“No hay posibilidades de que se cumpla el programa de la vivienda”

Dayana Beyra Fernández, diputada por el municipio de Regla, en La Habana, critica la lentitud de las labores constructivas en pos de atenuar el déficit habitacional en Cuba


“Hoy todos los indicadores de la construcción están deprimidos, incluso respecto al 2022, que fue un año muy malo, muy difícil para Cuba. Se esperaba que este 2023 fuera mejor”, comentó sobre el problema de la vivienda Dayana Beyra Fernández, diputada por el municipio habanero de Regla, en el contexto del Primer Periodo Ordinario de Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

Minutos antes, en la sesión de trabajo de la Comisión de Industrias, Construcciones y Energía, se había debatido sobre los resultados de las medidas adoptadas tras la alta fiscalización que se realizó en 2021 al Ministerio de la Construcción (Micons). Dos años después, las perspectivas no son muy alentadoras para los diputados: de las 25 134 viviendas planificadas para 2023, para el cierre de mayo apenas se habían concluido 7 221 (29 por ciento). Y, respecto al plan de rehabilitación de viviendas, dijo Vivian Rodríguez Salazar, directora general de la Vivienda en el Micons, se habían terminado más de 10 000 acciones constructivas; o sea, 41 por ciento del pronóstico anual.

En cualquier caso, las metas trazadas distan mucho de las necesidades reales, pues cuando se empezó a implementar el Programa de la Vivienda en 2018, con el objetivo de paliar esta inquietud de la ciudadanía, el déficit habitacional ascendía a casi 930 000 núcleos.

 “No hay posibilidades de que se cumpla el programa de la vivienda”, aseveró la diputada Beyra en entrevista con BOHEMIA. “Ya este año, al ritmo que va, el plan tampoco se cumple. La producción de materiales de la construcción está muy deprimida. Hoy se apuesta porque los gobiernos municipales y provinciales usen el Balance de Recursos y Reservas Minerales de la Nación (este indica los depósitos de áridos y arcilla de cada territorio), pero los gobiernos locales no lo han aprovechado.

“Y a eso hay que ponerle intencionalidad. Existen varias mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) que hacen materiales de la construcción y no están vinculadas al programa de la vivienda. Creo que debe haber la intención de usar los recursos naturales que tiene Cuba y aprovecharlos, y buscar así el desarrollo y la producción endógena de los materiales de la construcción. Lo que sucede es que todos quisiéramos hacer edificios y construcciones de bloques, y tal vez hay lugares donde la solución es con ladrillos, techos abovedados y otros tipos de tecnologías constructivas”.

Aunque Beyra funge como jefa de grupo de la Empresa de Ingeniería y Proyectos del Petróleo de la Unión Cuba Petróleo (Cupet), y este es su primer periodo como diputada, tiene bastante clara la idea de que las cosas no están marchando bien con la vivienda. Ella opina que, si bien los gobiernos locales deben tener toda la responsabilidad sobre su territorio, el ministerio debería brindar un mayor asesoramiento a escala municipal.

“Debe haber una mirada diferente desde abajo. Los municipios no se pueden dejar solos, porque los intendentes, que tienen una breve experiencia, se tienen que ocupar además de la soberanía alimentaria, de los niños, la escuela, el consultorio y del resto de los problemas. Ese acompañamiento debe hacerse abajo, con los gobiernos municipales, y no en un salón, sino a pie de obra: caminar las casas en construcción, ver el destino de los subsidios…”

Muchas veces –argumentó ella– sucede que a escala nacional se informa que están disponibles todos los recursos para construir, pero cuando vas a los municipios, hasta allí no han llegado. O se dan por terminadas las obras, en contradicción con la realidad; u ocurren mil trabas burocráticas en los trámites de las direcciones de Vivienda.

“Esos trámites son de los que más quejas generan en la población. Y el Micons tiene la mayor acumulación de planteamientos envejecidos. Proceden de mandatos anteriores y todavía hoy muchos no están incluidos en el plan de la economía de algunos municipios, por lo que no tienen perspectiva de resolverse en este año. Y lo digo sin tabú: hay un nivel de corrupción grande detrás de eso. No podemos tener miedo a enfrentar la corrupción, porque es un fenómeno que nos ocupa ahora mismo”.

¿Revisión de la estrategia?

“El sistema no está bien engranado”, dijo Dayana Beyra Fernández, diputada por el municipio de Regla, en La Habana.

Beyra cree que parte de estos problemas se derivan de una falla en la estructura organizativa: “El sistema no está bien engranado”, resumió sin más. ¿El problema será de la metodología con que fue concebida, o de la ejecución de esta por parte de directivos?

“Según mi opinión, hay un componente de cada tipo: una parte reside en que le hemos traspasado toda la responsabilidad al gobierno municipal y entonces el Micons ha quedado para la parte técnica. Pero creo que debe haber un compromiso entre las dos partes. Entre el gobierno municipal y el Micons. En la base, los intendentes no son especialistas en vivienda, en construcción ni en inversiones. Y alguien debe asesorarlos”, reiteró.

“La estrategia está muy bien escrita. Excelente. ¿Y el cómo (ejecutarla)? Al final, depende de cómo quiera implementarla cada gobierno. Y en esa espontaneidad, la cosa no avanza. Porque la operatividad del municipio también es muy difícil. Hay que estar en un municipio para ver todas las cosas que salen en un día.

“También está claro que se han planteado muchas soluciones en busca de resolver la escasez de materiales, y soluciones técnicas para las construcciones. Pero no se aprovechan ni se divulgan correctamente”.

En el municipio de Regla, en La Habana, tampoco se avanza como se quiere, reconoció la diputada. Tiene un fondo habitacional deteriorado tanto por la desidia como por el salitre que desprende la bahía. A pesar de ser una zona bastante industrializada, con relación a otras de la capital, solo ostenta entre sus fronteras una mipyme de producción de materiales de la construcción, que no destina sus producciones al programa de la vivienda.

“Tenemos que lograr que se creen más mipymes de ese tipo. Y encaminarlas a los intereses que tenemos como gobierno. Para eso debemos buscar mecanismos que las incentiven”, arguyó la representante de Regla en la ANPP. “Además, se está pidiendo que haya autoabastecimiento municipal, porque si se espera por el balance nacional (asignaciones de materiales por parte de empresas estatales), entonces vienen todas las dificultades de si la fábrica no tiene electricidad o prioriza otro sector. La idea es que el municipio se autogestione. Hay cosas que inevitablemente tendrán que venir de fuera de los municipios: el cemento, las tejas… pero las losas de piso y los áridos se pueden hacer en el municipio y dar un impulso al programa de la vivienda”.


CRÉDITOS

Fotos. / Yasset Llerena

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Un comentario

  1. ¿Podrían hacer un trabajo sobre qué pasó con las plantas de elementos prefabricados que nos permitieron en algún momento levantar decenas de miles de viviendas cada año?
    Y, también, me gustaría saber si existe en esa estrategia que refiere el artículo, un programa que retome las microbrigadas y que, además, añada la modalidad de construir edificios multifamiliares a partir del adelanto, bajo contrato, del 30 o 40 porciento del valor del inmueble por cada futuro propietario.
    Gracias Trabajadores

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