Artemisa es finalista de la II Liga Élite del Béisbol Cubano. Breves declaraciones de Yunieski González, director técnico de los Cazadores, a BOHEMIA
Artemisa se convirtió en el primer clasificado a la gran final de la II Liga Élite del Béisbol Cubano, tras vencer a Industriales en un play off semifinal que terminó en el quinto juego.
Al concluir el último choque en el Estadio Latinoamericano, conversamos brevemente con Yunieski González, director técnico de los Cazadores, aún en medio de la euforia colectiva que parecía estremecer toda la banda de primera base.
«Fue un cruce muy parejo, a pesar de que solo perdimos un encuentro las pizarras no fueron dispares. Mis respetos para Industriales», dijo.
A la pregunta sobre el no favoritismo de sus discípulos, expresó: «aunque la mayoría no nos consideraba ni siquiera para incluirnos en la postemporada, yo sí pensé que por nómina éramos de los mejores».
«Ahora tenemos que estar muy concentrados en lo que sigue. Tanto Matanzas, con varios peloteros que han jugado en ligas profesionales, como Las Tunas, actual campeón nacional, son oponentes difíciles», comentó.
Finalmente, agradeció por el apoyo a los seguidores que hicieron el viaje hasta el Coloso del Cerro.
Y no fueron pocos. Los aficionados de Artemisa fueron hasta La Habana los tres días para ver a su equipo. Llegaron sobre todo en guaguas rentadas con pasajes de hasta 800 pesos por persona, desde los diferentes municipios de la vecina provincia.
Una auténtica marea roja apasionada inundó las gradas del estadio capitalino y se llevó en definitiva el mejor trofeo, pues además del codiciado pase a la final, vieron jugar a un equipo aguerrido, que -pese a colarse por primera vez en una postemporada-, pues nunca lo habían hecho con el nombre de Artemisa, vino a jugar buen béisbol, sin complejos en la gran urbe y vencieron a un histórico como Industriales.
Otro hecho marcó también el desarrollo de este cruce de postemporada: la visita al Estadio Latinoamericano de Tony Oliva, integrante del Hall de la Fama de Cooperstown.
Novato del año en la Liga Americana en 1964, guante de oro en 1966 y figura paradigmática del béisbol de las Grandes Ligas estadounidenses en la década de los años 60. Brilló siempre para los Mellizos de Minnesota y su número seis fue retirado de esa franquicia en su honor.
Oliva saludó a los equipos de Artemisa e Industriales antes de lanzar la primera bola del tercer partido en esa serie semifinal de la II Liga Élite y sorprendió a todos cuando caminó por varios pasillos del Coloso del Cerro, entre aplausos de los aficionados, que incluso en algunos casos consiguieron acercarse para selfies.
Y así las cosas. Un sorprendente Artemisa espera por su rival, que saldrá del cotejo Matanzas-Las Tunas, el cual marchaba 3-2 favorable a los Cocodrilos, cuando se preparaban para efectuar el sexto choque en tierras yumurinas.
A propósito, en ese enfrentamiento Danel Castro impuso una marca memorable. El experimentado tunero, a sus 47 años, se convirtió en el único pelotero cubano que arriba a la cifra de 2 500 imparables. Una auténtica leyenda vida de nuestro béisbol.
La conexión se la dio al zurdo Yoennis Yera, por cierto, el primero en ir hasta la inicial para felicitarlo. Fue un texas al jardín derecho y ocurrió en la parte baja de la entrada inicial del juego cinco, efectuado en el Julio Antonio Mella. Así que se lo regaló a su afición, la cual no paró de aplaudirle mientras recibía el reconocimiento de peloteros, entrenadores y autoridades de esa provincia.
Sin embargo, todo parece haber terminado para los campeones de la Serie Nacional 62. Matanzas, con un plantel de lujo, está a solo un éxito de avanzar a la final. ¿Será que la historia ya está escrita?
