Foto. / Leyva Benítez
Foto. / Leyva Benítez

“Espero que Fellini me siga alumbrando”

Vivencias de la joven actriz, modelo e investigadora italo-cubana Ailen Pasos Fardales tras vivir gratas experiencias durante la edición 44 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano


La Habana es raigal para ella. El lugar la cautiva, pues le permite comprenderse a sí misma y sentir nexos personales entrañables. Parte de su familia vive en esta ciudad donde la joven investigadora, modelo y actriz italo-cubana Ailen Pasos Fardales realizó un sueño añorado: participar en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, no solo como espectadora. Integró el equipo de prensa de la edición 44 del evento. Durante 10 días coordinó entrevistas, paneles e intercambios entre realizadores y periodistas, y otras actividades.

Es laboriosa, sensible. Disfrutó la oportunidad de aplicar saberes y experiencias acumuladas tras realizar estudios en liceos artísticos italianos especializados en teatro y cine.

Domina perfecto el español. Al hablar despacio despliega emociones. “Agradezco la acogida a Rubén Ricardo Infante, director de prensa del festival, y al resto del colectivo, Mirtha Lamothe, Maricela Perera y Olga Outeiriño.

Considera La dolce vita un filme de referencia en sus estudios. / www.benitomovieposter.com

“Fue fascinante escuchar y aprender junto a cineastas y expertos. Entre ellos María Novaro, Alan González, Patricia Ramos, Eslinda Núñez, Sergi López, Kiro Russo, Ariagna Fajardo. La relación es amplia y diversa”.

Hace una breve pausa, comparte vivencias sobre caminos transitados y recientes hallazgos.

“Nací en la ciudad de Rimini, donde nació y vivió durante 18 años uno de mis referentes, el renombrado cineasta italiano Federico Fellini. Las atmósferas de filmes suyos están allí.

“Comprender su riqueza visual y la conexión entre expresiones artísticas me motivaron a cursar un diplomado sobre cultura y técnica de la moda, indagar en la obra de David Bowen, notable creador, publicista, representante de la especialidad, aportó una mente creativa en constante desarrollo.

“Estudiar en la Universidad Alma Mater de Boloña, seguir preparándome en el arte de la actuación, acudir a los clásicos, influye en la apertura de las vías al conocimiento.

“Puedes tener talento e intuición, pero esas dotes no bastan. Es necesario profundizar en las nuevas miradas sobre el arte. También lo aportado por personalidades valiosas. Estudio a Susan Sontag, escritora, cineasta, profesora; su obra privilegia la escritura y las imágenes. Decía: `La mayor vocación de la fotografía es explicar el hombre al hombre´”.

Sonríe y confiesa: “Necesito vivir una existencia estimulada. Soy curiosa. He tenido la suerte de aprender muchas cosas existentes en el mundo. El cine ofrece esa posibilidad. En Italia resulta difícil para los jóvenes incursionar en ese arte. A veces viajan a otros países de Europa buscando oportunidades.

Valora el magisterio del director Federico Fellini en la película Amarcord. / www.filmaffinity.com

“También vienen a Cuba. La Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños descuella entre las mejores. Me lo ha confirmado el amigo Tommaso Santambrogio. Compitió en el Festival con su ópera prima Los océanos son los verdaderos continentes. Recrea el conflicto de la soledad en personas de diferentes edades. La película recibió el Premio colateral de la Universidad Agraria de La Habana.

“Es interesante ver la vida en imágenes. Pensar la estructura de los relatos. Aprendí montaje para expresar las relaciones entre ideas, actitudes, sentimientos. Puntos de vista de algunos guionistas y directores cinematográficos nos explican cómo viven las personas en sus países. Este detalle tiene significación para saber por qué actúan de una manera y no de otra. Elijo el documental al momento de contar historias sobre identidades personales y colectivas”.

Atenta a contextos y realidades, Ailen confiesa: “Añoro concebir y organizar festivales. Ahora en Cuba una mujer, Tania Delgado, dirige la popular convocatoria de alcance social y cultural. Sin duda, es un oportuno y bien ganado reconocimiento.

“En breve regreso a Italia donde seguiré estudiando. Quiero dedicarme a la crítica cultural. Necesito dominar en profundidad disciplinas teóricas y concretarlas en la práctica. Es una sugerencia de mi abuelo, Isidro Fardales, periodista.

“Nunca dejo de volver al maestro referente y a su labor fundacional. Imposible olvidar el valor simbólico de La dolce vita. También conmociona la puesta Amarcord sobre personajes residentes en la ciudad ficticia de Borgo, basada en Rimini. Aborda el período de la Italia fascista durante la década del 30. Por ella recibió el Premio Oscar (1974) en el apartado de mejor película extranjera.

“Espero que Fellini me siga alumbrando. Y volver a Cuba para hacer cine”.

De ningún modo acepta despedirse. El hecho de reencontrar las raíces exige volver una y otra vez.

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