Foto. / Alejandro Falcón
Foto. / Alejandro Falcón

Categorías en Cubadisco: ¿afinaciones perfectas?

Privilegiar la diversidad de opciones, géneros y estéticas exige, más que múltiples segmentaciones, una reflexión analítica del sistema de candidaturas, teniendo en cuenta la cientificidad y la imaginación


Ha comenzado a “sonar” Cubadisco, la feria internacional que debe promover la creación fonográfica, la actividad comercial en torno a ella, la reflexión y el intercambio en diferentes escenarios entre compositores, intérpretes, diseñadores, grabadores y productores como participantes en un dinámico proceso, pues este demanda ideas y pensamientos de todos los involucrados en el hecho artístico.

Durante la celebración del evento, entre el 7 y el 14 de mayo, no podemos olvidar un contexto lleno de desafíos. Entre ellos, por ejemplo, la avalancha comercial de las industrias de la comunicación, los monopolios productores y distribuidores de un pensamiento hegemónico, los cuales prevalecen en el nuevo escenario comunicacional donde ocurren cambios significativos en el consumo y las maneras de intervenir la información difundida por vías diferentes.

Anabell López, intérprete y productora junto a Silvio Rodríguez fue nominada en el apartado Canción por recrear el fonograma Con un poco de amor.

Sin duda, el Premio Cubadisco es uno de los incentivos principales de la Feria, pues establece jerarquías, marca señales culturales, pondera el impacto social del rescate de la memoria musical y visibiliza lo valedero.

Un jurado integrado por reconocidos músicos, críticos, periodistas, musicólogos e investigadores, tras evaluar las nominaciones presentadas, votarán atendiendo a los requisitos que exige cada apartado.

Ciertamente, es difícil decidir lo mejor de lo mejor de la música en nuestro país. Por esto debe reflexionarse sobre la excesiva proliferación de 34 categorías en Cubadisco.

El productor Emilio Vega compite en varias categorías, entre ellas en Tradicional variado con el disco A lo Jorrín (Bis Music).

Esquemas y clasificaciones impiden pensar la música a partir de los fines que son las obras, estas merecen ser comunicadas y llegar a los diferentes públicos.

La categoría alternativo/fusión ignora que en nuestro mundo amplio, diverso, interconectado, no existe la pureza. Imposible olvidar el concepto de intergéneros dado por el inolvidable maestro Danilo Orozco.

¿Por qué subdividir la música popular bailable en tres apartados? Urge pensar lo nuevo no por novedad, sino por su significación y capacidad de crear una nueva actualidad con lo que ya existe.

Los compartimientos de las tradiciones, la “soledad” de la nominación al Premio a la investigación y las divisiones de arte sonoro, ambiente controlado y no controlado, también llaman a la reflexión; de ningún modo se pueden confundir los medios con los fines. Pensemos en la información del ejecutante y en su cultura, en las características acústicas del sonido y en la visión dialéctica, esta merece primar al establecer determinados modelos clasificados.

Hay que lograr las afinaciones perfectas en Cubadisco. Comprender lo más actualizado del universo contemporáneo influye en el gusto, este no nace, se forma. Precisamos escuchar, promocionar, difundir las músicas, sí, en plural.

Quienes aportan al arte creativo no se contentan con lo hallado, indagan, mantienen la búsqueda de saberes y experiencias, son conscientes de dónde venimos y hacia dónde vamos al enriquecer lenguajes, códigos, estéticas, combinar la competencia técnica y la fantasía desbordada; ambas interactúan, definen la jerarquía artística.

Un premio especial será otorgado a Bobby, del maestro Bobby Cacassés.

Es preciso aprovechar con intencionalidad las plataformas digitales, los programas radiales y televisivos en defensa de la política cultural.

Si la industria fonográfica fortalece sus vínculos con las presentaciones en vivo, el documental audiovisual, el videoclip, ella propicia una articulación coherente para visibilizar el patrimonio sonoro, el desarrollo y el desempeño de los más jóvenes, la mayoría, egresados del sistema de enseñanza artística.

En tal sentido descuella Alejandro Falcón, nominado en el apartado De la tradición sonera y campesina junto a Enrique Pla con el disco El caruso del son (Bis Music) y en Concierto en estudio, al recrear Live in Havana (Producciones Colibrí).

De hecho, hay que seguir perfeccionando los mecanismos económico-financieros, teniendo en cuenta la particularidad del disco como producto de gran impacto sociocultural. Una labor conjunta requiere los aportes de expertos en economía, finanzas, comunicación social, musicología; se precisa unir equipos multidisciplinarios y recursos metodológicos. No olvidemos principios esenciales: el rigor artístico y el estudio de la cultura infinita en beneficio de la creación musical y de toda la sociedad.


CRÉDITOS

Fotos. / Leyva Benítez

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