Huellas imperecederas

El libro ilustra con creces el decurso de un sabio indagador.
El libro ilustra con creces el decurso de un sabio indagador. / Leyva Benítez

La curiosidad lo lleva por disímiles caminos en beneficio de su desarrollo creativo, de la cultura cubana, pues descuella entre nuestros más reconocidos intelectuales. De esto da fe La Biobibliografía de Rafael Acosta de Arriba, valioso legado recogido y sistematizado en 367 páginas, las cuales ilustran el talento analítico de un investigador notable.

Oportuno, abarcador, fecundo, es el viaje que propone la biobliografía mediante el rastreo de la información, las fichas bibliográficas y el análisis de todo lo aportado para conocer en profundidad los aportes del doctor Rafael Acosta de Arriba en diferentes vertientes temáticas.

Como apunta la autora del volumen Leybis Rosales Arzuaga: “Es un autor que se ha mantenido escribiendo y publicando por más tres décadas sobre temas relativos a la Historia de Cuba, poesía y crítica literaria y, de manera especial, en los últimos 20 años, sobre artes visuales. En la articulación de estas disciplinas, aparentemente distantes entre sí, Acosta encontró los vasos comunicantes, la sustancia dialógica, la particularidad, la fortaleza de su discurso ensayístico-investigativo”.

Esta obra de referencia y consulta imprescindible tiene particularidades que responden al accionar teórico, cultural, del autor objeto de estudio, a todos los que han escrito sobre su obra. Asimismo, también su mirada acompaña a numerosos artistas que van surgiendo.

Lo reconoce Rosales Arzuaga: “Se ha mostrado en varias ocasiones descubridor de talentosos creadores de otras provincias que exponen con él por vez primera (como curador) en galerías capitalinas. Con ese mismo empeño ha analizado o entrevistado a artistas consagrados, tanto en el ámbito nacional como internacional, algunos de los cuales les ha dado seguimiento desde la década de los 90”.

Leybis Rosales ha reconocido la constancia y la disciplina de Acosta de Arriba.
Leybis Rosales ha reconocido la constancia y la disciplina de Acosta de Arriba. / Leyva Benítez

El estudio revela el resultado de un vasto volumen de búsquedas en tiempos de la pandemia, al mismo se sumó la presencia de Acosta en internet que ha ramificado y globalizado la información, y, en sí mismo, es otro cuerpo bibliográfico a tomar en cuenta.

Aportes notables se deben a la maestra y primera bibliógrafa cubana doctora Araceli García Carranza, quien aportó sus saberes y experiencias al construir la tabla de contenido, en la que aparecen los asientos activos y pasivos digitalizados.

El magisterio y los saberes de Araceli García Carranza estimularon la creación del volumen.
El magisterio y los saberes de Araceli García Carranza estimularon la creación del volumen. / Leyva Benítez

Especialmente meritoria es la labor del equipo que trabajó afanosamente para concebir la valiosa mirada panorámica a las huellas imperecederas de un hombre dedicado en cuerpo y alma a la búsqueda, al descubrimiento perpetuo de causas, consecuencias, ideas, pensamientos e iluminarnos con certeros análisis.

Reconocido con el Premio Nacional de Investigación Cultural 2018, la Orden Carlos J. Finlay 2021 y el ingreso a la Academia de la Historia de Cuba 2021, Rafael Acosta de Arriba otorga nuevas luces al conocimiento desde una obra plural, rica, sustancial, que los presentes y los futuros investigadores deben conocer por su valiosísima enjundia para todos los tiempos.

Acosta de Arriba, además de ser excepcional crítico, en-sayista e investigador, ha sido mentor y descubridor de numerosos talentos.
Acosta de Arriba, además de ser excepcional crítico, en-sayista e investigador, ha sido mentor y descubridor de numerosos talentos. / Leyva Benítez

 

 

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