¿Guerra hasta siempre?

Mientras el Departamento de Defensa prepara un despliegue militar en el Mediterráneo Oriental, miles de personas protestan en contra del genocidio en la Franja de Gaza


En estos días de horror en el Levante, cuando las noticias son misiles apuntando a la esperanza, muchos recuerdan los acontecimientos posteriores al 11 de septiembre de 2001. Los rememoran por las contradicciones de los políticos de Estados Unidos, por la idea del genocidio, por la respuesta de un grupo diverso de ciudadanos sobre las consecuencias a largo plazo de los crímenes. Algunos de ellos, incluidos Rosa Parks, Harry Belafonte y Edward Said, escribieron en ese entonces:

Desde el Congreso respaldaron la entrega de miles de millones de dólares al país ocupante. / istock.com

“Prevemos que una masacre desencadenará un ciclo de escalada de violencia y pérdida de vidas inocentes… Nuestra mejor oportunidad es actuar con decisión y cooperación como parte de una comunidad de naciones dentro del marco de derecho internacional…”.

Veintitrés años después, esta declaración es una trágica nota a pie de página de la “guerra contra el terrorismo” (muchas veces entre comillas), que dejó en la miseria (nunca entre comillas) a toda una región del planeta. Provocó la muerte de cerca de 4,5 millones de personas, mientras costó a Washington casi nueve billones de dólares.

Lamentablemente, las palabras y acciones de los políticos norteamericanos revelaron una amnesia histórica, incluso voluntaria, sobre las desastrosas repercusiones de su belicismo. Un ejemplo: Estados Unidos fue el único miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas que se opuso a la entrega de ayuda vital en Gaza tras los ataques de Israel a ese enclave. Además, todos los miembros del Congreso, salvo unos pocos, respaldaron la entrega de miles de millones de dólares al país ocupante en el Oriente Medio.

Durante las últimas semanas, el Departamento de Defensa preparó un posible despliegue. Por su parte, los administradores universitarios sugirieron a los estudiantes reservistas estar preparados por si son llamados a filas. En medio de este frenesí de fanfarronadas y músculos, la Franja de Gaza se está convirtiendo en un infierno, plagado de muerte, enfermedades, hambre, sed y desplazamientos.

En las últimas semanas han surgido protestas a favor de la paz en todo el mundo. / losangelestimes.com

En medio de la oscuridad, un destello de esperanza en las últimas semanas ha sido el surgimiento de protestas pacíficas a favor de la paz en todo el mundo. Desde África, Asia y América Latina hasta Europa, cientos de miles de personas han marchado exigiendo un alto al fuego, incluyendo posiblemente medio millón de personas en Londres. En Estados Unidos, decenas de miles de ciudadanos se unieron en manifestaciones similares en numerosas urbes, desde Nueva York hasta Washington, pasando por Chicago y San Francisco.

Sin duda, estas marchas representan la mayor movilización contra la guerra desde la invasión de Irak en 2003 y están uniendo a diversas comunidades de forma alentadora. En este momento se están forjando nuevas alianzas y relaciones que perdurarán en los años venideros. Esto es un pequeño triunfo en lo que probablemente resulte una aterradora crisis global, pero es una victoria de todos modos.

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