Esta fue una noticia de última hora que contradecía absolutamente la de que había caído en combate. Pocas informaciones tuvieron tanto impacto en la época en que salió con gran destaque en la primera plana de un diario de Estados Unidos primero y reproducido después en uno de la República Dominicana

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A decir verdad, cuando fue publicada la sorprendente nota periodística del título de estas líneas, produjo un enorme revuelo nacional e internacional.

Por primera vez en todo el período de la guerra de 1895, precisamente la denominada “Guerra de Martí”, se dio a conocer en un medio de prensa una noticia vinculada con la muerte del Apóstol cubano que determinó un extraordinario impacto entre todos los cubanos, tanto los que peleaban contra España en Cuba, como los que residían, laboraban o conspiraban por la libertad de nuestra patria en territorio norteamericano.

Tal notición no fue original del rotativo dominicano Listín Diario, de Santo Domingo, el 20 de junio de 1895, sino una reproducción que daba a la luz pública el supuesto “palo periodístico sensacional” dado por el periódico Cuba, que se editaba en la ciudad de Tampa, Estados Unidos.

A solo 12 días de la caída en combate de nuestro Apóstol en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, el despacho noticioso, fechado el 1° de junio de ese año, y calzado por la expresión informativa Última Hora, llevaba este insólito título (no en lenguaje figurado, sino directo): “MARTÍ NO HA MUERTO”, así, con letra mayúscula.

En el cuerpo de la tremenda noticia se decía, textualmente: “Persona digna de crédito se ha acercado a nuestra Redacción a informarnos que, según cartas recibidas desde Santiago de Cuba, el jefe insurrecto caído en la batalla de Dos Ríos y anunciado por los españoles ser el Delegado José Martí, es José Mantel”.

Y como si esa afirmación no fuera suficiente, se sostenía, además, que la persona digna de confianza les entregó una hoja impresa que circulaba en Cuba y decía, respetando la sintaxis y la ortografía empleadas:

“¡AL PUEBLO CUBANO!

“¡JOSÉ MARTÍ NO HA MUERTO!

“La infausta nueva ha sido una farsa grotesca como tantas otras del gobierno español, que ahora como antes y como siempre, no tiene más aliados que el engaño, la hueca fanfarronería y a veces el crimen.

“El José Martí que cayó en la acción de Dos Ríos no es vuestro Libertador. Sabedlo. ¡Hurrah por la Revolución! ¡Viva Martí! ¡Viva Máximo Gómez! ¡Vivan los peninsulares y cubanos partidarios de la independencia de Cuba!”.

Origen de la falsa noticia

Solo dos días después de que el diario Cuba, de Tampa, publicara en su primera plana que Martí estaba vivo, otra agencia de prensa ponía también bien destacada esta información:

“Jacksonville, junio 3. Benjamín Guerra, Tesorero de los revolucionarios cubanos en Nueva York, telegrafió a Gonzalo de Quesada y Aróstegui: ‘Panchito Gómez Toro telegrafía que Martí vive. Pasajeros de Santiago, la esposa de Portuondo entre ellos, lo aseguran. Alégrense. Panchito Gómez es el hijo del General insurrecto: él se halla actualmente en Santo Domingo. Portuondo es secretario privado del General Gómez´”.

Un cablegrama, fechado esta vez en Cayo Hueso, también el día 3 de junio, sostiene: “Anoche fue motivo de grandes regocijos, para los cubanos aquí, un telegrama de Benjamín Guerra asegurando que Martí está vivo. A medianoche se reunieron en el Teatro San Carlos. Allí fueron pronunciados varios discursos. Más tarde recorrieron los cubanos las calles con una banda de música, hasta la hora del alba, aclamando a Martí y haciendo otras demostraciones de alegría. Hoy ha sido de fiesta para los cubanos”.

Y otro órgano de prensa, desde Tampa igualmente, aquel conmovido 3 de junio, lanzó este cablegrama: “El coronel Fernando Figueredo recibió anoche un telegrama de Benjamín Guerra, que dice así: ‘Martí vive. Cuba será libre’. Le dio publicidad y algunos instantes después muchísimos cubanos estaban de fiesta. Más tarde Figueredo, Martín Herrera, José Butare, Luis Cruz y la señora Carolina Rodríguez se dirigieron, en alocuciones propias, para el caso a cerca de mil cubanos”.

Cierto medio de prensa, fechado en La Habana, en mayo 30 de aquel año 1895, expresaba: “Toda la provincia de Puerto Príncipe está en la más grande agitación. Puede sublevarse de un momento a otro. Parece como una bomba que va a estallar. Los insurrectos están esperando con ansias la llegada de Máximo Gómez cuyo mando desean para sus fuerzas”.

El origen real de aquella noticia que estremeció a cientos de miles de cubanos, españoles y estadounidenses admiradores de Martí, y luchadores por la independencia de Cuba, fue trivial y a la vez conmovedor.

En verdad no se sabía la causa de esa gran información dada por Panchito Gómez Toro, hijo del Generalísimo y que provocó tal revuelo mediático, sentimental y patriótico en aquel momento histórico.

Fue su propio hermano, el doctor Bernardo Gómez Toro quien, increíblemente, dio la clave: “Panchito no dijo, afirmando, “El Maestro vive”, sino interrogativamente: “¿El Maestro vive?”. La insospechada omisión de los dos signos de interrogación, en la oficina cablegráfica de destino, dio lugar al tremendo error”.

Todo lo anterior lo hemos tomado de un material que merece absoluta confianza: el libro Martí en Santo Domingo, del historiador, investigador y escritor dominicano Emilio Rodríguez Demorizi, publicado por la Editorial Úcar S.A., en La Habana, en 1953, en las páginas 404-407.

¡Cuánto hubieran querido los pueblos del mundo noble que aquella noticia fuera cierta! Pero, por desgracia, la pifia cablegráfica tergiversó completamente el suceso: Martí había muerto verdaderamente como quería, como profetizó en su inefable visión poética cuando confesara: “Yo soy bueno y como bueno/, moriré de cara al Sol”.