Que no se agote

Agua: que ni se agote.
Imagen. / iagua.es

Desde la altura, el paisaje andino se da hermoso; de una parte, la mezcla de tonalidades: las laderas de color arcilloso, el verde de la vegetación y la bruma tenue que conforman las nubes sobre toda la superficie; por otro lado, un tono acerado como de minerales, en contraste con las zonas donde hay nieve… En fin, todo tan deslumbrante, que el alma queda atrapada.

El de la Amazonía, especialmente al atardecer, se ofrece como el mejor de los frescos imaginados. No queda más que pensar en la maravilla, sin olvidar que, en un tiempo no tan lejano, todos esos paisajes eran más hermosos y saludables. De ellos salían infinitas leyendas en las cuales el agua –adorada y bendecida- movía la inspiración.

Nadie niega que ese Sur continental de América se mantenga bello, mas ya no es posible fabular tanto acerca de un agua abundante y cristalina que alimentó mitos.

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También al Sur del Ecuador, pero mucho más al Este, en África, vale la pena detenerse solo en el Nilo, en torno al cual surgió la civilización egipcia y toda una historia bíblica, cultural, económica y patrimonial, menguada hoy por un alto nivel de contaminación, que lo hacen ejemplo de territorio acuífero mal cuidado porque es uno de los 10 ríos más contaminados del planeta. A él llegan sustancias residuales, desechos vertidos directamente, escurrimientos de tierras agrícolas cargadas de sustancias químicas, emisiones de hidrocarburos y los desperdicios de las industrias.

El sitio digital La Contaminación destaca que, entre sus potencialidades, están: la extensión de casi siete mil kilómetros, que lo convierten en uno de los más largos del mundo; su cuenca cubre un área superior a los tres millones de kilómetros cuadrados, equivalente al 10 por ciento del territorio africano, y sus aguas son recurso vital para 500 millones de personas al nordeste de África. Téngase en cuenta que nace en Burundi y llega hasta Uganda, pasando por: Egipto, Etiopía, Kenia, República Democrática del Congo, Ruanda, Sudán, Sudán del Sur y Tanzania.

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Son mínimos ejemplos de maltrato al agua y las situaciones que provoca, estado que no es propio de esta segunda década del siglo XXI; su agravamiento –como recurso finito- se ha acentuado ahora; sin embargo, data desde la anterior centuria. Hoy la posibilidad de que algún día no dispongamos de ella asusta y fomenta la idea de un futuro distópico. No obstante, el ser humano continúa “maltratándola”, sin pensar en las posibles consecuencias.

Este martes se celebra el Día Mundial del Agua, que destaca la valía de esa sustancia líquida, con el tema “Importancia del agua”, recurso al que aún cerca de 2 mil 200 millones de personas no tienen acceso.

El 22 de diciembre de 1993,  la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución A/RES/47/193  para establecer el 22 de marzo como Día Mundial del Agua, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.

Se reitera la invitación a los estados a consagrar este día, en cada nación, a reafirmar el fomento de la conciencia pública sobre la conservación y desarrollo de los recursos hídricos, además de la puesta en práctica, en lo posible, de las recomendaciones de la Agenda 21.

Los especialistas insisten en asegurar que el único recurso natural que atañe a todos los aspectos de la civilización, desde el desarrollo agrícola e industrial hasta los valores culturales y religiosos arraigados en cada comunidad, es precisamente el agua.

Agua: que ni se agote,
Como recurso finito, mientras menos se ahorre o utilice racionalmente el agua hoy, más corto será el camino hacia la carestía. Foto. / reliefweb.int

Esta es una de las razones por las cuales la ONU busca las medidas esenciales para lograr el “Objetivo de Desarrollo Sostenible No 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030”.

Este objetivo de garantizar agua limpia y saneamiento es esencial, porque:

– 3 de cada 10 personas carecen de acceso a servicios de agua potable seguros y 6 de cada 10 carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura.

– Al menos 892 millones de personas continúan con la práctica insalubre de la defecación al aire libre.

– Las mujeres y las niñas son las encargadas de  recolectar agua en el 80% de los hogares sin acceso a agua corriente.

– La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente. Más de 1700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales en las que el consumo de agua supera la recarga.

– Más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación.

– Cada día, alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene.

– Aproximadamente el 70% de todas las aguas extraídas de los ríos, lagos y acuíferos se utilizan para el riego.

– Las inundaciones y otros desastres relacionados con el agua representan el 70% de todas las muertes relacionadas con desastres naturales

Pudieran parecer datos que agobian, mas forman parte de una realidad que parece no tener el fin por el uso irracional, el mal manejo de los recursos hídricos y la contaminación. Actualmente el panorama es complejo, pero sin las acciones urgentes que la situación demanda, para el 2050 se espera que la mitad del mundo carezca de agua potable. ¿Qué hacer? ¿Qué dejarán las generaciones actuales a las futuras? No por reiterada, la alerta deja de ser necesaria, imprescindible.

La pandemia del SARS-CoV-2: no soslayar

La pandemia ha agravado la situación, a partir de que la mejor manera de contrarrestar el mal está en, además del prudencial distanciamiento,  el constante lavado de las manos con agua potable y la higiene en general. En muchos países, la presencia del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19 y sus distintas cepas o variantes ha demandado la reformulación de los programas de suministros previstos, con el reforzamiento de trabajos de urgencia o puntos de acopio y servicios de agua, y de las campañas de higiene.

Esto no siempre es factible, si se tiene en cuenta las cantidades millonarias de personas que no tienen acceso al agua y los que aun, teniendo la posibilidad de disponer de ella, no pueden por estar altamente contaminadas.

Ante la crisis acrecentada por la pandemia, la ayuda de la Organización Mundial de la Salud, el PNUD y la FAO contribuyó a paliar un tanto la situación en diversos países, pese a que eran mayores las necesidades que las posibles soluciones.

Queda mucho terreno por andar. Tal vez los expertos reunidos desde ayer en el 9no. Foro Alternativo Mundial del Agua (FAME 2022), que sesiona en Dakar, Senegal, debatan con ánimo constructivo en torno a un problema en cuya solución está, como nunca antes, la estabilidad de la especie humana.

Sería consolador saber que, con la voluntad de todos los países, el Nilo recuperará su salud, para bien; y que al volar sobre los Andes y la Amazonía, creamos que un día no muy lejano nuevas leyendas saldrán de un paisaje donde el agua se cuide como la sangre que precisa la naturaleza para seguir regalando vida.

Una esperanza que pueden hacer realidad los hombres, convencidos de que sus congéneres –de antes y de ahora- han actuado sin visión de futuro

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5 comentarios

  1. Los movimientos ecológicos defensores del medio ambiente deben comprar terrenos para plantar árboles maderables autóctonos, ya que los gobiernos de muchos países hacen de la vista gorda para ignorar los efectos de la deforestación.

  2. Escribo aquí lo mismo que le dije a Irene sobre este trabajo suyo que nos mueve la conciencia para cuidar y ahorrar el agua. Muy bien enfocado, documentado y argumentado. Afortunado empleo de viñetas para llamar la atención sobre contenido importante, bien sintetizado. Agradables y eficaces, como atractivo comunicativo, las
    imágenes testimoniales del paisaje Andino. Interesante el detalle de los países por donde cursa el Nilo. Me gustó.

    1. Como siempre, Viti, te agradezco tus atinados comentarios. Es terrible pensar que, si bien hoy conocemos de guerras entre países limítrofes por el dominio del agua, el futuro se avizora desolador, si los humanos -en el mundo- continuamos con la indiferencia ante el derroche.

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