Foto. / Pablo Massip Ginest (cubahora)
Foto. / Pablo Massip Ginest (cubahora)

Un preámbulo necesario

Acercamiento a la edición 44 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano,  en La Habana, donde coincidirán, desde este viernes, artistas, guionistas, realizadores, especialistas y públicos interesados en la fiesta regional concebida como un evento participativo


Volvemos a reunirnos para disfrutar de los sabios sentidos de palabras e imágenes, ideas, conceptos, implícitos en procesos culturales de arraigo en generaciones ávidas por conocer e interpretar el presente y el futuro.

Como siempre ocurre, al llegar diciembre, nos preguntamos: ¿qué novedades traerá a las pantallas grandes el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana? Esta edición 44 no es una excepción.

La convocatoria “Luz verde: ¡acción!” acompañará durante 10 días la esperada cita, desde el  viernes 8 hasta el domingo 17 de diciembre.

Alexis Triana, presidente del Icaic, llamó a vivir la fiesta regional del cine como un evento participativo.

Un preámbulo necesario al evento motiva a pensar: las mayorías son conscientes que el escenario fílmico del siglo XXI se transformó debido a la avalancha de nuevos medios y experiencias interactivas. Estos pretenden satisfacer las necesidades comunicativas y el entretenimiento de públicos diversos y, al unísono, influyen en el acercamiento entre otros seres humanos sin límites de países o fronteras.

Una de las singularidades previstas para la ocasión fue anunciada por Alexis Triana, presidente del Icaic, en conferencia de prensa en el Hotel Nacional de Cuba, quien dijo: “En la habanera esquina de 23 y 12 estará ubicada una gran pantalla para que las personas puedan ver el cine y vivir la fiesta regional como un evento participativo”.

Tras invitar a los gobiernos del resto de las provincias a sumarse al festejo del séptimo arte con iniciativas similares en sus plazas, precisó: “Así el cine tomará las calles y trazará el camino hasta la edición 45 del próximo año”.El hecho de ir al encuentro del espectador propicia compartir en un espacio público la vocación estética de equipos creativos interesados en nutrir el campo del universo fílmico.

Por su parte, Tania Delgado Fernández, directora del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, y Rubén Ricardo Infante, director de prensa, destacaron algunos detalles. La selección oficial en competencia incluye 199 filmes. Argentina, México, Brasil y Chile son las naciones más representadas.

Tania Delgado, directora del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, y Rubén Ricardo Infante, director de Prensa, destacaron la diversidad de temáticas y estéticas que inspiran a guionistas y realizadores.

Delgado Fernández precisó que el programa abarca lo mejor del cine de la región y una amplia muestra de cine contemporáneo procedente de otros lugares del mundo.

Para la exhibición de las obras han sido habilitados los cines Yara, La Rampa, Charles Chaplin, 23 y 12 y Acapulco. Además las salas Glauber Rocha, de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, y la perteneciente a la Universidad de las Artes.

Dialogar sobre proyectos y talentos, el afán por conocernos y reconocernos, descubrir tradiciones, datos, marcas identitarias forman parte de los presupuestos que liderarán entre los participantes.

De igual modo en el Festival serán homenajeados el cineasta español-mexicano Luis Buñuel, en el aniversario 40 de su fallecimiento, y el director y actor francés Max Linder, en el 140 de su natalicio.

Hacia el Premio Coral

Es imposible precisar el amplio abanico de temas, conflictos e intereses que inquietan a guionistas y directores en Cuba y allende los mares.

Relaciones familiares, violencias de diferente índole, silencios tortuosos, angustias propias de la adolescencia y de la juventud son recreadas en cortos y largometrajes y documentales, entre otros géneros, y patentizan la necesidad de contar desde el arte sus aspiraciones individuales y colectivas.

Luz verde a la acción fílmica convoca en el esperado Festival.

Quienes escriben y filman son conscientes de la importancia que tiene en sus historias el guion, pues este determina la estructura y la dinámica interna de la puesta. Sin duda, nutre o empobrece el proceso de promiscuidad creativa, a la cual aportan productores, maquillistas, vestuaristas, fotógrafos, actores, actrices, sonidistas, editores… En fin, cada especialista del colectivo cinematográfico.

Rechazar la complacencia parece ser un rasgo distintivo de la estética en el quehacer de numerosos artistas. Por ejemplo, asume este concepto Ernesto Daranas, al recrear su punto de vista en el documental Landrián, con el que aspira al Premio Coral. Podrá ser visto este domingo, en el cine 23 y 12, a las 5:30 p.m.

Al realizador lo inspira Nicolás Guillén Landrián, Nicolasito. Su vida transcurre de 1938 a 2003 y lo alimentaron múltiples vivencias. Para él, la imagen es más importante que la palabra. Le interesó elaborarla mediante un lenguaje atrevido en pro de la conquista del espectador.

Reveló esencias del pueblo y de su fibra como actor en los filmes En un barrio viejo (1963), Los del baile y Ociel del Toa, ambos de 1965, Reportaje (1966) y Nosotros en el Cuyaguateje (1972).

Ciertamente, reflexionar sobre lo humano, remite a plurales investigaciones y hallazgos. Muchos de ellos promueven energías liberadoras, replantean ilusiones y revelan posiciones ante la existencia.

De esto darán fe quienes sigan el curso de las tramas para penetrar en intrincadas madejas de lo que acontece en el alma y en la conciencia.

Nunca lo olvidemos, lo imaginado en el séptimo arte exige ser verdadero y defender la ilusión de verdad, aunque nunca haya ocurrido. Alerta, previene, con razones y motivos de quienes a partir de la honestidad intelectual y el rigor creativo ven donde otros no han visto.


CRÉDITOS

Fotos. / Leyva Benítez

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