Foto./ Gabriel Valdés.
Foto./ Gabriel Valdés.

Derribando los viejos muros de la tiranía

Con la demolición de la Posta Seis del campamento Columbia y la sede del tenebroso Buró de Investigaciones, la Revolución continuó su obra de construir una nueva sociedad


Desde la noche anterior, Radio Reloj estaba trasmitiendo la noticia: de acuerdo con las atribuciones que le confería el Gobierno Revolucionario como jefe de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire de la provincia de La Habana, el comandante Camilo Cienfuegos dispuso la demolición de la Posta Seis del campamento Columbia, el cual estaba destinado a convertirse en un centro educacional para el curso escolar que se aproximaba.  

A las 2:40 de la madrugada del 10 de marzo de 1959, exactamente a siete años de que Fulgencio Batista y sus compinches habían penetrado por ese lugar a la fortaleza para perpetrar la asonada que instauró la tiranía más sangrienta de Cuba, el Señor de la Vanguardia, mandarria en mano, le asestó el primer golpe al muro. Ya agrietada la pared, operó el buldócer, que avanzó desde dentro de la ciudad militar hasta la calle.

Camilo inició la demolición de los muros de la otrora primera fortaleza militar de Cuba. / fidelcastro.cu

Tras una conversación con algunos periodistas allí presentes, uno de ellos le pide una constancia escrita del momento. Esta saldría en una publicación de la época:

“2 y 40 de la madrugada del 10 de marzo de 1959.

“Después de 7 años de larga espera se derriban los muros afrentosos que levantó la tiranía dejando detrás de ellos la libertad conculcada, los derechos violados, la honra humillada.

“Finalizados estos 7 años de luto y sangre el pueblo representado por el Ejército Rebelde derriba esos muros residuos de esa tiranía y le dice a la ciudadanía: Otra posta más. Territorio Libre de Cuba.

Camilo Cienfuegos”.

Un axioma de Lenin

Una de las lecciones extraídas por el líder bolchevique ruso V.I. Uliánov, Lenin, de las causas del fracaso de la Comuna de París (1871), fue la necesidad de destruir el viejo aparato estatal burgués y crear uno de nuevo tipo acorde a las necesidades de las masas populares. Tal axioma lo tuvieron presente Fidel y la Dirección Revolucionaria desde los primeros días tras el derrocamiento del régimen batistiano.

Ya en fecha tan temprana como el 5 de enero de 1959 se creó la Policía Nacional Revolucionaria del país, continuación histórica de la Policía Rebelde, fundada por el entonces comandante Raúl Castro el 28 de octubre de 1958. A la PNR, cuyo primer jefe fue el comandante Efigenio Ameijeiras, se le encomendó la misión de luchar contra los desmanes de elementos antisociales y trabajar por mantener el orden en todo el territorio nacional.

Semanas después, el tenebroso Buró de Investigaciones (BI) fue renombrado Buró Revolucionario de Investigaciones (BRI). Por otra parte, el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), el Servicio de Inteligencia Naval (SIN) y el Buró de Represiones de Actividades Comunistas (Brac), aunque ya estaban totalmente desactivados, seguían existiendo legalmente.

El Buró de Investigaciones, meses antes de ser demolido. / Archivo de la ACRC.

El 19 de febrero de 1959 el periódico Hoy anunciaba en primera plana que el día anterior “todos los odiosos organismos represivos de la dictadura quedaron definitivamente disueltos. Solamente quedó organizado un solo aparato destinado a la vigilancia contra los que conspiren para derrocar a la Revolución. Esta decisión fue cumplimentada por el comandante Camilo Cienfuegos”. Al ser interrogado por la prensa, el Héroe de Yaguajay expresó que, disueltos definitivamente estos antros de tortura, desaparecen con ellos “parte de la etapa de odio y de vergüenza que aún quedaban en Cuba”.

En los meses siguientes a la demolición de la Posta Seis se determinó el destino de los organismos mencionados: el BRI se trasladó a otro local y se le buscó una nueva denominación: Departamento Técnico de Investigaciones (DTI). La otrora edificación del Buró de Investigaciones (calle 23, entre 30 y 32) fue también derrumbada y se construyó allí un parque infantil que aún existe.

En la sede del SIM (avenida 31 y calle 114) se erigió un policlínico que presta servicio a la población; la del SIN (Torreón de la Chorrera, Malecón y Calzada, Vedado) es ahora una instalación turística; y la del Brac (avenida 31 y calle 108, Marianao) fue destinada en los años siguientes a oficinas de distintos ministerios. En cuanto al campamento Columbia, en él radica desde septiembre de 1959 la Ciudad Escolar Libertad y una cerca perimetral metálica sustituye los antiguos muros. Una parte de su extensión, frente a Maternidad Obrera, en la avenida 31, se usó para erigir el hospital infantil Juan Manuel Márquez.  

La sede del Servicio de Inteligencia Naval y sus dos criminales jefes: Julio Laurent y Jesús Blanco. / Archivo de la ACRC.

*Periodista y profesor universitario. Premio Nacional de Periodismo Histórico por la obra de la vida 2021.

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Fuentes consultadas

Los libros Fidel en el año de la Liberación, de Eugenio Suárez y Acela Caner; Camilo, Señor de la Vanguardia, de William Gálvez, y Cuba 42 años de Revolución, cronología histórica, de José Cantón Navarro y Martín Duarte. 

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