Cuba e Irán comparten puntos de vista respecto a los avatares regionales e internacionales. La visita de su presidente a La Habana incrementará los lazos a nivel político, económico, así como los científico-técnicos

Puede decirse que la República Islámica de Irán es una potencia científico-técnica. Un indicador de dicha afirmación se halla, en las últimas décadas, en el incremento de resultados que se reflejan en publicaciones especializadas. En ese aspecto muchos analistas se asombran, porque no conciben que tanto ese país como Cuba, ambos del Tercer Mundo, puedan ir a la cabeza de las investigaciones de la energía nuclear con fines pacíficos o de la biotecnología, llegando incluso a producir vacunas contra la Covid-19. (1)

Dicha extrañeza se debe a que maximizan la voluntad política, concentrada en buscar soluciones a los problemas del desarrollo de uno y otro pueblo, que han avanzado mucho a pesar de las dificultades.

Por estos días es noticia el periplo del presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, por tierras de Latinoamérica. En lo que a la Mayor de las Antillas concierne, fue recibido por el mandatario Miguel Díaz Canel Bermúdez y por el líder de la Revolución, Raúl Castro.

Los comentaristas malintencionados han querido darle a esta visita visos de desestabilización, donde las autoridades persas juegan en las narices del imperio a desafiar su autoridad, esto sin revelar que el recorrido de Raisi por Venezuela, Nicaragua y Cuba es sobre todo un acto soberano de acercamiento a naciones amigas.

El posicionamiento de Irán en la arena internacional se debe en primer lugar a su economía mixta, dominada por la producción de hidrocarburos, siendo la mayor parte de sus exportaciones y de los ingresos del Estado el petróleo y el gas natural. No obstante, la nación persa ha superado dicho renglón primario y también florece gracias a una amplia variedad de tecnología propia, con fábricas de automóviles, tractores y maquinaria en general, así como altos dividendos en la agricultura y en la pesca. En estos momentos su economía experimenta un ascenso notable, marcado por un crecimiento del 3,3 por ciento. (2)

Parada cubana

Y ese es el Irán que ha sido representado en Cuba por Seyed Ebrahim Raisi. Sin embargo, como potencia emergente en el tablero geopolítico hay otra cara del país a los ojos de la política internacional y tiene que ver con su postura radical, contraria a la intromisión de los Estados Unidos en los asuntos internos y en las difamaciones alrededor de su programa nuclear. Recordemos que Washington se ausentó de la mesa de negociaciones, imponiéndole sanciones unilaterales durante la administración de Donald Trump. Algo similar sufren Caracas, Managua y La Habana.

Por su parte, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, al recibir, este 15 de junio, a Raisi, agradeció el apoyo del Gobierno iraní en la lucha de Cuba contra el bloqueo yanqui. Se destacó que ambas naciones han sabido defender su independencia y soberanía. Asimismo, se  reafirmó la voluntad bilateral de continuar fortaleciendo las relaciones de cooperación y el diálogo político de alto nivel. (3)

Miguel Díaz-Canel, al dar inicio a la visita oficial, acompañó a su homólogo persa en un recorrido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, en el cual Raisi pudo conocer sobre la labor de los científicos cubanos y los avances de Cuba en el área biotecnológica, y evaluar potencialidades con vistas a la colaboración mutua.

De tal suerte, esta “rara” amistad, personificada en Raisi, tuvo una importante expresión en el foro de negocios cubano-iraní, en el que se reafirmó la decisión de su país de seguir trabajando con Cuba en varias áreas de interés común, entre las que sobresalen los ámbitos tecnológico y científico. Según su opinión, Cuba y América Latina son estratégicos para enfrentar al sistema imperialista y serán claves en la lucha contra el injusto orden mundial actual, planificando y gestando acciones para una todavía insospechada calidad de vida de nuestros pueblos. (4)