Eclipse de muerte en Gaza

Caricatura. / Tomado de X.

Sábado 14 de octubre. Millones de personas permanecieron expectantes a la espera de un eclipse anular que -algunos especularon- prometía dejarnos sin luz del sol.

Otros opinaron que el suceso duraría unas cuatro horas, y estuvieron los que aseguraron que el lapso de tiempo será menor. Su peligro: mirarlo. Puede ocasionar serias afecciones a la visión.

Otro eclipse, sin embargo, mortal, no solo debiera atraer la mirada del planeta entero, sino también tocar las más profundas y sensibles fibras del ser humano y propiciar una integración de voluntades y de acciones para ponerle urgente fin.

Hablo del fenómeno que, a esa misma hora de sábado, desde muchos días atrás, mañana, y nadie sabe hasta cuándo, eclipsa (nubla, congela para siempre) la mirada de cientos, miles de personas, niños en particular, allá en la Franja de Gaza.

Hace unos minutos escribí en Facebook que realmente me he estado preguntando durante las últimas horas si entrar a Twitter o no. Las desgarradoras imágenes que allí he visto parten el pecho y el alma. Niños heridos, convulsionando, tintos en sangre, mutilados; muerte por doquier, explosiones, incendio, derrumbes, nuevos ataques, más bombardeos…

Entre todas hay una que sigue poniendo a prueba la capacidad respiratoria de mis pulmones. Me refiero a la figura de un palestino, desesperado, sosteniendo en alto a un niño muy pequeño, decapitado por una explosión.

No es la primera vez que Israel arremete con toda su saña, brutalidad y poderío militar contra la noble, humilde e indefensa población civil palestina en esa franja.

Siempre lo ha hecho con la anuencia, el apoyo y los aplausos de la Casa Blanca, violando los más elementales preceptos humanos y del derecho internacional.

Disfrutan la masacre contra mujeres, niños, adolescentes, hombres y ancianos (re)concentrados en un área de apenas 41 kilómetros de largo por diez de ancho, refugio de más de dos millones de personas, lo que ubica a esa zona entre las más densamente pobladas del mundo, con una proporción de 5 500 habitantes por kilómetro cuadrado.

Dicho en otros términos: cuando Israel bombardea no hay prácticamente hacia dónde correr, dónde refugiarse o protegerse. Ello, entre otras razones, explica los niveles verdaderamente dantescos que remonta el genocidio.

Como si fuese insignificante el rosario de problemas que mantienen a más del 80 por ciento de la población por debajo del umbral de pobreza, Israel se empecina en cortar toda posibilidad de salida de dicha franja e incluso la entrada de suministros, en particular medicamentos cada vez más deficitarios y por tanto imprescindibles para que se les pueda ofrecer emergente atención al creciente número de heridos que arriban a los hospitales.

Foto. / tomado de X

Observo un collage de rostros de niños que han muerto como consecuencia de la escalada durante las últimas horas y puedo imaginar el irreparable dolor de sus padres, la impotencia que deja la imposibilidad de enfrentar en igualdad de condiciones a un asesino, armado hasta los colmillos, que viene a matar sin escrúpulo alguno…

Y me pregunto, a la vez, cuántos niños siguen vivos, pero ya nunca más podrán ser cargados, arrullados por sus padres o caminar de la mano de ellos, porque sus progenitores figuran en la también imprecisa y extensa relación de adultos muertos.

Como siempre, como en todo, Cuba ha sido transparente por medio de su Ministerio de Relaciones Exteriores, al expresar “grave preocupación por la escalada de violencia entre Israel y Palestina, que es consecuencia de 75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel”. 

Leo el comunicado y advierto una total congruencia con lo que pediría en este instante hasta el último de los cubanos que habitan nuestro archipiélago: “una solución amplia, justa y duradera al conflicto israelí-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital”. 

Y, desde luego, cualquier persona (independientemente de su nacionalidad, mas con dos dedos de frente y un mínimo de sensibilidad humana) desearía que, por fin, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desempeñe su rol, ponga fin a la impunidad con que Israel -aliado incondicional del principal promotor de guerras en el mundo: Estados Unidos- actúa, pone y dispone, ataca, asesina y viola todos los derechos habidos y por haber.

Supongo que, desde el punto de vista científico, este sábado 14 de octubre quede inscrito en algún registro, por ese eclipse anular que, ante la fantástica imaginación de muchos, nos dejaría “completamente a oscuras en pleno día”.

Con el pecho abierto en dos por las imágenes que he visto, preferiría, sin embargo, que todos -y en especial a quienes internacionalmente más corresponde- pusiéramos la mirada en ese otro eclipse (de muerte) que está dejando sin luz, para siempre, a tantos inocentes en la sufrida Franja de Gaza.

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5 comentarios

  1. Estimado, le recuerdo que el Estado de Israel y el Estado de Palestina fueron creados por la ONU en 1948. Ambos países la solicitaron. Que Palestina y los demás países árabes no hayan aceptado los límites geográficos de la partición de territorios, es otra cosa. SIEMPRE Palestina ha atacado primero. ISRAEL sólo contrataca con mayor poder letal ya que tiene y tendrá el apoyo incondicional de los EEUU, el mayor imperio militar jamás visto en la Historia de la Humanidad. Palestina sebe que el contrataque será sin llorar y este último no será la excepción.

  2. Estimado Víctor: No sé cuáles serán sus fuentes, pero es evidente que son erróneas: No se trata del primer ataque como ud dice, sino la permanente violación de todos los derechos. Lea, lea más y bueno.

    1. Estimado, no pretenderá desconocer que las NNUU creron ambos estados durante 1948. Cuando me refiero al primer ataque, me refiero a que SIEMPRE Israel RESPONDE ante un ataque, sea Palestino o algún movimiento militar asociado a Palestina (Hamas. Hezbola, Al Fatha u otro). Así Israel ejerce su derecho a contraatacar. Y esta NO será la excepción.

  3. Es curioso, aunque no me extraña, que personas como Víctor Piñeiro se parcialicen de tal modo frente a una realidad tan evidente que apuntan a caer en los predios de la ceguera política y sobre todo humana.
    Pareciera que debemos aplaudir la «hazaña» de Israel, al descargar sin escrúpulo su poderío militar (maquinaria de muerte) contra personas civiles, inocentes, que no pueden defenderse y ni siquiera refugiarse. Pareciera que debemos aplaudir el asedio que TODO EL TIEMPO impone ese país para impedir que los palestinos reciban alimentos, medicinas, carburante… además de cortar agua y luz a más de 2,3 millones de seres humanos.
    No ver tal saña como un crimen (más allá de quién ataca primero o no) es -en mi muy personal opinión- el colmo de la supuesta ignorancia y algo muy parecido al modo en que se manifiesta y hasta actuaría quien comparte el crimen.
    Me gustaría saber las consideraciones del propio Víctor o de cualquier otro lector, si Cuba hubiera respondido cada agresión de Estados Unidos, bombardeado y matando niños, mujeres, ancianos, personas civiles en fin, totalmente inocentes, en territorio del imperio. Señooooores, sin hacer nada de eso nos han incluido en una lista de países patrocinadores del terrorismo.
    De cualquier manera, mi querida revista está abierta al criterio de nuestros lectores y yo, parte de su colectivo, agradezco la opinión de todos, incluso de quienes piensan diferente a mí y a millones de personas con un mínimo de sensibilidad humana y de sentido común. Gracias y buen día para todos.

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