Otro punto de partida

En adversas condiciones el Sur no puede generar y acceder a los fondos necesarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, alertó en París el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez


Un estudio del Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de la Universidad de la ONU certificó que hay todo un universo de personas que aún  viven en situación de extrema pobreza, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, léase salud,  educación, o el acceso al agua y al saneamiento. Asimismo, es deplorable que uno de cada cinco niños se encuentra en situación de extrema pobreza. Sobre este escenario casi apocalíptico versó la intervención de Miguel Díaz-Canel Bermúdez en París. (1)

El también primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba intervino a favor de los países en desarrollo en la Cumbre sobre el Nuevo Pacto Financiero Internacional. / presidencia.gob.cu/es/

En su condición de presidente del Grupo de los 77 más China, el mandatario cubano intervino, este 22 de junio, en la Cumbre sobre el Nuevo Pacto Financiero Internacional. Lo primero que aseguró fue que la cita podría ser “otro punto de partida hacia un proceso intergubernamental más amplio de discusión y toma de decisiones en el marco de las Naciones Unidas”.

Y no dejó dudas sobre su posición radical cuando señaló que “las consecuencias más nefastas del actual orden económico y financiero internacional, profundamente injusto, antidemocrático, especulativo y excluyente, gravitan con mayor fuerza sobre las naciones en desarrollo”. Recordó que “el Sur no puede generar y acceder a los 4,3 billones de dólares anuales necesarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la década de acción restante”.

Con plena conciencia de las calamidades del mundo actual, Díaz-Canel abogó por la defensa de los pobres: “nuestros pueblos no pueden ni deben seguir siendo laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de dominación que emplean la deuda, la arquitectura financiera internacional actual y las medidas coercitivas unilaterales para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del Sur.  Urge, como la mayor de todas las urgencias, un nuevo y más justo orden internacional”. (2)

Más adelante dijo una verdad incómoda: “En pleno siglo XXI es inaceptable que a la mayoría de las naciones en el planeta se nos continúen imponiendo instituciones obsoletas heredadas de la Guerra Fría y de Bretton Woods, alejadas de la actual configuración internacional y concebida para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar el desequilibrio y aplicar recetas coyunturales para reproducir un esquema de colonialismo moderno”.

Casi al cierre de su breve pero contundente intervención formuló lo siguiente: “Deben replantearse las bases actuales que definen las relaciones Norte-Sur y la coexistencia en el planeta”.

Estas palabras seguramente serán recordadas y tenidas en cuenta a la hora de trazar nuevas políticas, porque, al ser el representante del Grupo de los 77 más China, el presidente de la Mayor de las Antillas llamó a cambiar el panorama de sufrimiento de la gran totalidad de los países.

Díaz-Canel fue invitado a la cumbre por el presidente francés, Emmanuel Macron. Es importante recalcar que el fin manifiesto de los organizadores del evento es buscar consensos que lleven al establecimiento de un sistema financiero más reactivo, justo y solidario, con el que se puedan enfrentar las desigualdades, apoyar la lucha contra el cambio climático y materializar los objetivos de desarrollo sostenible. Lo que falta por ver, y de ahí el emplazamiento del dirigente cubano, es si el Occidente desarrollado está dispuesto a tender su mano amiga, no con limosnas, sino aportando lo que corresponde en igualdad de condiciones.

Reuniones emblemáticas

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, recibió en París al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. / presidencia.gob.cu/es/

La agenda de París fue tan apretada como la de Serbia; por ejemplo, Díaz-Canel dialogó con el secretario general de la ONU, António Guterres; la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay; y con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. También lo hizo con asociaciones francesas de solidaridad y cooperación, las cuales le dieron la bienvenida a suelo galo.

Al departir con la directora general de la Unesco, esta le dijo al presidente de la República de Cuba que se sintiera como en su casa, lo cual habla alto y claro sobre el respeto por nuestra Revolución en esa relevante organización mundial. Tras un breve intercambio, el Presidente dejó asentado que “constituye un inmenso placer visitar nuevamente la sede de la Unesco y poder conversar, compartir ideas, sueños y propósitos en función de la defensa de la educación, la ciencia y la cultura como pilares para la paz mundial”. Subrayó, de igual manera, que “La Unesco puede contar con Cuba, como Cuba cuenta con la Unesco”. (3)

Comparte en redes sociales:

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos