Foto. / Leyva Benítez
Foto. / Leyva Benítez

Lo difícil de ser perspicaz

Filmes y series, entre otros formatos audiovisuales, exigen de los públicos múltiples implicaciones desde el ver e interpretar otros mundos posibles o imposibles. Tal vez soñados en la intimidad o compartidos silenciosamente


Los amores contrariados de García Márquez suelen ser esperanzadores. Paladeamos su magia gustosamente en el cine o en la literatura. Quizás porque plantean lo impredecible, incluso la señal de “algo” que puede ocurrir y salvará a la pareja del infortunio duradero. Tal vez, gestos oportunos o palabras precisas liberarán a los amantes de angustias. Dichas emociones igual se viven ante la TV, donde realizadores de telefilmes y otros audiovisuales validan al Premio Nobel, lo consideran una figura legendaria, imperecedera.

Dichas huellas emergen en puestas cinematográficas y televisuales, en las que guionistas y directores abordan el presente narrativo desde la visión de ganar para el relato lo que antes pertenecía a la vida, lo ordenan con sentido jerárquico en provecho de múltiples sensaciones.

Ningún texto es totalmente ajeno a la existencia, dada su condición de universo, donde tiempo, espacio, causalidad constituyen el contexto y la razón de ser del televidente. En ocasiones, propicia creer sensato lo imposible. Historias, personajes, conflictos en circunstancias dadas, fábulas, enfrentamientos pueden estar mezclados en la realidad-otra de narrativas disímiles. Estas acuden a los géneros dramáticos sin prejuicios, tanto al subvalorado melodrama como a piezas y tragicomedias.

En dicho proceso intervienen de manera decisiva actores y actrices. Puede ocurrir que buenos textos no sean recreados de manera auténtica en la ficción escénica. ¿Hubo una deficiente dirección por parte del director o la directora? ¿O el intérprete apenas supo modelar de manera autónoma las relaciones entre gestos, miradas, actitudes, silencios? ¿Unos y otros supieron afrontar la dramaturgia en términos de complejidad?

Destacados nombres del arte actoral han reconocido a BOHEMIA la importancia del aprendizaje continuo en cualquier medio audiovisual o escénico sin límites de lenguajes. Lo manifestaron Enrique Molina y Luis Rielo. Para ellos, las escuelas principales continúan siendo el estudio de los clásicos resignificados durante la contemporaneidad.

¿Cómo interpretar esas experiencias al devolvernos invenciones, energías, maneras de ser y de hacer?

De acuerdo con Eugenio Barba: “La búsqueda de la perspicacia concierte al espectador y al actor… Un espectáculo puede convertirse en una expedición antropológica para uno y otro, pero no es necesario que sea la misma expedición para ambos”.

Ciertamente, el saber ver es fundamental. Otros elementos influyen en este sentido. Con independencia del género dramático, la refiguración de la temporalidad se expresa en la velocidad de lo contado y en su desarrollo argumental. ¿Ejemplos? La serie turca Secretos de familia (Multivisión, lunes, miércoles y viernes, 8: 50 p.m.) utiliza entre los recursos más frecuentes el flashback –plano generalmente muy breve, narrado por un personaje, que retrotrae a una acción pretérita en relación con el acontecimiento representado. A soluciones insospechadas conducen esas visiones instantáneas. Nunca son inocentes, sirven para complejizar el juego de las expectativas, en solitario, o en compañía, el espectador participa en la co-creación de mundos posibles o imposibles. Bastan giros al pasado bien colocados en el discurso para motivar la reflexión y el disfrute, depende de la subjetividad del humano.

Suele ocurrir en la realidad cotidiana, el recuerdo focaliza conflictos, situaciones, circunstancias. Los audiovisuales permiten al narrador-personaje revelar y ocultar secretos, o inventar lo que desconoce. Puede ser molesta la reiteración, pero la narratividad seriada lo exige.

Tampoco perdamos de vista la utilización de ese plano generalmente muy breve en las cinematografías. Programas siempre esperados: De cierta manera (Canal Educativo, jueves, 9:30 p.m.) e Historia del Cine (Cubavisión, lunes alternos, 10:30 p.m.) exhiben producciones nacionales e internacionales, respectivamente, que incluyen combinaciones de ese y otros efectos al concebir la estructura ficcional.

En nuestro mundo interconectado lideran nuevas estrategias de conocimiento de lo social y lo íntimo, la TV y el cine influyen en el enriquecimiento cultural de las audiencias. Los placeres de la gran pantalla en la sala oscura y el de ver TV en el hogar implican seducciones particulares. Sin el reclamo de la coincidencia en la misma dirección del pensamiento es preciso aprovecharlos. Suscitan conversaciones polifónicas y entrañables, la atención al otro invisible, a veces olvidado, no obstante las cercanías físicas o en redes. Pensémoslo.

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