La delectación ¿exquisita?

Reflexionemos juntos sobre actos creativos que exigen ser interpretados en sus dimensiones conceptuales y estéticas para enriquecer intelectos y activos disfrutes


El arte no emerge del arte sino de la propia vida. Esta aseveración, en apariencia simple, conlleva a pensar: qué se selecciona de esa propia vida y cómo contarlo para lograr agrado por parte de quienes recibirán ese fragmento de lo elegido en mundos amplios y diversos, particulares, infinitos.

Internarse en el tejido social demanda, entre otros requerimientos, buenas ideas, investigaciones, madurez en profundidad, estudios de la conducta, del comportamiento y el diálogo enriquecedor para saber más del otro ser humano.

¿Puede el medio televisual conquistar a los públicos al concebir mensajes breves, visualidades provocadoras, palabras propias de la voluntad indagatoria?

Sin duda, lo ha intentado. Por ejemplo, en spots orientados a promocionar exposiciones o particulares estéticas de artistas jóvenes y consagrados.

No obstante, falta sistematicidad en mantener ese empeño, la estrategia de mostrar el detalle, el rasgo irrepetible que permite identificar al autor o la autora sin un ápice de confusión.

Varios programas enfatizan ver y reconocer lo auténtico y lo valioso en las artes visuales. El Noticiero Cultural (lunes a viernes, 6:30 p.m.), Signos, (jueves, 3:45 p.m.), ambos por Cubavisión, y Mirada de artista (Canal Educativo, jueves, 4:00 p.m.).

Circunstancialmente, a propósito de eventos, festivales y bienales, periodistas, guionistas y realizadores, asumen el difícil reto de compartir, en poco tiempo, la promoción del hecho expositivo. Pero sigue faltando ir más allá de lo evidente a simple vista, ya sean registros, soportes, géneros o variantes lingüísticas. Urge interpretar, valorar, resignificar elaboraciones del creador o de la creadora. Así las audiencias aprenden a tenerlos consigo. De lo contrario, la validación cultural fenece, queda, apenas, en el ambiente y el destello de una cobertura primaria, externa.

Foto. / Leyva Benítez

En cierta oportunidad la destacada pintora Ileana Mulet comentó a BOHEMIA: “Necesitamos que las personas sientan nuestro arte. Pensamientos, colores, texturas, planteamientos temáticos, son parte del cuadro, y tienen el propósito de estimular la conciencia perceptiva desde edades tempranas”.

Por otro lado, de ningún modo perdamos de vista: el lenguaje televisual tiene su principal componente en el plano. La composición interior se define sobre la base del lenguaje fotográfico que combina luces y sombras.

Junto a las formas canónicas del medio aparecen nuevos formatos –con tiempos y estilos diversos–, estos mezclan convenciones clásicas e innovadoras.

Exige la TV una estética del impacto, de la comprensión inmediata, pues opera en las sensaciones. A veces, son colocados disímiles elementos en el plano para “adornar”, en consecuencia, pierden relevancia el sujeto y el objeto protagonista.

Podemos concebir y lograr la delectación exquisita, esta supone el desciframiento adecuado de obras y artistas. Es preciso estudiar, estudiar y estudiar. Los saberes no tienen ni límites ni fronteras.

La obra de arte considerada bien simbólico no existe como tal sino para quien posee la capacidad de apropiársela, es decir, descifrarla. Los contextos son el marco de referencia donde la comunicación se produce, por tanto, le conceden prominencia al núcleo germinativo de la puesta, le otorgan connotaciones a sus códigos y signos, contribuyen a establecer asociaciones, juicios de valor.

Cultura y entretenimiento no son un par antagónico. Reflexionemos sobre la forma del contenido, la organización de lo que se dice y cómo se dice ante la cámara, el registro fotográfico de esa realidad otra. Todos los elementos legitiman el reconocimiento. Los nuevos sentidos del arte requieren complicidades de realizadores, directivos y públicos. Eslabones sueltos entorpecen la lectura iconográfica de la visualidad. Estar atentos para seguir cultivando el espíritu de manera creativa enrumba hacia vías propositivas. Seducir a las mayorías, de esto se trata.

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos