Fabricando un pretexto para la intromisión
Foto. / hispantv.com
Fabricando un pretexto para la intromisión
Foto. / hispantv.com

Fabricando un pretexto para la intromisión

Desde Washington se intenta convertir a Irán en otra Siria o Libia. Las máximas autoridades persas y el pueblo en general consideran que ese empeño está abocado al fracaso.


Irán plantó cara nuevamente a los Estados Unidos durante la celebración, este 4 de noviembre, del Día del Estudiante, considerado también como el Día Nacional contra la Arrogancia. Estudiantes fueron los que en 1979 derrocaron al Sha de Persia, perrito faldero yanqui, mientras que la arrogancia es vista desde un prisma antimperialista, en defensa de la Revolución.

El presidente Seyed Ebrahim Raisi, en emocionada alocución y ante cientos de miles de sus compatriotas, increpó a su homólogo norteamericano Joe Biden con expresiones firmes: “Irán fue liberado hace 43 años y está decidido a no volverse su cautivo. Nunca seremos una vaca lechera”. Referencias estas, según HispanTV, a unas desafortunadas comparaciones hechas en el pasado reciente por el expresidente yanqui Donald Trump.

En lo que concierne a Irán, la actual administración demócrata mantiene la misma actitud beligerante que la predecesora republicana y no parece que vaya a cambiar; por el contrario, se avizora que escalará a puntos peligrosos.

El medio noticioso arriba mencionado, y acorde a datos de agencias de inteligencia, sostiene que el imperialismo ha pagado 55 millones de dólares para la implementación de un proyecto llamado “Desestabilización de la situación interna en la sociedad iraní”, junto con 353 millones para, a través de las principales redes sociales internacionales, promover y denigrar la imagen de esa nación a los ojos de sus vecinos y de países amigos, los cuales conocen que Teherán es libre del tutelaje yanqui desde hace más de cuatro décadas. En su soberbia, los EE.UU levantan sanciones de todo tipo. ¿No les recuerda esto al bloqueo contra la Mayor de las Antillas?

Fabricando un pretexto para la intromisión
El mandatario iraní ha dicho: “Que todos sepan que hoy el enemigo ha atacado nuestra unidad y cohesión, progreso, esperanza, paz y poderío”. / hispantv.com

¿Qué esconde la llamada Revolución del velo?

El actual inquilino de la Casa Blanca prometió durante su campaña presidencial que iba a liberar a Irán a como diera lugar. Recientemente, el día 3 de noviembre, señaló que apoyaría todos los disturbios que se dieran en ese país, refiriéndose a los desatados luego de la muerte de Mahsa Amini, detenida el 13 de septiembre por la Policía de la Moral debido al uso incorrecto del hiyab (velo obligatorio) para “recibir clases de orientación”.

No nos toca a nosotros ni a nadie juzgar la obligatoriedad del hiyab y, si bien es cierto que dicha costumbre es controversial, solo a los iraníes corresponde revisar sus normas de convivencia. Las autoridades persas han explicado que la joven murió en el hospital de una enfermedad subyacente, provocada tras ser operada de un tumor cerebral. Así lo afirmaron la policía y los médicos: Amini tuvo pérdida repentina de conciencia y falleció fuera de la comisaría, por lo que es improcedente decir que hubo violación alguna de los derechos humanos en el modo occidental de asumirlo.

Lo que sí resultan presuntamente ciertas son las declaraciones de la activista opositora iraní Masih Alinejad, radicada, de forma curiosa y sospechosa, en los Estados Unidos. Sin ambages, ha dicho al The New Yorker que ella es la “líder de ese movimiento”, cuyo supuesto único objetivo son las reivindicaciones feministas. Esta aparente inocente iniciativa ha quedado sin asidero porque el medio libanés Al Mayadeen ha revelado sus vínculos con la administración de Joe Biden y con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Volvamos a los números: hasta la prensa yanqui reconoce que el gobierno de EE.UU. financia actividades subversivas contra el país persa. Para 2022 ha destinado a tal propósito 131 millones de dólares con los cuales financiar los medios con vistas a poder sostener una guerra de “información”. Además, 53 millones de dólares para fortalecer en Irán los recursos privados de Internet, a fin de que los instigadores de los disturbios puedan comunicarse entre sí. ¿No les suena el caso Alan Gross, en Cuba? De manera que el mandatario iraní no anda desorientado. Este 4 de noviembre de 2022 denunció que EE.UU. busca frenar el desarrollo de la nación centroasiática, al tiempo que pretende aislarla; en ese contexto, aseguró que la República Islámica de Irán “nunca cederá a las amenazas y sanciones de Washington”, por muchos pretextos que se fabriquen.

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos