Abdel-Fattah El-Sisi estará otros seis años al frente de la nación norafricana
Conocida como nación bisagra entre el norte de África y el Oriente Medio, Egipto celebró elecciones presidenciales, cuyo resultado fue, con el 90 por ciento de las boletas válidas, que Abdel-Fattah El-Sisi resultó mandatario por tercera vez consecutiva. En la liza, él fue candidato incuestionable, por el cual votó casi la totalidad de los 44.7 millones de ciudadanos que ejercieron su derecho al sufragio, de los casi 67 millones de habilitados.
Este 18 de diciembre de 2023 se dieron a conocer los cómputos, tras dos días de recuento. En lo adelante, El-Sisi repetirá como jefe de Estado, gracias a los cambios constitucionales de 2019, entre ellos extender los mandatos de cuatro a seis años, por lo que deberá mantenerse al frente de la nación hasta 2030. (1)
Egipto es un país de mucho prestigio entre sus vecinos africanos y en la Liga Árabe, por su apoyo a la causa palestina y por sus posturas de fuerza con respecto al extremismo islámico. Ambos elementos jugaron a su favor, porque la población llegó a temer que la beligerancia de Israel en la zona se extendiera hacia la nación norafricana; sin embargo, la firme negativa de El-Sisi de un eventual éxodo de palestinos desde el paso fronterizo de Rafah le canjearon mayores simpatías. Y este fue un argumento de peso favorecedor a su candidatura presidencial, al asumírsele como un dirigente enérgico.
Situación contrapuesta a una aguda crisis que golpea a todos los sectores del pueblo, el que se cuestiona su bajo nivel de vida, donde cerca de un 20 por ciento vive por debajo del umbral de la pobreza. Así, las razones políticas más que las económicas, son las que inclinaron la balanza en el sentido del ex Comandante del Ejército egipcio frente a otros tres candidatos de escaza influencia nacional.
De cualquier manera, conforme a diversos analistas, las acciones internas realizadas en el curso de estos 12 meses irán rindiendo frutos, si bien es cierto que hay una gran deuda externa que deberá írsele pagando al Fondo Monetario Internacional. Con todo, Hossam Heiba, director ejecutivo de la Autoridad General de Inversiones y Zonas Francas de Egipto, ha elevado su pronóstico de crecimiento para el año fiscal 2023-2024 al 4.4 por ciento. Prensa Latina da cuenta de que esas cifras están sustentadas por un mejor desempeño de los sectores inmobiliario y de infraestructura. A su vez, el banco Morgan Stanley estimó que la economía egipcia deberá crecer 4.2 por ciento.
De cara al nuevo año los retos están estrechamente relacionados con una mayor recaudación de ingresos de los servicios del Canal de Suez, del sector turístico, la construcción y las manufacturas, así como las posibilidades de recuperación de la producción de gas. Por su práctica política y potencialidades económicas, Egipto puede considerarse un país grande, y como tal debe desempeñarse este nuevo mandato de El-Sisi.
