Sin perder su habitual e inconfundible brisa de movimiento obrero y de trabajo creador, este 1˚ de Mayo adelanta un renovador soplo de juventud, a la par de la inspiración que genera el aniversario 170 del natalicio del Héroe Nacional José Martí.
No importa que en muchos colectivos laborales predominen hombres y mujeres adultos, de probada experiencia, con muchos años apegados a su labor o afiliados a las estructuras sindicales. Todo indica que, animada además por los 60 años que acaba de cumplir su organización de vanguardia, la juventud se hará sentir.
Que la convocatoria centre deferente atención en las generaciones más bisoñas no es casual.
Jóvenes han sido protagonistas en tareas tan arduas como las relacionadas con el enfrentamiento a la covid-19 en toda Cuba. Por cierto, en intercambio efectuado entre dirigentes obreros y medios de prensa avileños se informó que muchachas y muchachos de Enfermería abrirán el bloque de la Salud (primero que desfilará en esa provincia), en tanto otro selecto grupo de similar edad lo debe cerrar.
La concreción de un encuentro intergeneracional (con quienes dedicaron su vida al movimiento obrero y los que recién emprenden esa senda) puede dejar tanto provecho como los trabajos voluntarios que siguen organizando la Central de Trabajadores de Cuba y la Unión de Jóvenes Comunistas, sobre todo si se conciben bien, con las motivaciones y el rigor de aquellas jornadas de aporte voluntario convocadas por el Che en los primeros años de la Revolución.
Oportuna novedad introduce la Placa “Unidos los que aman y fundan” que, por única vez e inspirada en la vigencia del ideario martiano, busca reconocer a jóvenes trabajadores, dirigentes sindicales y colectivos laborales, cubanos o extranjeros, con sobresaliente desempeño en la producción, los servicios, la docencia, la investigación y el internacionalismo proletario.
Bajo el lema “Cuba vive y trabaja”, este 1˚ de Mayo abre merecido espacio a la familia y, desde luego, a quienes años atrás desfilaron en igual fecha sobre los hombros de papá o de la mano de mamá y ahora lo harán convertidos en obreros, técnicos y profesionales. Ellos están llamados a sostener sobre sí el peso de la economía y la eficiencia que para todos los procesos productivos y de servicios requiere la nación, si de verdad nos empeñamos en que el país supere esta adversa coyuntura, resista, avance y se desarrolle.