso, sino por muchos aportes. Por tal razón, al indagar acerca de los colectivos destacados para que Santiago de Cuba obtuviera la sede por las celebraciones del 26 de Julio, el LBF Oriente aparece entre los punteros.

¿Quiénes son?

El ingeniero Jorge Oreste Fernández Batista, su director general, siente orgullo de su colectivo de 677 trabajadores. La tecnología para la fabricación de tabletas es un tanto obsoleta, mas, la fuerza, el potencial, está en el capital humano y su estabilidad. “Son, aproximadamente, 250 profesionales altamente calificados, entre los que destacan ingenieros y licenciados en Química, junto con los de Farmacia. Pero hay otros especialistas –de Informática, Electricidad, Mecánica…, los obreros y el personal auxiliar– igualmente importantes, por ser este un gran complejo de cinco líneas productivas”.

Las líneas de esta empresa perteneciente al Grupo BioCubaFarma, son: Soluciones Parenterales de Gran Volumen (sueros), Soluciones Concentradas para Hemodiálisis, Equipos Médicos (vendas enyesadas) y Polvos Orales (sales de rehidratación oral) y Comprimidos Orales (tabletas).

Su responsabilidad social es producir y tributar al cuadro básico de medicamentos del país: el ciento por ciento de las vendas enyesadas y de las sales de rehidratación oral, el 17 por ciento de las tabletas, el 50 por ciento de las Soluciones Concentradas para Hemodiálisis y el 75 por ciento de los sueros. “Sabemos que no se cubre la demanda, pero estas producciones contribuyen a la reducción de importaciones. Ello nos lleva a estar en constantes desafíos”, afirma el directivo.

De la producción, detalles

Sobrecumplen el plan de ventas en un 26 por ciento; el de ingresos, en un 29 por ciento; y el de utilidades, en cuatro por ciento, mientras que la productividad se multiplica casi por 10 veces, respecto al primer semestre del año anterior. En todos los indicadores presentan crecimientos. Responden así al llamado a resistir de manera creativa, a la vez que materializan sus planes y desarrollan nuevos productos.

“Una de nuestras líneas más importantes –dice el director general– es la producción de sueros. Ya introdujimos dos de tipo complejo: el metronidazol, un antibiótico de amplio uso; y el ringer con lactato, para hidratar, vital en el enfrentamiento a epidemias tales como el cólera, el dengue… Este año pensamos añadir otro, el de ciprofloxacino. En un futuro empezaremos a producir el dializol”.

Aclara que entre 2022 y este 2023 no todo ha sido fácil. Al comenzar el año pasado, la planta estuvo paralizada. Fue objeto de un proceso inversionista para la introducción de cambios tecnológicos, un equipo de formulación mucho más avanzado destinado a la asimilación de los nuevos productos, lo que permitió –con la cooperación del grupo de investigación y desarrollo de la Empresa, con todos los tecnólogos y especialistas– comenzar a dominar la nueva tecnología y responder, en lo posible, a las necesidades del país.

“Si nos vamos para la línea de tabletas, una planta pequeña, pero produce en un mes hasta cien millones de pastillas altamente cotizadas en el mercado nacional. Me refiero a la dipirona, aspirina, diazepam, alprazolán, naproxeno y fenitoina, entre otros”.

Una de sus principales fortalezas radica en el desarrollo, elaboración y venta de productos naturales con plantas medicinales, derivados apícolas y otros, de los que se aprovechan sus propiedades antioxidantes y nutritivas. “Una línea de desarrollo con resultados significativos es la de tabletas de moringa, muy completas y de uso universal. Es un reconstituyente, antinflamatorio, fuente de proteínas y potasio, antioxidante; fortalece el sistema inmunológico, contribuye a combatir el ácido úrico alto. Es uno de los proyectos a los cuales Fidel dedicó mucho tiempo y dejó ideas claras acerca de cómo incrementar su producción en Cuba”.

Aunque hoy no la están elaborando, en el LBF obtienen la tableta de lecisán, suplemento nutricional antioxidante con efecto hepatoprotector e hipolipemiante. Usan para ello la lecitina de soya, residuo del proceso de la semilla para obtener el aceite. Novedoso es el citrato de potasio. Comenzaron a desarrollarlo en los laboratorios como suplemento y ya esperan el registro como medicamento por el Cecmed.

Es un revelador aporte para combatir la litiasis renal. Jorge Oreste da fe de su efectividad, porque en la etapa de prueba él fue ‘conejillo de Indias’ y lo liberó de los dolorosos cálculos en los riñones. “Yo lo consumo y, desde hace ocho años, no sufro los cólicos nefríticos. Hay buenas perspectivas; al producirlo aquí estaríamos ofreciendo un medicamento de gran importancia y muy caro a nivel mundial”.

Las tabletas de anamú son para enfermedades tan severas como el cáncer; también se ha descubierto su efectividad en los dolores articulares por ser antinflamatorio; igualmente, protege al sistema inmunológico. Las de pasiflora ya están registradas como medicamento ansiolítico. El biprol, que se obtiene del propóleo –en combinación con otras materias primas verdes– es, además de reconstituyente, eficaz en el tratamiento de la giardiasis y de afecciones respiratorias.

Atención al trabajador

Una reflexión colectiva trasciende en el LBF Oriente: la complejidad de esta empresa exige ocuparse mucho del potencial humano. La estabilidad laboral se logra con trabajo. Disponen de una tienda para la venta de mercancías a precios muy bajos. La atención primaria de salud y los servicios de estomatología están a la mano, en el puesto médico de la entidad, que, en ocasiones, apoya a la comunidad.

“Hay exigencias a cumplir –comenta Jorge Oreste–, principalmente, las relacionadas con la disciplina y la calidad. El salario medio, reflejo del desempeño, es de unos 7 000 pesos, en sentido general; pero se verá en toda su magnitud en la medida que se recuperen los precios a nivel del país.

“Para todo contamos con el acompañamiento de las organizaciones: un Comité del Partido con seis núcleos; un Buró sindical, que agrupa a 22 secciones sindicales, y el comité de base de la UJC, pues el 20 por ciento de los trabajadores son jóvenes menores de 30 años. Durante tres años consecutivos hemos mantenido la condición de vanguardias nacionales, ostentamos la medalla Jesús Menéndez y somos la primera empresa de BioCubaFarma en merecer el Premio del Barrio.

“No acostumbramos a esperar orientaciones, tenemos iniciativas. Por ejemplo, en los plenos del Comité Central del Partido o en la Asamblea Nacional del Poder Popular se dan indicaciones que enseguida adecuamos para hacer lo que nos toca”.

Retos

“Vencer las limitaciones para explotar al máximo las capacidades; lograrlo nos permitiría asegurar la presencia de nuestros medicamentos en centros de salud y farmacias. Mientras, estaremos insatisfechos. Al mismo tiempo, sentimos la necesidad de concluir un proceso de modernización de nuestra principal instalación. Para ello se necesitan recursos. Conocemos qué hacer, contamos con proyectos para todo. No estamos de brazos cruzados, sino buscando fórmulas. Modernizamos algunos equipos importantes de la planta de sueros, pero queremos continuar. Hay diseños para una segunda línea allí, de tecnología muy avanzada y costosa; no obstante, es preciso insistir: son retos que tenemos”.