Palestina-Israel: nuevos asesinatos, ¡más de lo mismo!

Palestina-Israel: nuevos asesinatos, ¡más de lo mismo!
El asesinato de la periodista norteamericana-palestina Shireen Abu Aqla, caída el 11 de mayo de 2022, ha concitado la repulsa mundial. Foto. / arabnews.com

Pensar, escribir, analizar o debatir sobre Palestina es repetirse de alguna manera, porque la actitud del sionismo sigue siendo beligerante y colonizadora. En busca de ángulos diferentes hurgué en las notas personales de hace más de dos décadas. Coincidentes argumentos: resoluciones de la ONU incumplidas, connivencia entre el poder israelí y el estadounidense en sus muchas ramificaciones, crímenes contra niños inclusive, militarización creciente, un descarado robo de tierras árabes y la correspondiente resistencia palestina…

Desde que fuera estipulada la pertinencia de que en suelo palestino debían levantarse dos Estados soberanos, independientes y respetables, lo habitual para las élites de poder es inclinar la balanza política únicamente hacia Israel. A los palestinos, dueños históricos de ese territorio, junto a otros semitas, incluidos los judíos, por el contrario nada les corresponde. Su lucha ante la colonización ha ido adquiriendo la definición de terrorista, haciendo que paguen todas las organizaciones, un pueblo entero, por algunos desaguisados.

Y es precisamente en la insistencia sobre esos errores donde la gran prensa se parapeta para multiplicar simpatías hacia los israelíes en detrimento de palestinos, tergiversando incluso la propia historia para cimentar mitos en todas las esferas: por ejemplo, a Israel se le admira por sus logros agrícolas, se le pondera sus cítricos y se desconoce a propósito que en etapas lejanas a la vieja ciudad de Jericó viajaban comerciantes de todo el Levante para comprárselos a los cultivadores árabes.

Falta de Justicia, ¿hasta cuándo?

No quiere esta comentarista restarle méritos a quién lo tiene. Es irrefutable, como una operación matemática, que si se recibe financiamiento y respaldo gubernamental se acelera el desarrollo; en cambio, sí un pueblo es arrinconado con metralla, ¿qué puede hacer?: luchar para llegar a ser o para seguir siendo. Cierta narrativa internacional truena sobre palestinos terroristas contra un Israel próspero, obviando el terrorismo de Estado de los diferentes gobiernos sionistas. Porque esté quien esté en la Casa Blanca, Israel, aunque manchado de sangre, es sagrado.

Los Estados Unidos, sin embargo, no siempre pueden cerrar los ojos y hacer mutis ante situaciones puntuales, y entonces “regaña” a uno de sus principales aliados en el mundo. Así ha ocurrido ante el asesinato de la norteamericana-palestina Shireen Abu Aqla, caída el 11 de mayo de 2022, mientras ejercía para la cadena árabe Al Jazeera “el mejor oficio del mundo”: el periodismo.

La profesional, de 51 años, reportaba desde Jenin, ciudad de Cisjordania ocupada, sobre la brutalidad de los colonos, como vehículo de esa estrategia premeditada de hacer inviable la creación de un Estado palestino territorialmente unificado.  Y no es ponzoña de Bohemia. Hasta dentro de Israel, dos valientes organizaciones hebreas a favor de los derechos humanos, los de todos: la B’Tselem y la Kerem Navot, precisaron en 2018 que allí, desde 2010, la población de colonos aumentó en 42 por ciento, cuantificándose en más de 440 mil personas. Ya en aumento.

El escritor Eduardo Galeano (fallecido en 2015), famoso por “no tener pelos en la lengua”, ni en su escritura, decía el 31 de julio de 2006: “Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?”. Años antes, la gran dama de la poesía palestina, Fadwa Tugan, apuntaba:

“Me basta con morir encima de ella, con enterrarme en ella

Bajo su tierra fértil disolverme, acabar, y brotar hecho yerba de su suelo. Hecha flor, con la que acaso juegue la mano de algún niño de mi país. Me basta con seguir en el regazo, en el regazo de mi tierra: Polvo, azahar y yerba”.

Acusaciones cruzadas

Palestina-Israel: nuevos asesinatos, ¡más de lo mismo!
Las valientes organizaciones hebreas a favor de los derechos humanos, los de todos, la B’Tselem y la Kerem Navot, denuncian las violaciones de su país contra los palestinos. Foto. /aa.com.tr

Los propios EE.UU han condenado el hecho. Claro, sería pertinente además que variaran su simpatía hacia el imperialismo-sionismo, atendiendo, tal vez, al reclamo de Galeano de 2006: Las Naciones Unidas recomiendan, pero no deciden. Cuando deciden, La Casa Blanca impide que decidan, porque tienen derecho de veto”. Dejemos a los yanquis a un lado y vayamos al seno del actual Estado hebreo, publicitado como muy democrático.

El mismo 11 de mayo, la legisladora árabe-israelí Aida Touma-Sliman consideró que Tel Aviv debe rendir cuentas por el lamentable asesinato; y la diputada del partido de izquierda Meretz, la árabe Ghaida Rinawie Zoab, renunció en protesta por la vil acción, lo cual deja a la coalición gobernante en minoría en el Parlamento. Digna postura, evidenciada también en el pronunciamiento en Twitter del senador Mossi Raz, al decir: “Así es como se ve la ocupación israelí en los territorios palestinos”.

Aseveración a la que la ministra israelí del Interior, Ayelet Shaket, replicó: “Así no es como se ve la ocupación, así es como se ve la falsa propaganda palestina. Respaldaremos a nuestros combatientes y continuaremos luchando contra el terrorismo sin concesiones”..

¿Valdrá de algo la verdad?

Narrativa hebrea difícil de sostener. Ali Samoudi, colega de la asesinada, aseguró –como testigo presencial– que los militares conocían donde estaban agrupados los comunicadores, debidamente identificados, tanto en los chalecos antibalas como en sus cascos. Precisó que los periodistas estaban desplegados cerca de una escuela administrada por la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo. Sin medias tintas afirmó: “Las fuerzas de ocupación nos atacaron directamente”, lo cual desmiente las aseveraciones del brigadier Ran Kohavel, vocero del ejército israelí.

Hay más: la agencia oficial palestina noticiosa Wafa ha acusado a Israel de cometer en 2021 alrededor de 384 violaciones contra miembros de la prensa, sin ninguna consecuencia legal. Lamentablemente, mientras escribimos estas líneas, el Estado de Israel, a través de sus tropas, ha vuelto  a matar a sangre fría a otra periodista, Ghofran Warasnah, quien no representaba ningún peligro para nadie, o sí: el de divulgar la verdad sobre la significación del colonialismo israelí. Obvio, al sionismo qué le importa la vida de unos “curiosos” si es capaz, según notificaciones de La Sociedad de Prisioneros Palestinos, de haber arrestado en su patria, en los últimos ocho años, a más de nueve mil menores, ¡en un intento por cercenar las flores vivas de una Palestina soberana!

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2 comentarios

  1. Pareciera que la periodista no conoce de historia, decir que los Palestinos son dueños del territorio de Israel es tan descabellado como decir que Rusia es dueña de Ucrania.
    Desconoce los casi 6 mil años de historia del pueblo judío. Palestina es un nombre moderno y fue precisamente el emperador Adriano en el año 132 quien se lo puso para borrar la memoria histórica de Israel, luego de concluir la sangrienta guerra judío romana.

  2. Muy buen artículo y hay muchas verdades por decir.
    El nacionalismo sionista no está solo, y este ya lo estaba junto al nacionalismo nazi cuando se empujaba a los judíos de Europa a emigrar a Palestina donde ya estaba instalado en nacional zionismo. Lo de apoderarse de Palestina ya estaba planeando y lo hacía posible el capital judío y su influencia en la gran mayoría de los países donde fueron a parar incluso antes del éxodo. El zionismo? la quinta columna donde éste se encuentre. Muy buen artículo y moderado en su condena al zionismo.

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