En el XXVI Foro Económico Internacional de San Petersburgo Cuba patentizó su voluntad de cooperar en diversas áreas. Manuel Marrero Cruz fue recibido por Vladimir Putin

Repetir el aserto de que los amigos se conocen en las dificultades puede sonar manido; sin embargo, no caben dudas de su veracidad en lo que a política se refiere. Esta ha sido la tónica de toda la estadía del primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, por tierras rusas.

Bohemia ha ido refiriendo sus diferentes acciones y ahora corresponde comentar sobre el intercambio que ocurrió, este 14 de junio, entre el dirigente cubano y la delegación que lo acompaña, y el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin. Encuentro visto por muchos analistas como relevante.

En Moscú, el anfitrión reiteró: “por nuestra parte, haremos todo lo posible para que nuestra cooperación económica ayude a superar estas dificultades causadas desde el exterior”, en alusión al bloqueo estadounidense contra nuestra nación. “Usted sabe que siempre hemos tenido y tendremos una especial relación con la Isla de la Libertad”, dijo y, asimismo, transmitió sus “mejores deseos” a su colega cubano, Miguel Díaz-Canel, y “al camarada Raúl Castro”. (1)

Según trascendió, Marrero condenó las sanciones unilaterales y los intentos de Occidente de aislar a Rusia en las organizaciones internacionales, tildándolos de “rusofobia”, pero reflexionó que estas presiones “han fracasado completamente, porque vemos en su país una auténtica fuerza, fortaleza. Estamos muy orgullosos de su país”, recalcó.

Esta gira del también miembro del Buró Político ha elevado al mismo nivel de los nexos políticos los vínculos económicos. Por ejemplo, se acordó preparar un acuerdo para que la petrolera Rosneft suministre 1,64 millones de toneladas de petróleo e hidrocarburos anuales a Cuba. Por otra parte, Rusia espera enviar hasta medio millón de turistas anuales a la Isla.

Estancia en San Petersburgo

Manuel Marrero participó en el Vigesimosexto Foro Económico Internacional de San Petersburgo y, al intervenir en un panel sobre soberanía económica en la sesión inaugural, explico los retos que enfrenta Cuba, Estado insular del Caribe despiadadamente bloqueado para alcanzar un desarrollo soberano. Manifestó que, mientras cualquier otro país resolvería muchos problemas de la economía con terapias de choque, Cuba garantiza su desarrollo soberano procurando justicia y equidad.

La cita de San Petersburgo es de suma importancia, porque en ella se tomaron alrededor de 900 acuerdos, por valor total de más de 45 mil millones de dólares. Entre los convenios firmados por nuestra delegación hay 43 con representantes de compañías extranjeras. (2)

Este Foro, bajo la egida del Kremlin, contó con la participación de 17 mil delegados de 130 países, lo cual desmiente la retórica occidental de que Rusia está aislada. Con Cuba ocurre algo similar: fue un muy buen momento para recordar que la Mayor de las Antillas ha sabido ganarse un lugar en el mundo, ocupando la presidencia del Grupo de los 77 más China, que tiene como prioridad el fomento de solidaridad y la cooperación internacional.

Al plenario llamó la atención las palabras del dirigente cubano con respecto a la inversión extranjera y las relaciones con Rusia, de lo cual se hicieron eco por ejemplo las agencias EFE y AFP. “Concebimos la inversión extranjera como un elemento clave para el plan de desarrollo económico social, el turismo, la agricultura, la industria y otras esferas. Estamos abiertos al mundo, abiertos al negocio”.

Marrero apuntó que la próxima cumbre del G77 + China, que La Habana acogerá, “será una oportunidad para abrirnos y dar facilidades de inversión, Cuba apuesta por el desarrollo de la ciencia, la innovación y saca las mejores experiencias de los momentos de crisis”. Como puede verse la nación procura nexos asentados en fortalezas propias, así como por los amigos a la hora de caminar hacia la meta de más desarrollo soberano.