Como panelistas del evento “La mujer cubana en el transporte”, realizado previo a la clausura de la II FITL-2024, eran solo siete las voces en las cuales se resumían las de miles que hoy laboran en oficios antes reservados solo a los hombres, más que incapacidad de ellas, por tradición
Aunque el recinto estaba repleto de personas interesadas en escuchar los testimonios de las invitadas, hubo quienes pensaron que podían ser muchas más a contar sus historias; sobre todo, aquellas que han tenido la osadía de “transgredir” los límites impuestos por un “documento” llamado tradición de sociedad patriarcal.
El camino, hasta poner el pie del “otro lado de la raya”, fue escabroso, y no solo con los de afuera, sino también, a veces, con los de la propia familia, porque, aun cuando no se pronuncien para objetar, no siempre están convencidos de la que la “niña” pueda.
Y allí estaban, frente a todos, desde Martha, la primera mujer que ha accedido al cargo de viceministra primera del sector en Cuba, hasta Yohama, una psicóloga devenida empresaria, pasando por Idania, chofer de ómnibus Yutong; Amalia, copiloto; Yamilé, maquinista de ferrocarriles; Deborah, tercera oficial de máquina de barco; y Tomasita, a quien por un hecho tan natural como el ser mamá, la cambiaron de puesto de trabajo, sin previo aviso.
No son situaciones aisladas, se dan a nivel global. Lo corrobora un informe de la Organización Internacional del Trabajo, el cual destaca:
“Los empleos en el ámbito del transporte pueden estar bien remunerados, ser gratificantes y ofrecer oportunidades laborales a largo plazo. Desafortunada e inaceptablemente, pocas mujeres acceden a dichos puestos de trabajo y algunas posiciones no cumplen con las condiciones de trabajo decente. Uno de los obstáculos para hacer carrera en el sector del transporte es la violencia en el lugar de trabajo”.
Según ese organismo mundial, en los empleos del sector, “al igual que ocurre con el acceso a dichos servicios, existen diferencias de género y se sufre gran desigualdad. Como resultado, se ignora con demasiada frecuencia la voz de las mujeres en la planificación del transporte y la búsqueda del trabajo”.
Nada hay más difícil para el ser humano que enfrentar las subjetividades. Y a estas siete mujeres les ha tocado, a fuerza de tesón –como a miles y miles de cubanas más- demostrar, cotidianamente, cuán preparadas están para enfrentar los retos que, como zancadillas, les han impuesto la terquedad de quienes pensaban que ellas no podían ocupar una plaza o un cargo de dirección tradicionalmente destinado a un hombre.
En FITL-2024 tuvimos testimonio. Pero también. la evidencia de que las cubanas son y serán dueñas del hoy y del mañana.