Nuevo capítulo de una aventura perversa

EE.UU. impide a los cubanos su derecho de emigrar de manera segura. / PL

Inundadas están las redes sociales y los sitios digitales contrarios a la causa de Cuba con noticias sobre arribos ilegales de ciudadanos de esta nación a los Estados Unidos, salidas ilícitas, cruce de fronteras, desapariciones e incluso muertes de nacionales que intentan acceder a territorio norteamericano.

Caras muy feas de la migración alentadas por una articulación mediática aupada desde Washington y que estimula este tipo de aventura harto imprudente. “Cubanos escapan de la isla pese a cualquier consecuencia” es el titular que más se repite y que se acompaña con testimonios de personas ansiosas por emigrar o de otras que lo han hecho en las más difíciles condiciones. Una situación que se explica por la crisis económica interna luego de más de dos años de pandemia, un reordenamiento que aún no ha beneficiado la economía como se espera y, sobre todo, el incremento de las medidas punitivas implementadas por los EE.UU. hacia nosotros. Escenario perfecto para que la Casa Blanca, en su afán por destruir al proyecto revolucionario, aliente las salidas ilegales y muestre al mundo la imagen de seres que “huyen del régimen cubano”.

¿Qué oculta el Tío Sam? Las innumerables veces que las autoridades de acá han expuesteo en voz alta la voluntad política para garantizar un flujo ordenado y seguro. Y que, siendo el norteño vecino durante más de 70 años el destino principal de los cubanos, no es precisamente esta la peor “crisis migratoria” de las últimas décadas, aunque sí es la más mediatizada, pues la hiperconectividad permite mostrar en tiempo real detalles que antes eran imposibles de apreciar.

Obvian, asimismo, el siniestro incentivo a las partidas irregulares, mientras mantienen aún casi cerrado el consulado estadounidense en la Habana, jugando a cambiar y postergar constantemente las posibles fechas para su apertura, en tanto hacen ver que “todas las condiciones están listas”. Igualmente, incumplen los acuerdos suscritos entre ambas naciones en aras de garantizar una migración ordenada, regular y, sobre todo, segura

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