¡Que nadie quede atrás!

En nombre del G77 y China, el presidente cubano intervino en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como parte de las reuniones de alto nivel que se desarrollan en el 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU


Miguel Díaz-Canel, en nombre del Grupo de los 77 y China, enfatizó que se necesita, de manera imperiosa, voluntad política para que realmente “nadie quede atrás”. / www.cubadebate.cu

La Revolución Cubana estaba recién estrenada y desde entonces daba muestras de internacionalismo al ver los asuntos del mundo como propios. El joven primer ministro Fidel Castro Ruz dejó un momento las apremiantes tareas nacionales para asistir, el 26 de septiembre de 1960, al XV período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Estados Unidos.

En un discurso que ha sentado precedente nos dejó muchas lecciones, de las cuales mencionaremos únicamente dos: las dificultades más acuciantes que enfrenta la humanidad están interrelacionadas y los problemas del mundo no se resuelven amenazando ni sembrando miedo. (1)

Mucho tiempo ha pasado, pero el planeta ha cambiado casi siempre para mal, aunque también se han hecho cosas hermosas. Es en esa multiplicación del altruismo y de la lucha por el bienestar que se vuelve a reunir la gran familia global en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como parte de las reuniones de alto nivel que se desarrollan, del 18 al 20 de septiembre, en el 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En representación del Grupo de los 77 y China, intervino el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien está al frente de ese conclave hasta enero de 2024, cuando asuma la jefatura Uganda.

El G77 y China exigen acciones

Con visión multilateral es como mejor se asumen las batallas globales, siendo así que, en nombre del Sur, las ideas de Fidel están vigentes todavía para enfrentar entre todos retos comunes, como la paz, el clima y el deterioro del medioambiente, la lucha contra el terrorismo, la salud y la diseminación del conocimiento.

Animada en ese espíritu es que la ONU se ha trazado con vistas al 2030 unos objetivos de desarrollo sostenible; no obstante este empeño, es sabido que para esa fecha habrá 575 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza extrema, ya que apenas un tercio de los países lograrán reducir a la mitad sus niveles de miseria.

Cuba y el G77 no están ajenos a esa perspectiva. En ese sentido el mandatario cubano destacó que “el examen de mitad de período de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible tiene lugar en una coyuntura extremadamente crítica, en la cual los países en vías de desarrollo enfrentan múltiples desafíos y un orden económico injusto que perpetúa las desigualdades”.

Como ya se vio en la recién concluida cita habanera, lo que se necesita, de manera imperiosa, es la voluntad política para que realmente “nadie quede atrás”. (…) “Ese sería nuestro mejor aporte al futuro común que necesitamos construir juntos”. (2)

En su alocución, el jefe de Estado denunció a quienes pretenden culpar a la pandemia de la covid-19 para desviarse del camino hacia el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Insistió en que “conscientes de la actual situación, el Grupo de los 77 más China le ha otorgado la máxima prioridad a este evento, con el propósito de colocar nuevamente el desarrollo sostenible en el centro de la agenda internacional y brindar el impulso político necesario para acelerar la aplicación de la Agenda 2030”.

Informó a la Asamblea General de la ONU que el Grupo  “trabaja en aras de incrementar y acelerar la puesta en práctica de acciones y medidas concretas, innovadoras, transformadoras y ambiciosas”, que garanticen logros palpables en ese sentido.

Una de esas tareas, dijo, es “una reforma urgente de la arquitectura financiera internacional”, ampliamente apoyada por Antonio Gutérres, Secretario General de la ONU. Para ello, la corrección de las injusticias históricas es esencial, “a fin de poder brindarles a los países y personas más vulnerables mejores oportunidades en un futuro mejor’”.

Hacer, la mejor manera de decir

Este 17 de septiembre, el presidente Díaz-Canel, al llegar a Nueva York, conversó con los diplomáticos cubanos de la mayor de las Antillas. / estudiosrevolución.cu

Díaz-Canel llamó, además, a que sea aplicada en su totalidad la agenda de cambio climático; a respaldar los esfuerzos de los países en desarrollo por aplicar la Agenda 2030 con acciones concretas en materia de transferencia de tecnologías y formación de recursos humanos, a la cooperación Norte-Sur; así como a la imprescindible reforma que demanda el sistema de comercio internacional.

Sobre esto último dejó sentado que “el unilateralismo y el proteccionismo, incluidas la protección y las restricciones unilaterales al comercio, incompatibles con los Acuerdos de la Organización Mundial del Comercio, deben ser eliminados con toda prontitud”.

Al ser el Jefe de Estado de un país bloqueado no podía dejar pasar la oportunidad para denunciar “las medidas coercitivas unilaterales, las cuales constituyen una grave violación de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.  Esas medidas obstaculizan seriamente los esfuerzos de los países afectados en pos de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el desarrollo sostenible en general. La comunidad internacional, incluido el sistema de las Naciones Unidas, debe continuar rechazando firmemente la imposición de esas medidas y trabajar por su eliminación incondicional”.

Como instrumento de prevención y de protección, el multilateralismo trata de resolver crisis o enfrentarse a desafíos como el anteriormente descrito. Como muchos expertos han definido, el multilateralismo, además de visión inclusiva, puede, bien utilizado, levantarse como un instrumento concreto, de campo, sumamente progresista.

Esa es la visión de la Revolución Cubana, de Fidel y del ahora presidente pro témpore del Grupo de los 77 y China. Al final de su intervención, Díaz-Canel llamó al compromiso honesto y radical, al emprendimiento de soluciones, porque es bochornoso lo que nuestros pueblos viven. Y siempre habrá que volver a Fidel. Esta redactora rememora dos de las medulares enseñanzas del líder histórico de hace 60 años: las dificultades más acuciantes que enfrenta la humanidad están interrelacionadas y los problemas del mundo no se resuelven amenazando ni sembrando miedo.

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Un comentario

  1. Ojalá que ésta cumbre y otras se traduzcan en hechos concretos. Los ciudadanos no vivimos de promesas, esperanzas eternas y de buenas intenciones. Tenemos que parar la olla TODOS los días.

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