Inédita competencia electoral para México

Por primera vez en la historia mexicana dos mujeres son la apuesta de los principales partidos políticos para las elecciones presidenciales de 2024. Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se enfrentan al gran desafío de romper políticas machistas y patriarcales


El futuro de México tiene rostro femenino. Si no sucede una sorpresa —algo que en política es bien probable—, todo apunta a que en las elecciones presidenciales de junio de 2024 ganará, por primera vez en la historia, una mujer.

Sheinbaum y Gálvez competirán por la presidencia de México. / La Jornada

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez son las dos principales aspirantes a nuevas inquilinas del Palacio Nacional, según todas las encuestas.

Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la capital, obtuvo más de 40 por ciento de apoyo en cinco encuestas realizadas a 12 mil 500 ciudadanos y será la candidata presidencial del partido gobernante Morena y la heredera del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.

La aspirante integra la coalición Juntos Hacemos Historia, fundada por López Obrador e integrada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y los partidos del Trabajo y Verde de México. Es la mayor fuerza electoral del país y la que dio el triunfo al gobernante actual, en julio de 2018.

Esta mujer, licenciada en Física, obtuvo una maestría y un doctorado en Ingeniería en Energía. Como funcionaria pública, se desempeñó en el cargo de secretaria de Medio Ambiente durante el lapso de López Obrador al frente de la Ciudad de México y desde entonces la relación entre ambos es bastante estrecha.

Lo acompañó en sus tres campañas políticas hacia la dirección del país hasta 2018, cuando fue elegido presidente y ella jefa de Gobierno de la Ciudad de México, con 47 por ciento de los votos.

Después de cuatro años y medio de administración, dejó el cargo en su aspiración de ser candidata presidencial de su partido.

En la contienda por la presidencia en los comicios, en los que también serán elegidos los miembros del Congreso, alcaldes, asambleas municipales y otros cargos públicos, Sheinbaum enfrentará a Xóchitl Gálvez, la candidata del principal bloque opositor en el país, el Frente Amplio por México, que integran los partidos Acción Nacional (PAN al que ella pertenece), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).

El Frente es auspiciado por un poderoso lobby empresarial que encabeza Claudio X González y cuenta con el apoyo de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Felipe Calderón, dos de sus más destacados impulsores.

No obstante, se enfrenta al buen momento político que vive la dirección de López Obrador y su alta popularidad, por encima de 65 por ciento de aprobación, según Morning Consult.

Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz es política, ingeniera y empresaria. Nació el 22 de febrero de 1963 en Tepatepec, Hidalgo, en el centro del país.

Hasta hace poco prácticamente una desconocida, accedió al Congreso de la República en septiembre de 2018, como parte del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN). Un hito para su carrera política.

Gálvez proviene de una familia con raíces indígenas y suele usar su idioma nativo, el ñähñu, en algunos de sus discursos.

Pese a su origen de pueblo, logró amasar una fortuna retadora, pudo formarse como ingeniera, ser alcaldesa en Ciudad de México y diputada por el PAN.

En su carrera política hace una constante mención a los pueblos originarios, prometiendo luchar por la equidad y el desarrollo económico en zonas marginadas. De hecho, participó en la creación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

«Yo, Xóchitl Gálvez, de origen ñähñu, de Tepatepec, Hidalgo, acepto con gran orgullo el honor de coordinar los esfuerzos del Frente Amplio por México», aseguró durante su nominación.

Ambas mujeres se sienten seguras de que México está preparado para tener una figura femenina al frente del país.

¿Cuán cierto es eso?

De ambos bandos, hay analistas que aplauden esta posibilidad y otros que cuestionan la preparación para recibir a una dama en la presidencia, a pesar de que mujeres se han desempeñado como gobernadoras, secretarias de Estado, directoras de importantes empresas.

Pero este escenario femenino de hoy ha sido posible gracias al esfuerzo de ambas aspirantes. Claudia y Xochilt lograron posicionarse en Morena y Frente Amplio con sus formas de hacer política, sus propuestas y los modos de conectar con las personas, explican expertos nacionales.

No obstante, son muchos los desafíos por venir, entre ellos hacer frente a la violencia política a las que ambas aspirantes son sometidas. Se les critica por su físico, su forma de vestir, incluso por su origen. Lo cierto es que sus detractores no han escatimado un solo argumento para descalificarlas.

A pesar de algunos avances en términos de igualdad de género, en México imperan el machismo y las visiones misóginas, sobre todo en una coyuntura en donde la inseguridad y la presencia del crimen organizado preocupan muchísimo a la población.

Para Sheinbaum, sin embargo, como lo señaló en su último discurso como jefa de Gobierno, la meta es buscar “realizar el sueño de que una mujer dirija al país”.

Faltan nueve meses para las elecciones generales, pero las cartas están sobre la mesa y cualquiera de las dos candidatas puede llegar a la presidencia y marcar un hito.

De acuerdo con la ley electoral mexicana, el proceso presidencial y legislativo de 2024 debe arrancar este mismo mes de septiembre y las campañas en la tercera semana de noviembre.

Nada está cantado aún en la contienda comicial, donde también serán elegidos los miembros del Congreso, alcaldes, asambleas municipales y otros cargos públicos. Mas, la competencia entre dos mujeres por la presidencia supone un mensaje muy poderoso y el solo hecho de que ellas lideren la contienda, ya es historia.

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