Contraste

Estas imágenes fueron tomadas desde un auto en movimiento. A las 7:19 a.m. se hizo la primera. Yo tenía la misión de capturar algunas fotos de los corredores que participaban en la Maratón de La Habana.

El chofer debía moverse velozmente por calles poco transitadas para llevarme a algunos puntos elegidos por mí, como el Capitolio, la calle lateral del Museo de Bellas Artes y Malecón.

Esto era pura adrenalina. Porque la idea era documentar lo mejor posible el paso de los maratonistas por los diferentes puntos de la ciudad.

Ese día hicimos este trayecto dos veces para cubrir las dos arrancadas, la de las 6 a.m. y la de las 7 a.m. Me percaté de que el chofer mejoró la ruta en la segunda oportunidad. Puedes ver en este mapa el punto de salida y el de Prado y Malecón, adonde yo quería llegar… nosotros no podíamos ir en el auto en medio de los corredores, teníamos que tomar calles aledañas, respetando las leyes del tránsito, todas las calles no son del mismo sentido, así que la experiencia del chofer sería vital para estar a tiempo en los puntos marcados.

No sé a ciencia cierta por qué hice estas fotos. No fue premeditado. Creo que me sentí atraída por el hecho de estar pasando por calles que normalmente no recorro. Habló mi voz interior y me dio la orden de disparar.

Luego, donde el paisaje cambia para mejor, habrá sido la inercia la responsable de que siguiera disparando, porque estos lugares sí los he caminado mil veces.

La última imagen es una vista del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, cruzando la calle, después que el chofer aparcó para que yo me moviera a pie hasta el frente del Capitolio. Fue todo muy rápido, me sorprendo yo misma de mi agilidad. En ese momento no pensaba en otra cosa que hacer mi trabajo.

Cuando miré mis archivos, me sorprendí no solo de la velocidad con que nos movimos, sino de cómo pude captar los duros contrastes de mi ciudad en apenas cuatro minutos. Y aquí es donde se asoman algunos versos, la musa está tocando mi puerta.

7:19 a.m.
7:20 a.m.
7:20 a.m.
7:21 a.m.
7:21 a.m.
7:21 a.m.
7:23 a.m.

En este letargo veo las dos caras del mundo

como si viajara a través de una postal de ensueño.

Me zarandea la vida

y el óxido y la depauperación cansinos de mis días

hacen que pierda la fe.

Sé que quieres morir con la mano en el corazón

pero existen lugares que ahogan los latidos.

Este es el mío

mi cruz

saberme en el espanto

y otra vez mi cruz

el goteo infinito de dolor.

La mejor manera de amarte sería la renuncia

pero soy tan cobarde

y la ciudad se rinde ante tus ojos.

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos