No ha pasado mucho desde que una descarga eléctrica impactó, el pasado 5 de agosto, en el tanque 52 de la Base de Supertanqueros de Matanzas. El incendio ocurrido a partir de entonces es una historia conocida que todavía duele, sobre todo, porque robó el aliento de 16 cubanos y dejó en un vacío al resto del pueblo.
Semanas después, este 15 de septiembre, en la Sala de Concierto Ignacio Cervantes del Palacio de los Matrimonios de La Habana Vieja, se reunieron algunos de los protagonistas de aquel siniestro.
En virtud de los decretos presidenciales 478, 479 y 481, se otorgaron condecoraciones a 140 personas: a cinco integrantes del Cuerpo de Bomberos de Cuba, la Orden por el Servicio a la Patria; a 31 oficiales y trabajadores civiles, la Medalla Por la Seguridad del Orden Interior, de primera y segunda clase; y finalmente, a 104 oficiales, sargentos, soldados, civiles, personal de salud, constructores, periodistas y hasta voluntarios, la Medalla por la Valentía, tanto de primera como de segunda clase.
En el también conocido como el Salón Dorado, donde antes ocurrían festejos, bailes y banquetes nupciales, ahora los condecorados formaban filas mientras el general de división Lázaro Álvarez Casas, ministro del Interior, Luis Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, y Reinaldo García Zapata, gobernador de la capital, entregaban las mencionadas distinciones. Como era la sede del antiguo Casino Español de La Habana, aún relucen, en el techo de la sala, los escudos de distintos territorios españoles. En esta ocasión, este espacio sumó un capítulo ilustre a su historia centenaria.
CRÉDITOS
Texto: Dariel Pradas
Fotos: Leyva Benítez