Si un día creyese no tener un tema sensible para sentarme a escribir pueden tener la más completa seguridad de que acudiría al cantante español José Luis Perales para decirle que, a pesar del tiempo, su “canción-himno” titulada Que canten los niños, me sigue entrando por los poros, inundando mi torrente sanguíneo y estremeciéndome todo.
Pero si, por el contrario, un día tuviese infinidad de asuntos por o para escribir, no duden que -de todos modos- acudiría a esa lindísima y muy tierna melodía para imaginar a todos los niños del mundo evocando, en un gran coro, el derecho a vivir en paz, a sonreír junto a mamá y papá, a disfrutar el limpio cielo azul, a que nada ni nadie les ensucie el mar ni el verde jardín, a que se respete la flor, a no escuchar el cañón, a que se les escuche la voz, a vivir -en fin- en un mundo feliz.
Puede suceder que -difícilmente- no recuerde la letra de esa canción que ha llegado a todos los tímpanos del planeta… y, en tan hipotético caso, bastaría con acudir a ese archivo de fotos donde conservo imágenes que quizás estremecerían poro adentro al propio Perales, porque guardan una relación directa con lo que su arte y su música pidió desde la tierra hasta el sol.
Por ello, aquí dejo el enlace electrónico para escuchar esa especie de himno para todos los niños https://www.youtube.com/watch?v=eJ43cRN2xeI junto a fotos que en Cuba puede captar cualquier lente infantil, adolescente, juvenil o adulto, sin que necesariamente se carezca de un tema en el que inspirarse o acerca del cual escribir.
Un comentario
Muy emotivo, sencillo y a la vez, profundo. Pues no sólo el futuro, además, el presente es para los Niños y es deber de los adultos preservar ese mundo en lo posible en PAZ. Felicitaciones por este artículo y los sentimientos que despierta.