Durante la segunda jornada de sesiones quedó oficialmente inaugurado el XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas en el Palacio de las Convenciones de La Habana
Heredera fiel de quienes la precedieron, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) florece con fuerza a sus 62 años desde el magno compromiso que propicia el intercambio de ideas y pensamientos. Tras un intenso periodo de debate previo, este momento se convierte en oportunidad única para impulsar la vida de la organización y honrar el legado de quienes tanto hicieron desde su fundación.
“Seamos consecuentes con el rigor y la calidad que nos ha acompañado durante estos meses de congreso y hagamos de estas jornadas un tiempo valioso y útil para hacer, aportar, participar y crear”, así se refería Aylin Álvarez García, Primera Secretaria del Comité Nacional de la UJC, al inaugurar oficialmente el cónclave que reúne en La Habana a más de 400 delegados y casi un centenar de invitados.
En la apertura también asistieron Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vice primer ministro, y el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura.
El trabajo en comisiones marcó la agenda de la segunda jornada de sesiones en la capital, intenso proceso de reflexión y análisis donde se abordaron seis ejes fundamentales: funcionamiento orgánico, formación de cuadros, labor ideológica, vinculación con organizaciones estudiantiles, desarrollo económico, políticas sociales y defensa de la patria.
En el seno del apartado de políticas sociales los participantes centraron la atención en aspectos cruciales como es el embarazo en la adolescencia, el consumo de sustancias perjudiciales y la falta de inserción laboral de los jóvenes, con el propósito de potenciar el rol integral de la UJC, en consonancia con la voluntad política del Gobierno cubano en esta materia.
Se ahondó en las investigaciones del Centro de Estudios Sobre la Juventud y el Centro de Opinión del Pueblo del Partido Comunista al indagar en el contexto y las estadísticas en el trasfondo de estas problemáticas. En este sentido se entendió la importancia de la intersectorialidad, donde la responsabilidad de atender dichos asuntos no recae únicamente en las instituciones educativas o de salud, sino también en los Comités de Defensa de la Revolución y otras organizaciones políticas y de masas.
De esta forma, varias líneas temáticas fueron discutidas en el intercambio: la comunicación, la ruptura de estereotipos, el trabajo con familias y la educación. En cuanto a la inserción laboral, se destacó que se requiere establecer vínculos con empleadores y las empresas desde los centros educativos.
Durante el encuentro juvenil que concluye mañana también se prestó atención al funcionamiento orgánico, asunto en el cual delegados e invitados coincidieron sobre la necesidad de llevar a cabo una revisión integral que conduzca a una organización más cercana a sus miembros.
Se hizo hincapié en que se debe reflexionar y discutir aquellos errores que obstaculizan el trabajo del gremio, como la falta de delegaciones de base juveniles en algunas entidades laborales.
Se destacó que la organización, que es fundamental para la incorporación futura de nuevos miembros del Partido, ha experimentado un decrecimiento en comparación con años anteriores, atribuido en gran medida a deficiencias en el quehacer político-ideológico.
La atención a los militantes desvinculados del estudio y el trabajo también centró reflexiones. La cifra de más de 10 mil jóvenes en esta situación puso de manifiesto que aún hay mucho por hacer. Las provincias de Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Las Tunas y Santiago de Cuba presentan los índices más altos, de ahí que se acordara fortalecer la colaboración con los organismos educativos y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de cada territorio.
Lisvany Martín Rodríguez, presidente de la FEU en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, subrayó la importancia de hacer un autoanálisis enfocado a qué imagen proyecta la UJC, desde el punto de vista discursivo, hacia los jóvenes.
Un reclamo de todos
Hace más de seis décadas Cuba resiste el asedio económico con honor y dignidad. En ese escenario de la lucha por reclamar la justicia, los delegados alzan su voz de protesta. Y es que en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, el país no tiene cabida; es un juego de intereses, un pretexto sin sentido. “¡Abajo el bloqueo! ¡Viva Cuba!”, claman con fuerza en cada sitio del Palacio de las Convenciones. Los jóvenes se unen al coro de rebelión, con su voz firme y espíritu indomable.
La política coercitiva es la cadena que nos oprime, que sofoca la libertad y la prosperidad. En la salud, en la energía, en la ciencia, en la alimentación, se sienten las heridas del bloqueo. Pero esta Isla sigue de pie, con amor y unidad.
Asdrúval De la Vega, miembro del cuerpo diplomático cubano en Washington, denunció que la administración norteña impide a sus ciudadanos el derecho a viajar a la Mayor de las Antillas como turistas, persigue a las misiones médicas cubanas en el exterior y limita el acceso a combustibles como parte de una campaña para “demonizar” al gobierno, hecho que entorpece el intercambio cultural y económico entre ambas naciones.
Mirthia Brossard Oris, jefa del Departamento de Relaciones Exteriores de la UJC, fue portadora de un mensaje de los jóvenes al pueblo estadounidense, donde se ratifica la voluntad de coexistir en armonía y respeto.
“Solo pedimos que se nos deje en paz, que se nos permita estabilizar la economía con nuestro propio esfuerzo, sin interferencias ni sabotajes; impulsar el desarrollo y construir el país que deseamos, sin la persistente agresión de un país tan poderoso”, afirmó Brossard Oris.
Una organización renovada
Espacio de reflexión y unidad para los jóvenes cubanos, quienes han demostrado una vez más su capacidad para construir un futuro mejor para el país, ha representado este Congreso, brújula que marca el rumbo de la organización vanguardia en las etapas venideras.
Uno de los puntos destacados de este miércoles fue la aprobación de 21 propuestas de modificaciones a los estatutos de la UJC. Entre estas se incluyeron cuatro supresiones, 14 adiciones de nuevas disposiciones, así como la fusión de tres existentes, resultado de un intenso debate entre los participantes, quienes buscaron fortalecer y modernizar las normativas que rigen la actividad política de la organización para adaptarlas a los desafíos y realidades actuales.
Es así que también entre estas actualizaciones significativas se recoge el aumento del límite de edad para ser miembro (hasta 29 años), en línea con la Política Integral para la Atención de la niñez, adolescencia y juventudes.
Además, se abre la posibilidad de que extranjeros que compartan los valores y principios del proceso revolucionario y defiendan activamente a Cuba puedan unirse al gremio. También se ha establecido como excepción el ingreso de jóvenes con méritos extraordinarios en el cumplimiento de sus responsabilidades.
Estas aprobaciones buscan fortalecer la participación de la juventud en los procesos de construcción social y política del país y promover la formación de líderes, en consonancia con una organización que busca ser un espacio inclusivo y diverso, en el que todos puedan contribuir al desarrollo y la defensa de los ideales de la nación cubana. Con estas decisiones, la UJC demuestra su compromiso con la renovación y el fortalecimiento de su estructura interna, así como con la defensa de los preceptos patrióticos que la han guiado desde su génesis.
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