Sigue contando Cuba con el petróleo de Majagua

Sigue contando Cuba con el petróleo de Majagua


De equipos así, pero sobre todo del factor humano, depende que la Unidad extraiga y entregue al país los volúmenes planificados. / Pastor Batista.

A pesar de la difícil situación que en el orden material atraviesa el país, y de tratarse de pozos sometidos a muchos años de explotación, los petroleros de la Unidad Empresarial de Base de Producción Majagua, en Ciego de Ávila, han asegurado el 102 por ciento del volumen previsto.

Dicho así, pudiera parecer que se trata de un resultado fácil de lograr, sobre la base de condiciones propicias, pero no es el caso.

Solo mediante un riguroso, pero apasionado gardeo diario, semanal, mensual, la UEB ha podido venir cumpliendo un compromiso de alto valor para la nación, si se tiene en cuenta que, por ser rico en aceites básicos, el petróleo extraído en la zona resulta determinante, como ningún otro, para el proceso productivo en la refinería Sergio Soto, de Cabaiguán, Sancti-Spíritus.

El hecho de que motores eléctricos, pizarras, rodamientos y otros componentes estén permanentemente sujetos a los zigzagueos del mercado exterior, obliga a una verdadera cultura del cuidado en su explotación, así como a poner todo el tiempo en práctica el talento creador del colectivo, según explica el joven ingeniero químico y máster en ingeniería del petróleo, Liusvani García Barceló, director de la unidad empresarial.

A ello se une el inteligente modo de explotación del recurso en cuatro yacimientos, tres de los cuales datan de antes del triunfo de la Revolución y el otro del año 1990, en cuya vitalidad se concentra hoy alrededor del 70 por ciento de la producción.

Lo que sí está muy claro, para los 168 hombres y mujeres que laboran en esa actividad, es que no puede haber marcha atrás o titubeo, mucho menos en estos momentos, cuando parecen abrirse nuevos horizontes o perspectivas sobre la base de participación extranjera.

Que todo fluya bien dependerá no tanto de la buena suerte como de la buena inteligencia, de la capacidad para hacer las cosas correctamente y de continuar sintiendo como propios esos yacimientos que, por ser del país, son, en verdad, de todos.

El asunto de la calidad es de permanente seguimiento. / Pastor Batista

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