
La exposición “surge precisamente de esa necesidad de que los artistas puedan discursar desde la contemporaneidad y desde el universo de la cerámica en torno a la connotación histórica, simbólica, espiritual y social de la espiral, por la significación que ha tenido esta forma y también por todas sus posibles acepciones y conjeturas, y cómo esto se puede traducir en propuestas instalativas dentro del amplio espectro de la cerámica contemporánea cubana”.
Así se expresó Surisday Reyes, curadora de la muestra Gesto espiral y directora del Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea Cubana, en el programa Vitrales, de Cubavisión Internacional. Además, en declaraciones concedidas a otros medios de comunicación enunció que en el conjunto confluyen disímiles posibilidades y que la nómina de creadores resulta heterogénea en cuanto a estéticas personales.

“No nos interesaba la recreación exacta de una espiral, sino todo lo que simbólicamente podía representar”, ha puntualizado Reyes. Consecuentemente se observan variados colores, texturas y procesos creativos, los cuales de modo metafórico aluden a la creación y el desarrollo, a maneras de reflexionar sobre la propia vida diaria, los ciclos y los cambios en nuestra existencia.
Temáticas como las relaciones interpersonales en la sociedad, las modas y los altibajos emocionales están presentes en Gesto espiral, que con un trabajo curatorial encomiable, el cual abarcó más de un año, permitió reunir estas maravillosas obras, demostración de la calidad de las artes visuales cubanas desplegadas en la actual Bienal.