Las mentiras de George Santos

El congresista estadounidense falsificó casi todo su currículum, desde sus trabajos anteriores hasta su religión


George Santos entró en la historia parlamentaria de los Estados Unidos por la puerta de los escándalos. Trabajó en un espectáculo de Broadway, apareció en la serie infantil Hannah Montana, fue jugador estrella de voleibol, se destacó en el mundo académico y resultó un exitoso hombre de negocios con una empresa que valía millones.

Santos inventó licenciaturas de la Universidad de Nueva York y el Baruch College. / www.nytimes com

Muchas de las historias que relataba sobre sí mismo no eran solo exageraciones, sino mentiras. Tras la revelación de un informe del Comité de Ética de la Cámara que incluía 23 cargos penales federales en su contra, fue finalmente expulsado por sus colegas. Este hecho marcó un hito, pues la Constitución norteña otorga al poder legislativo la autoridad para «sancionar a sus miembros por conducta desordenada y, con el consentimiento de dos tercios, expulsarlos»; una medida que hasta este momento solo se había aplicado para casos de corrupción.

Hace dos semanas, Santos había sobrevivido a otras dos votaciones de despido, pero el nuevo informe concluyó que su conducta merecía una condena, pues estaba por debajo de la dignidad del cargo y “había desprestigiado gravemente al país”.

Bajo la montaña de falsedades empezaron a aparecer también sus artimañas, como sustraer el dinero recaudado en una supuesta campaña en redes sociales para el perro moribundo de un veterano de la guerra de Irak; o haber robado una mascota en una lechería amish. Nada glamuroso para una vida supuestamente brillante, gracias a inventarse licenciaturas de la Universidad de Nueva York y el Baruch College, así como experiencia profesional, igualmente inexistente, en las importantes firmas de Wall Street Goldman Sachs y Citigroup.

El representante de Long Island fue finalmente expulsado del Congreso tras los resultados del Comité de Ética. / www.theguardian.com

Además de crear buena parte de su currículum académico y profesional, Santos llenó su biografía de detalles llamativos, cuando no innecesarios. Uno en especial fue alardear de falsos orígenes judíos, vinculados al Holocausto por parte, supuestamente, de sus abuelos, y de una madre que escapó del 11 de septiembre, cuando ese día de 2001 su progenitora ni siquiera se hallaba en Norteamérica, sino en Brasil.

Pero le duró poco la satisfacción de haber sido elegido pese a su nula experiencia política. En enero de este año juró en el Capitolio como representante por el distrito de Long Island, en Nueva York. Aunque, cercado por las revelaciones, admitió haber engordado algunas partes de su trayectoria, insistió en no renunciar al acta de diputado.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo tener “verdaderas reservas” sobre esta expulsión, por el precedente que sentaría. Mientras, el líder demócrata, Hakeem Jeffries, celebró una rueda de prensa junto con la opositora Marjorie Taylor Greene, escudera de Donald Trump, riendo a carcajadas por el suceso.

La vacante tendrá que ser cubierta en un distrito políticamente complejo, donde el representante expulsado se impuso en noviembre de 2022 por un margen de ocho puntos, aunque previamente el distrito había respaldado a Joe Biden.

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos