Músicas para el alma divertir

En los hogares cubanos, la radio, la televisión, los centros nocturnos, destacadas figuras motivarán el abrazo sonoro que durante la despedida del año 2022 y siempre es muy bien recibido en todos los rincones de Cuba


El nuestro es un pueblo bailador. Varias generaciones disfrutan de diferentes géneros al mover los pies y el cuerpo en más de un escenario. Las fiestas de fin de año son más gratas con buenas músicas de fondo, sí, en plural, porque tanto canciones como sones, guarachas, incluso descargas de instrumentistas talentosos, propician aplaudir frases sonoras, rítmicas, montunos o improvisaciones libres.

Para estimular el interés de quienes comparten el gozo de la calidad artística lideran propuestas en la radio, la televisión, las redes sociales, que incluyen conciertos online, presentaciones de discos, audiovisuales, solistas, conjuntos, orquestas.

Sin duda, reuniones familiares en hogares, casas de amistades, centros nocturnos, entre otros lugares, recibirán el rico influjo de tradiciones, raigambres, renovaciones implícitas en composiciones, que seducen mediante ideas incorporadas por creadores noveles y de larga experiencia.

En los tiempos actuales, impera la hibridez, el entrecruce de ritmos, la conexión entre estilos, que conducen las coordenadas de rumbos afortunados en el arte cubano.

De ningún modo por azar las audiencias de Radio Progreso prefieren a la Aragón, la “orquesta de casa”, que protagonizará espectáculos en el dial y en el medio televisual.

La Aragón, nuestra eterna charanga, convoca mediante su particular estilo.

Sobre la legendaria agrupación ha destacado Rafaelito Lay, su director: “Para nosotros es esencial mantener la sincronización de los instrumentos y nuestro timbre característico de charanga eterna. Bailadores jóvenes nos han manifestado: el swing de la Aragón es único, este reconocimiento reafirma un oportuno sentido de contemporaneidad”.

Sin duda, la formación profesional de los músicos en Cuba sobresale por la solidez de las competencias profesionales que demuestra significativas fortalezas del sistema de enseñanza artística.

Durante las celebraciones este fin de año se imponen distintas combinaciones tímbricas y sonoras, en ellas los músicos son “dueños” de instrumentos de colores variados, lirismo melódico,  propuestas sorprendentes.

Beatriz Márquez, Premio Nacional de Música, invita a tararear bajito hermosas canciones.

La Musicalísima Beatriz Márquez envía un cálido saludo a los cubanos y las cubanas. “Sigan escuchando mi homenaje al inolvidable maestro Adolfo Guzmán, le dediqué un disco de pura cubanía. Él lo inspiró con su obra. Cuando tengo el micrófono en mis manos y empiezo a cantar soy consciente de que las grabaciones reunidas en ese soporte requieren la escucha de las mayorías, así defendemos la calidad artística y desterramos lo chabacano y el mal gusto”.

¿¡Quién puede olvidar la valía del desaparecido Adalberto Álvarez!? El son que tanto cultivó fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2012. Así se reconoció la prominencia raigal de ese género en la historia de la música cubana.

Durante las fiestas estará presente, pues se ha conformado como el complejo genérico más importante de nuestras expresiones sonoras, por la incidencia alcanzada en la expresión bailable y su función social.

Imposible olvidar al maestro Adalberto Álvarez, emblemática figura de la música cubana.
Las guarachas de Tony Ávila provocan la reflexión y el pleno disfrute.

Otro potente baluarte que convoca es Tony Ávila. Ningún estribillo de este trovador es inocente. Los públicos suelen pedirle La choza de Chacho y Chicha y otras piezas de su autoría, en las cuales rinde homenaje al conjunto de Matamoros, El Guayabero, Ñico Saquito. Le gusta movilizar el pensamiento con sonrisas y textos reflexivos.

En gran medida aflora su condición de maestro. Estudió en el Instituto Superior Pedagógico Juan Marinello, de Matanzas, donde aprendió la importancia del desarrollo de los procesos a la luz del diálogo y el trabajo concertado entre instituciones docentes, estudiantes y maestros.

El encuentro casual de Yumurí y Maraca ha sido registrado en audiovisuales que transmitirá la televisión.

Ese dar-recibir en tanto indivisible unidad dialéctica, establece tres dimensiones fundamentales relacionadas con lo instructivo, la educación y el desarrollo paulatino. Todo esto se constata en la excelencia de los espectáculos que han sido grabados y filmados en vísperas de fin de año. Múltiples demostraciones revelarán la doble valía de la praxis, de la academia; la primera ha legado talento, sabiduría, creatividad, de una generación a otra, la segunda sedimenta conocimientos y experiencias seculares.

Lo constatan dos hermanos en un dúo ocasional: Moisés Valle (Yumurí) y Orlando Valle (Maraca). Ambos siempre piensan en los bailadores sin límites de edades o diferencias de género.

Esperar el 2023 con el ánimo presto ayudará a seguir entonando Cuba va para este y para todos los tiempos.


CRÉDITOS

  Fotos: Leyva Benítez

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