Un aula a cielo abierto

Los límites del aula se suelen desdibujar, se pierden tras las sombras y siluetas de árboles y plantas que son, a la vez, maestro y material de estudio. El Jardín Botánico Nacional (JBN) atrae y educa no solo a los visitantes ocasionales, sino también a los estudiantes de Botánica de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana.

“Y es que los jardines como este están diseñados desde su concepto para ser centros educativos al aire libre”, asegura Alelí Morales Martínez, investigadora agregada del JBN, institución líder de la red nacional que agrupa dichas áreas.

De las 13 instituciones de este tipo en el país, unas cinco pertenecen a universidades y el resto al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), de ahí su protagonismo en la investigación y la docencia en temas de flora y conservación.

Esto también justifica la presencia del stand del JBN en el Congreso Internacional Universidad 2022, que muestra los principales resultados científico-docentes, los servicios académicos, turísticos y hortícolas fundamentales en el apoyo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Una de las propuestas que traemos a la cita es la Escuela Nacional de Horticultura y Paisajismo, que debe contribuir a aumentar, preservar y gestionar los espacios verdes en las ciudades”, explica Alelí Morales.

“Una de las primeras acciones de la escuela será la capacitación de los trabajadores de la empresa eléctrica encargados de la poda de árboles –continúa la especialista– pues del oportuno y atinado corte depende la vitalidad de la planta y que la raíz no crezca en exceso y levante las aceras y calles”.

Otra de las acciones que coordina el JBN de conjunto con el Gobierno de la capital es la creación de un vivero para el rescate de los espacios verdes de la ciudad, que implicará la siembra de un millón de ejemplares como mínimo.

“El objetivo es plantar especies nativas que impliquen pocos recursos para su mantenimiento. Uno de los espacios donde ya se gestiona esta intervención con planificación y diseño paisajístico es el puente del Calvario”, argumenta la investigadora.

Investigación sin techo

Varios son los proyectos en los que está implicado el JBN en aras de identificar y preservar el patrimonio de la flora autóctona cubana. De los más importantes es la categorización de especies amenazadas en el país, conocida como la Lista Roja.

Este proyecto escrito ya ostenta una segunda hoja, en tanto la tercera debe ser publicada antes del 2030, a tono con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Esta lista permite saber el estado de conservación de especies, algunas extintas, otras en peligro o con preocupación menor. Si preguntas, Cuba es el país con mayor cantidad de plantas en estado crítico de conservación en el mundo, no porque estemos mal sino porque el resto del mundo no ha hecho esta investigación.

“Los pocos países que muestran un estudio similar, no ostentan una diversidad de ejemplares como las de zonas tropicales. Tanto así, que esta misma investigación ubica a Cuba como la nación del Caribe con más especies nativas conservadas”, agrega Alelí.

Otro de los proyectos del Jardín Botánico es la descripción de la flora de la República de Cuba, mediante una base de datos que recoge las características de unas 7 500 especies del país. Es uno de los programas más grandes que tiene colaboradores en todo el territorio nacional.

Igualmente, los investigadores del Jardín realizan estudios sobre plantas hiperacumuladoras, que abundan en suelos ricos en metales pesados. “Estas especies, presentes en la sierra norte oriental, en las alturas del centro en Cubanacán y en las formaciones de Cajálbana, en Pinar del Río, extraen los metales del suelo y los acumulan en sus tejidos.

“El estudio de estas plantas puede ayudar a la reforestación de zonas mineras e incluso, en un futuro, se podría pensar en la extracción de los metales de las plantas sin tener que erosionar la tierra”, concluye la experta.

Entretanto, el stand del Jardín Botánico sigue exponiendo y encantando con los ejemplares de orquídeas y suculentas a los participantes de Universidad 2022, evento que se extiende hasta el 11 de febrero y que exhibe el quehacer de la educación superior y las instituciones científicas del país.

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