La Feria del Libro de Cuba, ¿diferente?

Foto. / Archivo de Bohemia

Volvemos a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña. Después de dos años sin disfrutar de un hecho cultural que mueve a La Habana –y al resto de Cuba, después–, se siente un regocijo muy particular al saber que, en esta caribeña y portuaria ciudad, por 10 días andaremos de feria, o mejor, entre libros.

Pese a la carencia de papel, con el rigor que demanda la importante festividad se prepararon todos los que tienen alguna responsabilidad en el acontecimiento que ya anda por su trigésima edición. Sus imaginarias puertas se abrieron en la Sala Nicolás Guillén, en las alturas de la emblemática fortaleza.

Según un tuit de la Secretaría de Cultura del País Invitado de Honor –primero que repite tras 24 años de su primera vez–, “lo más importante para México y Cuba son sus pueblos y sus culturas que ocupan un lugar central en la vida de ambos países”.

Prevalece por ello esa empatía mutua de la que nos enorgullecemos unos y otros. La Isla caribeña, tan generosa y dada con los buenos amigos, abre sus brazos a los invitados, cuyas valijas están llenas de lo mejor de la cultura azteca y de su confraternidad.

Tal vez haya quien piense que, en tiempos actuales, acontecimientos como este se tornan complejos, por las condiciones materiales y el gran impacto de la pandemia. Están en lo cierto, pero prevalecen razones que conminan a seguir brillando; por ejemplo, la celebración de los 55 años de la fundación del Instituto Cubano del Libro, y el hecho de volver a las sedes tradicionales y a muchas más, tras el cese de las restricciones y el necesario aislamiento impuestos por el coronavirus SARS-CoV-2 y todas sus variantes.

Desde este 20 de abril están a disposición de los asistentes a las distintas sedes más de 900 novedades editoriales y una cifra superior a los cuatro millones de ejemplares, tanto en soporte de papel, como digital.

Tiene esta edición algunas diferencias y semejanzas. De las primeras vemos:

  • No se celebra en el tradicional mes de febrero, sino a finales de abril
  • Coincide con la semana de receso docente, razón por la cual los estudiantes tienen mayor tiempo para concurrir a los diferentes espacios del programa.

De las semejanzas, tener en cuenta:

  • Se avizora, como siempre, el mayor evento cultural del cual disfruta la familia.
  • Y algo que no cambia: el precioso paisaje que La Habana regala a todos los que la observan desde la altura de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña.

Queda ahora disfrutar del inabarcable –por lo extenso y variado– programa cultural de la esperada Feria Internacional del Libro FIL-Cuba 2022.

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2 comentarios

  1. Gracias, Ire, por este primer reporte, interesante. Confieso que, con la vista en otras cosas, el inicio de esta Feria me tomó por sorpresa. Qué bueno que estás allí para contarnos, muy especialmente a quienes no tendremos el placer de poder asistir.

    1. Gracias, Vitico. Este primer día no pude estar por acompañar a mi hermana en turnos de rigor que debe tener antes de volver al salón de operacciones para una nueva exploración. En realidad, estamos muy agradecidos de los especialistas que la han atendido. A partir de mañana irenemos con nuevos bríos a ese lugar que tanto me gusta, y que encierra tanta historia. Toda esa elevación es un verdadero templo de la cultura.

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