Hasta los más callados adoquines atraen al lente o levantan vuelo con destino mundial
Si técnicamente hablando no es noticia, al menos sí resulta noticioso o de interés público que el Primer Ministro cubano Manuel Marrero Cruz haya recibido este domingo una hermosa Réplica de la Torre Iznaga, entregada por el Gobierno y el pueblo de Trinidad, durante la sesión solemne organizada por la Asamblea Municipal del Poder Popular, con motivo del aniversario 510 de fundada esa colonial villa.
No deja de ser noticioso, al propio tiempo, que el propio Marrero haya aprovechado la ocasión para visitar un selecto grupo de obras, entre todas las acometidas en medio del movimiento que, para celebrar la fecha, impulsaron los trinitarios a lo largo del año 2023. Estamos hablando, en general, de una cifra superior a 300, no solo dentro del perímetro urbano, sino también campo adentro y montaña arriba.
De interés informativo es que -con presencia también del Primer Ministro, acompañado por Deivy Pérez Martín, Primera Secretaria del Partido en la provincia de Sancti Spíritus, y Alexis Lorente Jiménez, Gobernador- haya sido inaugurado de manera oficial el Hotel Meliá Trinidad Península con 401 nuevas habitaciones, calidad cinco estrellas, al servicio de quienes, desde el exterior e incluso dentro del país, siguen buscando en Trinidad los encantos naturales, históricos y patrimoniales que no hallarán en otros destinos dentro del archipiélago cubano.
Trinidad, en fin, tercera villa asentada por la colonización española en Cuba (enero de 1514) ha sido toda y todo noticia por estos días para orgullo de su gente y de quienes la visitan.
Imposible no valorar los renovados aires que -contra el adverso viento y la marea de este momento- muestran sitios emblemáticos como la Casa Frías, sede de la Oficina del Conservador de la Ciudad; el Centro Recreativo Infantil La Casita de mis Sueños y la Casa de la Cerveza (visitados todos por Marrero); la bodega El Roble, el consultorio médico número 9, la farmacia que a ritmo de 24 horas ofrece servicios para el Hospital Tomás Carrera Galiano, el Patio de Bécquer, el Centro de Snoker, el Mini Acuario de Peces Ornamentales, la Plaza de los Dos Cañones y el Museo del Azúcar, en el sitio San Isidro de los Destiladeros, Valle de los Ingenios, por solo mencionar algunos.
Pero digo más: sin saber nada de periodismo o de comunicación, estoy seguro de que cientos de celulares, cámaras fotográficas y otros dispositivos similares han convertido y continuarán convirtiendo en “noticia” nacional y mundial exposiciones, talleres, encuentros, intercambios, bailables, sorbos de canchánchara (criolla infusión que preparaban los mambises durante el siglo XIX) y un sinnúmero de opciones más que reserva el programa en museos, instituciones culturales y espacios públicos.
A bordo de embarcaciones a vela, impulsadas por el viento, llegó hace 510 años Diego Velázquez. El tiempo ha mantenido su avance y, a pesar del mismo vecino que metió nariz en la guerra hispano-cubana (virtualmente ganada por nosotros) y que no ha cejado en su empeño por detener la vida del país, Trinidad articuló su programa por los cinco siglos y diez años de existencia, lo colocó sobre rieles y hace que siga rodando a todo tren.
CRÉDITOS
Fotos. / Raúl García, de PL